Podcast | ¿Cómo evitar el desperdicio del agua y tomar conciencia de este recurso natural?

Numerosos rincones del planeta están siendo protagonistas de la falta de agua por períodos inusualmente secos. Un fenómeno natural que se está viendo afectado por el cambio climático, dando lugar a que donde más falta hace el agua menos esté lloviendo y “menos va a llover”, ha asegurado el biólogo Fernando Valladares. Para este experto, las sequías son el mayor reto al que se enfrenta el planeta: “hoy en día uno de cada tres humanos no tiene agua suficiente. La sequía ya es un fenómeno acuciante que se está haciendo cada vez más dramático y que hoy en día ya provoca la mitad de los movimientos migratorios”.

Ante esta situación, Valladares aboga, más que por luchar contra ella, por adaptarse. Esto conlleva un uso más razonable del agua: “hay actividades de tiempo libre, industriales y agrícolas que consumen unas cantidades de agua desproporcionadas”, lo que genera que no quede agua disponible para usos esenciales. Por este motivo, el experto considera que la primera medida de adaptación sea subordinar este tipo de actividades.

En cuanto a aplicar métodos como la generación de nubes artificiales para que llueva, más conocido como siembra de nubes, el científico asegura que “sólo se logra incrementar del orden de un 4 o 5% la precipitación”. Un tipo de técnica que para Valladares es costosa energéticamente y tiene “una huella ambiental de contaminación”. A esto hay que sumar la parte ética, “porque si tú provocas agua en un sitio es a expensas de que no llueva un poco más allá”, ha destacado.

El cambio de la inclinación del planeta por la extracción del agua

Según el biólogo, el eje de inclinación del planeta ha variado por la extracción excesiva de agua del subsuelo para el consumo: “hemos cambiado el centro de gravedad del planeta debido a esa extracción de agua”. Esto supone también un cambio en la velocidad a la que el planeta gira sobre su eje y, por ende, también la variación de la duración del día “muy poco pero es perceptible, y se puede atribuir a este efecto de consumir mucho agua y sacarla de donde normalmente estaba”, ha asegurado.

Para el experto, “girar la manivela de un grifo y que salga agua es un milagro. Y así tenemos que verlo”. En ocasiones, el hecho de que el agua sea menos costosa que otros suministros como la luz fomenta un consumo con poca conciencia: “indudablemente el que el agua sea barata hace que la usemos como si fuera gratis”, ha enfatizado.

La escasez del agua: ¿por qué se produce?

Para Fernando Valladares estas son las principales causas de que el agua escasee:

• El uso. “En las regiones mediterráneas, por ejemplo, el 80% del agua se emplea para la agricultura de regadío cuando, paradójicamente y por fortuna, tenemos especies muy bien adaptadas a la sequía –olivos, almendros, parras, etcétera– que pueden soportar la ausencia de agua durante el verano”.

• El consumo. “El consumo por parte de las personas, sobre todo, tiene un componente de concienciación”, afirma el biólogo. Y es que en lugares como el centro de España, este supone –como mucho– “un 10% del consumo de agua total”. Sin embargo, Valladares cree que es indispensable tomar conciencia a la hora de cerrar el grifo, de regular la ducha o de lavar el coche. La clave: usar el agua con discreción y sensatez.

Consecuencias de la falta del agua para las personas

Existen consecuencias tanto directas como indirectas de esta escasez de agua. Entre las directas están, según el experto, la menor capacidad para soportar los golpes de calor, o no poder llevar a cabo actividades diarias como poner una lavadora o producir ropa.

En relación a las indirectas, la falta de agua traería dificultades a la hora de que los ecosistemas y los procesos naturales pudieran deshacer los residuos que los seres humanos generan. “Para ver la huella de un electrodoméstico, un teléfono móvil o un ordenador, hay un cálculo que es cuántos litros costaría diluirlo o hacerlo desaparecer. El agua al final es un disolvente universal y se emplea por eso como un referente”, subraya el experto.

Consejos para evitar el desperdicio de agua

Introducir unos pequeños cambios en nuestra vida diaria permitiría sumarnos al reto de ahorrar en el consumo de agua:

• Tener en cuenta la mentalidad ambiental de las personas: “Mira a quién votas y mira que compras”. Para el biólogo es clave tener en cuenta la mentalidad ambiental que puede tener la persona que te va a representar a ti y a otras, independientemente de si se trata de un país, una región o una comunidad de vecinos. “Piénsalo muy bien, porque esa persona va a poner la economía por delante del agua o el agua por delante de la economía, y eso es una decisión que todos tenemos que pensar y ver”.

• Mirar las etiquetas de los productos: porque no es lo mismo un kilo de aguacates que un kilo de naranjas. Producir un kilo de aguacates “son 1.700 litros”. Y no sólo eso: también es importante tener en cuenta su huella de carbono en función del país o la región de la que proceden. “Podemos jugar con la dieta haciéndola más saludable, pero también aliviando el coste en términos de agua, que lo que comemos y lo que usamos pueda tener”, afirma Valladares.
• Cerrar el grifo cuando no se esté usando.
• Optar por la ducha en vez del baño.
• Si contamos con un jardín, aplicar el riego por goteo.
• Evitar lavar el coche si no es necesario.
• Tomar conciencia de la importancia de un recurso natural como el agua y valorarlo.

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