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Mujeres que están cambiando el mundo: las grandes emprendedoras sociales

Cuando se piensa en grandes figuras del emprendimiento social, suelen acudir a la mente nombres en masculino como Bill Drayton o Muhammad Yunus. Sin embargo, a pesar de no tenerlo fácil, las mujeres están contribuyendo a cambiar el mundo con empresas poderosas y proyectos de impacto global.

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Fuertes, inspiradoras, incansables… Las grandes mujeres del emprendimiento social quizá no sean tan populares como sus homólogos masculinos, pero las cifras de su impacto son igual de espectaculares. Estas son algunas de las emprendedoras que han hecho o están haciendo historia.

Kamila Sidiqi

Ser emprendedora no es fácil, pero en países como Afganistán en toda una heroicidad. Kamila Sidiqi se negó a aceptar el destino que se le imponía por ser mujer y, a pesar de las dificultades, montó un taller improvisado de prendas de vestir en el que daba trabajo y formación a madres de familia que necesitaban ingresos.

Cuando se derrocó el régimen talibán, inspirada por su propia experiencia y las historias de las mujeres a las que había apoyado, puso en marcha Kaweyan Business Development Services, una empresa dedicada a impulsar a las emprendedoras afganas. Desde 2017, Sidiqi es viceministra de Comercio en el Ministerio de Comercio e Industria de su país y viaja por todo el mundo como conferenciante, activista y emprendedora, para dar visibilidad a la situación de la mujer afgana e inspirar a todas las personas que quieran seguir sus pasos.

Danae Ringelmann

Cuando todavía era una estudiante universitaria, la estadounidense Danae Ringelmann, consciente de que la financiación era el gran quebradero de cabeza de muchos emprendedores, le daba vueltas al dilema de cómo favorecer la inversión en negocios. En 2008, sus desvelos se materializaron en una idea que puso patas arribas el mundo de la inversión, democratizándola y haciéndola accesible a todo el mundo: Indiegogo. Esta plataforma ‘online’, que fundó con otros dos socios, se basaba en algo de lo que hoy se habla mucho, pero que hace una década era totalmente desconocido: el crowdfunding. En la actualidad, Indiegogo impulsa a los emprendedores de todo el mundo gracias a sus campañas de inversión colectiva y funciona como escaparate de nuevos productos desarrollados gracias a dichas campañas.

Sarah Breedlove

Sarah Breedlove es toda una referencia en la historia del emprendimiento femenino y, aunque falleció en 1919, su nombre sigue inspirando a miles de mujeres en todo el mundo. No es para menos ya que se trata de la primera emprendedora “hecha a sí misma” que consiguió amasar una fortuna en Estados Unidos, algo doblemente meritorio si se tiene en cuenta que era afroamericana.

Su empresa de productos para el cabello y cosmética especializada en mujeres de raza negra, CJ Walker Manufacturing Company, revolucionó el mercado porque ofrecía una solución a la caída del pelo, que sufrían sus clientas, a causa de las malas condiciones de vida y la sosa caustica con la que se fabricaban los jabones. Aquel negocio le abrió las puertas del éxito. Sin embargo, Breedlove, más conocida como Madam CJ Walker, no se conformaba solo con dinero y reconocimiento. A lo largo de su vida, formó y entrenó a otras mujeres para que sacaran adelante sus propios negocios, invirtió en becas de educación, construyó un centro de reunión para que los líderes afroamericanos inspiraran a otras personas y trabajó incansablemente como activista para defender los derechos de los afroamericanos, especialmente las mujeres.

Sabrina Bittencourt

Emprendedora en serie, ‘business angel', activista… No cabe duda de que Sabrina Bittencourt está revolucionando el mundo de los negocios, tanto en su país natal (Brasil) como en el mundo. Esta incansable trabajadora es capaz de dirigir más de treinta empresas sociales repartidas por el planeta, financiar proyectos y asesorar a otros emprendedores, todo a la vez. Lo más llamativo de Bittencourt es su estilo de vida sin lujos, con un sueldo modesto, su capacidad para superarse y su falta de prejuicios a la hora de apostar por negocios en los que cree a ciegas.