'El Niño costero', un testimonio personal de esperanza y solidaridad
Pocas son las veces que me ha tocado ser testigo de desastres naturales tan destructivos en nuestro país. En las últimas semanas, las noticias locales anunciaban lo que muchas organizaciones del clima premonitoriamente indicaban: se vino 'El Niño Costero'. Y con él, incesantes lluvias, desbordamientos de ríos y aludes que desatan su furia sobre los más necesitados. Pero, en medio de la tragedia, mi Perú demuestra que también puede crear oportunidades, esperanza y solidaridad; que cada uno, desde sus posibilidades, puede poner el hombro para salir de ese profundo pozo de lodo. Así fue que decidí formar parte del grupo de colaboradores de BBVA Continental que se unieron para ayudar, y sigo haciéndolo.
Después de dos semanas de intensa campaña de recolección de donaciones, promovida por la Fundación BBVA Continental, 21 colaboradores del banco trasladamos todo lo donado a los estudios de América TV para su distribución equitativa en las zonas de emergencia. El inclemente sol de mediodía que agobiaba con 29 grados de temperatura no nos hacía presentir cuánto era en toneladas lo que albergaba nuestro centro de acopio. Es así, que entre conversaciones agitadas y respiraciones aceleradas, mientras colocábamos todo en los camiones, algunos voluntarios le calculábamos un poco más de dos toneladas de peso. Nada hacía suponer cuánto era verdaderamente.
Colaboradores de BBVA Continental durante entrega de víveres para damnificados por 'El Niño costero'. - BBVA
Al llegar a la calle Montero Rosas 1099, demostramos que el banco es una sola familia, que se une en los momentos duros y que supo aplicar la frase que ahora recorre todo el país y hace eco en nuestros corazones: Una Sola Fuerza. Hombro a hombro embalamos y colocamos, caja por caja, las donaciones en los enormes almacenes de América Televisión. Miles de botellas de agua, alimentos enlatados no perecibles, prendas de vestir, medicinas, colchones y otros productos de primera necesidad se fueron descargando poco a poco. Así, la organización y el trabajo en equipo serían las piezas fundamentales para demostrar de qué estamos hechos los peruanos.
Durante el proceso de vaciar los camiones pude percatarme que muchos de los voluntarios eran hijos de colaboradores, chicos muy jóvenes que en vez de tomar el decreto nacional de suspensión de clases escolares como una extensión de vacaciones, se presentaron para formar parte del equipo de voluntarios del banco. Al conversar con ellos, supe que anteriormente varios habían formado parte del programa “Vacaciones Divertidas” de BBVA Continental, esto era suficiente para tener la camiseta del banco bien puesta.
Autor de la nota durante su labor de ayuda a los damnificados en Perú. - BBVA
Al transcurrir las horas, mientras los brazos y piernas se hacían más pesados, cuando cada kilo parecía una tonelada, y la intensa temperatura seguía subiendo, pude ver a mis compañeros exhaustos. Sin embargo, todos sabíamos que el calor no nos detendría porque miles de damnificados habían quedado desamparados e, incluso, algunos habían perdido a sus familias. Ahí entendí que estas donaciones no solo eran víveres que los ayudarían a enfrentar la precaria situación que atraviesan, sino que, además, representan un mensaje de “no están solos” y una clara muestra de unidad nacional.
Finalmente, al cabo de casi cuatro horas, con el cuerpo a punto de rendirse, se terminó la tarea de trasladar las que finalmente, en vez de dos, habían sido 10 toneladas de ayuda, demostrando que todo esfuerzo tiene un premio, que el trabajo duro vale más la pena cuando sabes que los resultados son verdaderos y la satisfacción de poder gritar juntos a una sola voz que unidos podemos todo.
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