BBVA ha logrado que su ‘app’ aprenda a leer los recibos de sus clientes, distinga sus gastos en energía y calcule su equivalente en emisiones de dióxido de carbono (CO2) para, finalmente, ofrecer un consejo personalizado de ahorro energético. Detrás de la calculadora de la huella de carbono, operativa en España y que en breve se llevará a Turquía, se esconde un sistema de inteligencia artificial que aún está en pleno desarrollo. En 2022 incorporará mediciones de transporte para dar una foto aún más real del impacto medioambiental de cada usuario.
Webinar: 'La huella de carbono y el desafío de las emisiones'
Según un cálculo de BBVA, un cliente del banco en España emite de media casi 2 toneladas de CO2 al año en consumos de hogar y combustible, lo que equivale a conducir un coche durante más de 15.000 km. En cuanto a las empresas, aunque sus emisiones están condicionadas por su tamaño y actividad económica, se calcula que una pyme que facture hasta 5 millones de euros podría llegar a emitir 70 toneladas anuales de CO2.
Estos son algunos de los datos que BBVA ha deducido tras poner en marcha su calculadora de huella de carbono, que incorpora algoritmos desarrollados por los equipos de analítica avanzada e inteligencia artificial. El sistema permite a empresas y ciudadanos, que hayan dado su consentimiento para este uso de sus datos, monitorizar su impacto en el medioambiente y recibir recomendaciones personalizadas para reducirlo.
Pero, ¿cómo funciona?
Traducir los gastos a emisiones de CO2
En primer lugar, la calculadora identifica el gasto energético del cliente. Para ello selecciona los movimientos de sus cuentas y tarjetas categorizados como electricidad, gas y combustible. Esto se hace de manera automática, gracias a la funcionalidad Mi día a día de la ‘app’ de BBVA que clasifica los gastos registrados en las cuentas de los clientes en diversas categorías.
A continuación, convierte cada gasto en magnitudes de energía: es decir, calcula los litros de combustible y kilovatio/hora de gas y electricidad (Kwh) que ha consumido el cliente, aplicando los precios medios del litro y el Kwh. Estos datos se obtienen de fuentes públicas y se revisan con cada actualización.
El último paso es traducir este consumo a su equivalente en kg de CO2 emitidos. “Para ello, recurrimos a los factores de emisión, valores oficiales que relacionan la cantidad de gases de efecto invernadero emitidos a la atmósfera con la actividad que los ha generado”, explica Daniel Martín Jones, responsable de Analítica Avanzada para Individuos en Client Solutions de BBVA.
El factor de emisión de la electricidad varía en función del proveedor que el cliente haya contratado, mientras que los del gas y el combustible se toman del Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero.
Actualmente, estos gastos de gas, electricidad y combustible utilizados para el cálculo, que producen emisiones directas de CO2, constituyen de media el 37% de las emisiones completas de los clientes particulares. Aunque a día de hoy la calculadora solo toma estos datos de consumo energético para hacer los cálculos, está previsto seguir incluyendo nuevos tipos de gastos para que el cliente tenga una foto más precisa de su huella de carbono. Así, en la próxima fase que se implementará en 2022, se incluirán los transportes públicos (aviones, trenes, autobuses, metros, taxis).
Los planes para la calculadora son ambiciosos y el equipo de desarrollo no descarta incluir otros gastos que originan emisiones indirectas, como por ejemplo la compra de alimentos y ropa, cuya fabricación tiene su propia huella de carbono. “Son mucho más difíciles de medir y atribuir a nivel de cada individuo, y de momento no está previsto, aunque no se descarta”, explica Jones.
Consejos contra el impacto ambiental cotidiano
Cuando la calculadora ya sabe cuánto CO2 emite el cliente con sus hábitos cotidianos, le recomienda objetivos para reducirlo. Si los gastos estimados en electricidad o gas son elevados con respecto a los de otros clientes que viven en su misma región climática (distingue según sea zona mediterránea, continental o Cantábrico/Atlántico), el algoritmo le ofrece recomendaciones para hacer un uso más eficiente de la energía. Por ejemplo, bajar el termostato de la calefacción o sustituir las bombillas por otras de tipo LED, más eficientes. En cambio, a los clientes que tengan un plan ECO contratado con su distribuidora de energía les omite estas recomendaciones.
En otros casos, puede ofrecer préstamos verdes para reformas en el hogar que aumenten la eficiencia energética (si los gastos elevados en luz y gas son una constante), instalar paneles solares o adquirir un vehículo eléctrico o híbrido, para el caso de gastos elevados en combustible. En próximas actualizaciones, en todas las recomendaciones que requieran una inversión por parte del cliente, BBVA ofrecerá una estimación lo más precisa posible del tiempo en el que se rentabilizará la inversión.
“La sociedad demanda cada vez más soluciones para la transición hacia una economía sostenible”, afirma Luís Simões, responsable de Retail Customer Solutions en el área de Client Solutions de BBVA. “Con esta funcionalidad queremos acompañar a nuestros clientes en su viaje hacia la transición ecológica, mostrándoles su huella de carbono y ofreciéndoles propuestas personalizadas para reducirla, de forma que ahorre y mejore su salud financiera al tiempo que contribuye a crear un mundo más descarbonizado”.
Desempeño empresarial comparado
Cuando el cliente es una empresa, la funcionalidad compara el desempeño de su negocio con el de otros similares de su sector. “Basándonos en el análisis de los datos de facturación, número de empleados y sector económico, podemos determinar qué clientes son similares. Utilizamos estas variables para segmentar a los clientes, ya que mediante pruebas estadísticas hemos determinado que influyen en el comportamiento del consumo de energía y, al mismo tiempo, son comprensibles para el cliente”, afirma Minyuan Chen, del equipo de Analítica Avanzada para Empresas en Client Solutions de BBVA.
El objetivo de esta segmentación es poder comunicarle si gasta más, menos o lo mismo que otras empresas, informándole en qué percentil de consumo se encuentra dentro de su grupo de comparación.
La funcionalidad de BBVA les permite planificar su gasto anual y fijar objetivos de ahorro, como porcentaje del gasto del año anterior o como importe fijo en euros. También pueden establecer diferentes objetivos para cada categoría de energía y ver cómo evolucionan sus gastos en cada momento del año. Previa autorización del cliente, la calculadora también toma en cuenta los movimientos de otros bancos.
Las recomendaciones a empresas están focalizadas en la contratación de productos financieros para una actividad más sostenible, para lo cual se ha diseñado un recomendador que tiene en cuenta el sector de actividad del cliente y su comportamiento de gasto energético. En el caso de empresas que hacen un uso intensivo de electricidad, la calculadora puede proponerles ‘renting’ de iluminación LED, de autoconsumo solar fotovoltaico o de eficiencia energética. Si los gastos se concentran en el combustible o el transporte, en cambio, les ofrecerá productos de ‘renting’ de coches y furgonetas o de puntos de carga para coches eléctricos.
Próximos pasos
En próximas actualizaciones, además de la incorporación de los gastos en transporte, se implementarán herramientas para comparar el ahorro energético y económico al usar electrodomésticos con calificaciones energéticas más sostenibles o “al utilizar un vehículo eléctrico frente a uno de combustión”, según explica María Williams, responsable de Soluciones Sostenibles para el Segmento Retail de BBVA. “En 2022, también está previsto incorporar al cálculo de la huella de carbono los movimientos de cuentas y tarjetas de otros bancos para los clientes individuales”.
Para la funcionalidad de empresas, “estamos trabajando en simuladores para estimar los impuestos al CO2, una herramienta sobre ayudas y subvenciones y la integración de la calculadora con el Escritorio Gestor para mejorar el asesoramiento multicanal a los clientes”, afirma Jaime Marín, responsable global de Soluciones Sostenibles para Empresas del banco. “Además, se prevé seguir aumentando la segmentación de los clientes en función de su sector de actividad, región, consumos, etc, para que las recomendaciones que se les ofrecen sean cada vez más personalizadas”.
Está previsto implantar la calculadora progresivamente en todas las geografías en las que está presente BBVA. A principios de 2022, aterrizará en Turquía.