Lucía Hernández, la adolescente que quiere despertar la conciencia ecológica de los más jóvenes
“Con que tú inspires a alguien, eso ya es una cadena, es el encendido que no se va a apagar”. Precisamente eso sucedió cuando Lucía Hernández escuchó el ‘Aprendemos juntos’ protagonizado por Jane Goodall en 2019. Impresionada por la vida y el trabajo de la etóloga inglesa, esta joven tardó exactamente un mes en poner en marcha, con la colaboración de Raíces & Brotes -programa educativo del Instituto Jane Goodall en España-, su iniciativa llamada ChimPAnZés, que aboga por una convivencia en paz entre seres humanos y biodiversidad.
“Siempre en mi casa hemos estado muy implicados con el medioambiente, pero cuando vi a Jane Goodall en Aprendemos juntos cambió mi vida. Es una científica que empezó a estudiar los chimpancés cuando nadie lo había hecho. Además, Jane le dio mucha importancia al poder que los jóvenes tenemos. Te motiva mucho, fue una inspiración”. Es la historia de Lucía Hernández, una joven de 15 años que prácticamente ‘sintió la llamada’ y ahora lucha activamente por concienciar a la sociedad en general, y a los más jóvenes en particular, de la importancia de proteger el medioambiente y los distintos organismos vivos.
“Con que uno haga algo ya merecería la pena”, afirma Lucía quien no duda en dar un mensaje de esperanza y optimismo: “Hay que serlo -optimista-, es el mensaje que da Jane a los jóvenes. Hemos visto animales al borde de la extinción que se han recuperado gracias a las iniciativas puestas en marcha”.
Paz entre seres humanos y biodiversidad
Uno de esos granitos de arena para construir un futuro compartido (y respetuoso) para cualquier forma de vida es ChimPAnZés. Lucía buscó la página web de Raíces & Brotes, contactó con Marisa Mariñán, coordinadora en España del programa educativo del Instituto Jane Goodall en España, y comenzó su proyecto: “Estaba muy emocionada por hacer algo y Marisa me ha ayudado en todo”, explica Lucía.
Pero, ¿qué es exactamente ChimPAnZés y por qué ese nombre? Nadie mejor que su creadora para explicarlo. “Es el animal que estudia Jane, pero dentro del nombre está ‘chimpancés’ y la palabra ‘paz’. Es una iniciativa que busca la paz, la convivencia, entre el ser humano y la biodiversidad”.
En ese sentido, su grupo ha participado en iniciativas como ‘Movilízate por la selva’, una campaña de reciclaje de móviles para sensibilizar a la ciudadanía sobre las consecuencias de la alta demanda de materiales como el coltán, la casiterita y otros minerales en los ecosistemas africanos. “Recaudamos fondos para un centro en el Congo que va de la mano con un centro de colaboración de primates”, recuerda con orgullo.
Su currículum de participaciones en proyectos sostenibles no queda ahí. “También he recaudado fondos, por ejemplo para Sea Shepherd, a raíz de un documental que vi en Netflix. Luchan contra la pesca ilegal y protegen la biodiversidad marina”, relata Lucía quien también recoge libros “que nadie quiere para donar el dinero a distintas causas”.
Involucrar a los jóvenes en la protección del medioambiente
Al más puro estilo Jane Goodall, uno de los objetivos de Lucía es involucrar a más gente. Incluso de su edad, “pero es complicado, aunque no me rindo”, matiza la joven quien sí ha encontrado en sus profesores un espaldarazo importante: “Los veo más involucrados”. Y es que Lucía ha podido realizar talleres de medioambiente en el colegio para concienciar a sus compañeros sobre “qué productos llevan aceite de palma, y cuáles son. Incluso sirvió a una profesora para descubrir una leche de fórmula que sí la llevaba y dejar de comprarla”, explica Lucía.
Su secreto para poder realizar todas estas iniciativas, y no buscar excusas: “Siempre intento encontrar tiempo. Para mí es importante porque es mi futuro”. Una pasión que ha transmitido a su hermana, que con solo ocho años va a crear su propio grupo en Raíces & Brotes. “Da igual la edad que tengas. Con que haya algo que puedas hacer, cualquier pequeña cosa que cambies. Desde tu alimentación, hasta comprar a granel o cerrar grifos, hace que cualquier persona pueda ayudar al planeta”, reivindica esta joven de 15 años.
Lucía Hernández, la adolescente que quiere despertar la conciencia ecológica de los más jóvenes. - BBVA
Porque ese encendido que no se apaga es la clave del éxito para unos jóvenes con necesidad de tomar conciencia. “Tienen que ponerse las pilas”, explica Lucía quien cree que un mundo mejor es posible, pero sumando esfuerzos: “Jane Goodall le da mucha importancia a las nuevas generaciones y cuando se unen más personas sentir que puedes hacer algo es muy importante”.
Para terminar, un llamado dedicado a la gente joven (y no tan joven): “Tenemos mucha información, todo lo que pase lo vamos a vivir nosotros. Mi consejo es que hagan algo, por poco que sea. Si no nos importa a nosotros, quién lo va a hacer”.