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Por qué el calentamiento global es problema de todos

El 28 de enero se celebra el Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de CO2, designado por las Naciones Unidas como el momento clave del año para tomar conciencia y sensibilizar sobre la importancia del cambio climático y los impactos medioambientales que éste provoca.

El cambio climático es uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta la sociedad actual en materia de sostenibilidad. Y Naciones Unidas lo sabe desde hace tiempo. Por ello, en 1992, dio el primer paso para salvar el planeta con la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), en la que los países firmantes se comprometieron en mitigar las emanaciones de gases responsables del calentamiento atmosférico. A partir de esta convención, se fueron sucediendo diferentes hitos que han marcado una nueva hoja de ruta en busca de un futuro sostenible, y que debe ser seguida por todos: desde los gobiernos, hasta organizaciones no gubernamentales, pasando por las empresas y la sociedad en sí misma.

De esta forma nacieron las famosas Cumbres sobre el Clima, que en 2018 cumplieron 24 ediciones en la ciudad polaca de Katowice. Sin embargo, una de ellas estableció un antes y un después en el compromiso de Naciones Unidas con este reto medioambiental. La XXI Conferencia sobre el Cambio Climático (COP21) alumbró el Acuerdo de París, que establece las medidas para la reducción de gases de efecto invernadero a través de la mitigación, la adaptación y la resiliencia de los ecosistemas a los efectos del cambio climático. Aprobado por unanimidad, su objetivo final es mantener el nivel de calentamiento global por debajo de los 2ºC.

¿Es inevitable el cambio climático?

Los gases de efecto invernadero (GEI) se producen de manera natural y, aunque siempre se hayan considerado nocivos, son indispensables para la supervivencia de los seres humanos y el resto de seres vivos, ya que impiden que parte del calor del sol se propague hacia el espacio, haciendo de la Tierra un lugar habitable. Sin embargo, después de 150 años de industrialización, deforestación y agricultura a gran escala, las cantidades de gases de efecto invernadero emitidas a la atmósfera se han incrementado a niveles inéditos. Además, este fenómeno parece imparable, ya que va de la mano del crecimiento de la población, las economías y el nivel de vida moderno.

BBVA es una de las entidades europeas que mejor comprende las necesidades que requiere la lucha contra el calentamiento global

El cambio climático afecta a todo el planeta y ya es inevitable, pero sus efectos pueden ser mitigados. Impulsar el desarrollo y aplicación de políticas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, tales como invertir en desarrollo de fuentes de energía renovables, cambiar a combustibles más limpios, mejorar la eficiencia de los procesos de combustión y modificar las tendencias de consumo a través de la educación ambiental, son algunas de las acciones que pueden ayudar a combatir el calentamiento global.

BBVA, comprometido con el medioambiente

Durante los últimos años, el mundo ha tomado en consideración los desafíos ambientales y sociales, consiguiendo que la sostenibilidad gane relevancia en las agendas de los gobiernos, pero también de las empresas. Gracias a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), impulsados por la ONU, los líderes mundiales adoptaron un conjunto de metas globales para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible.

En este reto, el sector financiero ha comprendido su importante papel y, BBVA es una de las entidades europeas que mejor comprende las necesidades que requiere la lucha contra el calentamiento global. Con su ‘Compromiso 2025’, la entidad tiene como objetivo alinear su su actividad con el Acuerdo de País, logrando un equilibrio entre la energía sostenible y las inversiones en combustibles fósiles. Basado en tres líneas de actuación, como son, financiar, gestionar e involucrar, el banco se compromete a gestionar los recursos ambientales y sociales de forma sostenible, con el objetivo de minimizar los potenciales impactos negativos directos e indirectos. También, BBVA movilizará 100.000 millones de euros en financiación verde, infraestructuras sostenibles, emprendimiento social e inclusión financiera.

Además, BBVA involucrará a sus grupos de interés para promover de forma colectiva una mayor contribución del sector financiero al desarrollo sostenible. Así, BBVA se compromete a que el 70% de la energía que contrate a partir de 2025 sea renovable, y en 2030, el 100%. Al mismo tiempo, marca como objetivo reducir un 68% sus emisiones directas de CO2 con respecto a 2015.

La entidad es un jugador activo en la lucha contra el cambio climático, y así lo ha demostrado recientemente. Bajo el auspicio de Naciones Unidas, BBVA junto a otras 27 entidades bancarias, ha puesto en marcha una iniciativa que da respuesta a los retos en materia de sostenibilidad a los que se enfrenta el sector financiero a nivel global. El resultado: los Principios de Banca Responsable, cuyo objetivo es transformar la industria financiera para que sea un motor en la consecución de un futuro sostenible.