¿Por qué hay hambre en el mundo?: Causas y posibles soluciones
La cifra de personas que pasan hambre no deja de aumentar. La pobreza, las guerras y las crisis climáticas son las principales causas. Aunque las previsiones no son favorables, existen iniciativas destinadas a poner fin al hambre en el mundo, como la agricultura sostenible o facilitar el acceso al crédito.
El último Informe Mundial sobre las Crisis Alimentarias, publicado en 2023 por Naciones Unidas, revela que el hambre sigue siendo un problema en más de 50 países. La organización ha calificado como catástrofe humanitaria la situación alimentaria que viven países como Somalia, Burkina Faso, Nigeria o Sudán del Sur. La inseguridad alimentaria también afecta a otras regiones envueltas en conflictos armados, como Siria, Sudán Yemen o Ucrania.
La pobreza, la desigualdad y los conflictos militares son las principales causas del hambre en el mundo. Por lo tanto, la comunidad internacional se enfrenta a un gran desafío con el objetivo de erradicar en el mundo por completo la falta de acceso a los alimentos.
El hambre en cifras
La gravedad de la crisis alimentaria ha aumentado de forma consecutiva durante cuatro años, dando lugar a una tendencia al alza a nivel mundial. Según la FAO, ya afecta a casi 700 millones de personas en el mundo, es decir, al 8,9% de los 7 mil millones de habitantes de la tierra. Esto significa que una de cada nueve personas pasa hambre. Se trata de la cifra más alta registrada desde que se empezó a publicar el Informe Mundial sobre Crisis Alimentarias de la ONU. Además, si continúa la misma tendencia, se estima que el número de personas afectadas superará los 840 millones para el año 2030.
La mayoría de los que padecen hambre viven en territorios en vías de desarrollo. En estas regiones, aproximadamente el 12,9% de la población sufre subalimentación. Asia del Sur es el lugar con mayor número de personas que experimentan algún tipo de inseguridad alimentaria, con 281 millones de personas, seguido por el África subsahariana, donde la tasa alcanza casi el 23% de su población.
Los niños son el grupo más afectado por las consecuencias del hambre. La falta de alimentos es responsable del 45% de las muertes de menores de cinco años, lo que representa un total de 3,1 mil niños al año. Además, uno de cada cuatro infantes sufre retraso en su crecimiento. En los países subdesarrollados, la proporción se eleva hasta el 33%. En total, 66 millones de niños y niñas asisten a la escuela con hambre, 23 millones se encuentran sólo en África.
Causas del hambre en el mundo
La pobreza, los conflictos bélicos y la crisis climática son las principales causas del hambre en el mundo, ya que tienen un impacto negativo directo en las condiciones de vida de millones de personas a nivel global. Según la ONU, estas crisis recurrentes están aumentando la inseguridad alimentaria en su fase más grave.
La pobreza desempeña un papel fundamental para comprender por qué hay hambre en el mundo. Según la ONG The Hunger Project, “millones viven con hambre y desnutrición porque simplemente no pueden permitirse comprar suficientes alimentos, no pueden pagar alimentos nutritivos o no pueden pagar los suministros agrícolas que necesitan para cultivarlos por sí mismos”.
Por otro lado, en los últimos años, los fenómenos meteorológicos y naturales han contribuido al aumento de la cifra de personas que sufren hambre en el mundo, provocando inseguridad alimentaria aguda en un total de 12 países. Entre ellos destacan el ciclón tropical Freddy, que afectó a Madagascar, Malaui y Mozambique, o el terremoto ocurrido en la frontera entre Siria y Turquía.
La inseguridad derivada de los conflictos armados también juega un papel importante entre las causas del hambre. Seis de los siete países que se encuentran en la fase más grave de desnutrición están inmersos en alguna guerra. Estos son Afganistán, Burkina Faso, Nigeria, Somalia, Sudán del Sur y Yemen.
Como aspecto positivo, según el Informe Mundial sobre las Crisis Alimentarias de 2023, la cantidad de países afectados disminuyó en comparación con la situación del 2021. Esto se debe a que las crisis económicas superaron a las guerras como causa de inseguridad alimentaria. Además, hay que tener en cuenta las repercusiones socioeconómicas de la COVID-19.
Posibles soluciones para acabar con el hambre
Una de las posibles soluciones para combatir el hambre es avanzar hacia la sostenibilidad alimentaria. Aunque en el mundo se produce suficiente comida para satisfacer las necesidades de toda la población, su distribución no es equitativa. El reto reside en ayudar a los países más empobrecidos a desarrollar su propio suministro constante de alimentos. Un ejemplo de ello es el proyecto de Heifer Internacional, una organización que apoya la transformación de la agricultura mediante la financiación de iniciativas que permiten a las personas obtener alimentos de forma sostenible. En cuanto a los consumidores, evitar el desperdicio de alimentos es fundamental para contribuir en la lucha contra el hambre.
Por otro lado, la inclusión financiera es un elemento crucial en la lucha contra el hambre en el mundo. Al brindar acceso a servicios financieros básicos, se abren oportunidades de desarrollo económico para comunidades vulnerables que permiten que individuos y familias puedan generar ingresos que contribuyan a su seguridad alimentaria.
Con respecto a este aspecto, muchas organizaciones están ayudando a personas de países pobres a acceder al crédito. Este instrumento facilita a las familias poder emprender en negocios, que no solo mejoran sus ingresos personales, sino que también tienen un gran impacto en la comunidad. En este sentido trabaja la Fundación Microfinanzas de BBVA, la cuál otorga créditos de manera filantrópica a emprendedores de bajos recursos, creando oportunidades para que mejoren sus condiciones de vida mediante su trabajo diario.
Por otro lado, ‘Hambre 0’ es el segundo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que se marca la ONU de cara al año 2030. Entre las metas a conseguir se incluye poner fin al hambre y garantizar el acceso de todas las personas a una alimentación sana, nutritiva y suficiente durante todo el año.
Por último, hay que tener en cuenta el trabajo que cada día realizan las miles de ONG que centran sus esfuerzos en trabajar sobre el terreno para que desaparezca esta lacra global. Según la organización World Food Program USA, acabar con el hambre en el mundo es el mayor desafío de nuestro tiempo, pero juntos, ¿podremos resolverlo?