¿Qué es la innovación tecnológica? Los dos ordenadores que cambiaron el mundo
Internet ha sido quizás la innovación tecnológica más grande de los últimos tiempos. Revolucionaria, disruptiva, básica o sostenida, la innovación busca mejorar procesos o productos, crear nuevos servicios con más valor o cambios radicales en la industria. Hoy, estos avances están ligados a la digitalización.
Estamos en plena Guerra Fría. Es febrero del año 1958 y un grupo de 150 científicos e ingenieros se reúne por primera vez en la sede de la Oficina del secretario de Defensa de EE. UU. en el Pentágono. Todavía no lo saben, pero van a cambiar el mundo. Su trabajo pondrá en marcha una cadena de avances que acabarán resultando en la que probablemente es la mayor innovación tecnológica de nuestro tiempo: internet.
Aquel 7 de febrero los primeros integrantes de la agencia ARPA (de las siglas en inglés de agencia de proyectos de investigación avanzados) se pondrían manos a la obra con un único objetivo (y un gran presupuesto para conseguirlo). Tenían que desarrollar un sistema de uso militar para poder comunicar las bases de investigación bajo el control de EE. UU. Los primeros proyectos concretos llegaron un par de años más tarde. En 1965, dos ordenadores se comunicaron por primera vez entre sí, intercambiándose paquetes de datos. Fue en las instalaciones del MIT, el Instituto Tecnológico de Massachussets.
Historia del desarrollo de internet
En 1967 se creó ARPANET, la abuela de internet. Tardaría cuatro años en tener más de una veintena de ordenadores conectados, pero ya nunca dejó de extenderse. En 1981 se conectaban todas las universidades estadounidenses, en 1982 se unían centros de Reino Unido y los países nórdicos, y en 1991 la World Wide Web (WWW) tomaba los mandos. El resto es historia de nuestro presente tecnológico.
Hoy, cerca de 5.500 millones de personas usan internet en todo el mundo y hay casi 2.000 millones de páginas web operativas. Cada día se mandan 170.000 millones de correos electrónicos, se envían 500 millones de tuits o se reproducen 5.000 millones de vídeos en YouTube. De aquellos pocos paquetes de datos del MIT hemos pasado a compartir 8.500 millones de gigas cada 24 horas. Internet ha pasado a formar parte del día a día de familias, pequeños negocios, grandes empresas y sociedades completas.
Así se define la innovación tecnológica
“Internet fue en su día una gran innovación tecnológica, la más grande de todos los tiempos probablemente. Pero hoy nadie va a inventar la web. En los últimos 20 años han sido mucho más importantes las innovaciones ligadas a la digitalización que las ligadas al desarrollo de nuevas tecnologías”, ha señalado César Pablo Córcoles, director del programa del máster en desarrollo de sitios y aplicaciones web de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y experto en innovación. “Para la mayoría de las empresas y organizaciones no está al alcance crear nueva tecnología, pero sí innovar en procesos o formas de organización a través de la tecnología”.
Dar con una definición definitiva de qué es innovación tecnológica no es sencillo. En el manual de Frascati de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), por ejemplo, se señala que las innovaciones tecnológicas comprenden todos aquellos nuevos productos tecnológicos, así como cambios tecnológicos significativos de productos y procesos. Otras definiciones, como las que recogen las investigaciones en pequeñas y medianas empresas (pymes) e innovación de Arthur Tatnall y Stephen Burgess, de la Universidad de Victoria (Australia), se centran en el impacto de la introducción de alguna forma de tecnología (a menudo tecnología de la información) en una organización.
“Vamos a encontrar casi tantas definiciones como queramos”, añade Córcoles. “En la UOC tenemos la nuestra propia, basada en tres pilares. Innovar es concebir e implantar cambios significativos. Cambios que además deben tener como objetivo mejorar alguno de los procesos de la organización. Y cambios que impliquen el uso de conocimientos nuevos o la combinación de conocimientos existentes de una manera nueva. Todo ello, claro, adaptado a las necesidades de cada organización”.
Características de la innovación tecnológica
De acuerdo con el manual de Frascati de la OCDE, la innovación y el desarrollo, y por lo tanto la innovación tecnológica, se caracterizan por estar:
- Orientados a nuevos descubrimientos. Es decir, ser novedosos.
- Basados en conceptos e hipótesis originales y que no resulten obvios. Por lo tanto, ser creativos.
- Rodeados de cierto nivel de incertidumbre con respecto al resultado final.
- Planeados, presupuestados y desarrollados de forma sistemática.
- Orientados a resultados que podrían reproducirse. Es decir, deben ser transferibles y/o reproducibles.
¿Qué tipos de innovación tecnológica existen?
La innovación va, en esencia, de resolver problemas. No se trata de cambiar por cambiar, sino de cambiar para mejorar o solucionar algo. Por eso, no existe un camino marcado de innovación, sino tantos enfoques diferentes como tipos de problemas a resolver existen. La reflexión la expone Greg Satell, experto en transformación e innovación, en su libro ‘Mapping Innovation’.
A partir de ella, el autor define los que a su juicio son los cuatro grandes tipos de innovación: revolucionaria (capaz de resolver problemas bien definidos, pero muy complejos), disruptiva (se cuenta con las herramientas para innovar, pero no está claro el problema a resolver), básica (englobaría toda la ciencia de base, que investiga sin una finalidad comercial clara) y sostenida (busca mejorar procesos conocidos o resolver problemas bien definidos con una serie de herramientas ya conocidas).
La mayor parte de la innovación, aunque pueda parecer menos sugerente, sucede en este último campo, asegura el autor. Pero ¿qué sucede con la innovación tecnológica? ¿Qué tipos existen? Partiendo del modelo desarrollado por Satell, podemos hablar de tres grandes tipos de innovación tecnológica:
- Innovación tecnológica incremental. Es aquella en la que, a través de la tecnología, se van aplicando mejoras o cambios graduales en los productos o los procesos de una organización. Un ejemplo es la evolución de los Terminales de Punto de Venta (TPVs) como los de BBVA, que ofrece a los clientes empresariales la posibilidad no solo de cobrar desde este dispositivo, sino también gestionar su negocio.
- Innovación tecnológica disruptiva. A través de nuevas tecnologías o su aplicación, se crean nuevos productos o servicios que transforman el mercado y aportan nuevo valor. Un ejemplo es el uso del ‘blockchain’ en el sector bancario. BME, a través de Iberclear, BBVA y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) han llevado a cabo en España la primera emisión de un bono regulado registrado con este tipo de tecnología desarrollada por ioBuilders. Además, y sumando la sostenibilidad, en 2019 BBVA emitió para Mapfre el primer bono verde estructurado utilizando tecnología ‘blockchain’.
- Innovación tecnológica radical. Las nuevas tecnologías sumadas a nuevos modelos de negocio tienen el potencial de lograr cambios radicales en la industria.
Beneficios de la innovación tecnológica
“El mayor freno que tiene la innovación, hoy por hoy, es nuestra inercia. Si siempre vemos las cosas de una manera o con una tecnología determinada, nos cuesta cambiar y aprender a hacer algo de forma diferente”, ha explicado César Pablo Córcoles. “Esto es un problema, pero también tiene sus ventajas: nos ayuda a no cambiar por cambiar, innovar por innovar, un error en el que suelen caer muchas organizaciones”.
Para el experto de la UOC, es normal que una innovación tenga tanto beneficios como efectos secundarios indeseados. Por eso, para valorar el verdadero impacto positivo del cambio, las organizaciones tienen que ser capaces de medirlo. “Hay que medir pros y contras, qué ganamos y qué perdemos. Y aunque claramente los beneficios compensen, los efectos negativos no deben olvidarse y siempre deben intentar solucionarse. Por ejemplo, cuando se digitaliza la banca, a las personas mayores se les complica la vida. La innovación en este caso aporta mejoras en general, pero genera efectos negativos que aun así deben intentar solucionarse”, ha señalado.
En general, los beneficios que persigue toda innovación pasan por ganar eficiencia en los procesos, lo cual genera ahorros, permite hacer más productivo el proceso o facilita destinar los recursos liberados a otros procesos. Así, entre los grandes beneficios de la innovación tecnológica, destacan:
- Facilitar los procesos a través de la eficiencia, la flexibilidad y la agilidad.
- Reducir los costes mediante la optimización de recursos gracias, entre otras cosas, a la automatización.
- Mejorar la productividad. La mejor planificación de los recursos mediante herramientas tecnológicas permite maximizar resultados y tomar mejores decisiones.
- Generar nuevos puestos de trabajo. De acuerdo con el último informe del Foro Económico Mundial, los profesionales relacionados con las tecnologías de la información y la gestión de los datos son los más demandados.
“Innovar es un riesgo, pero no innovar también lo es. La crítica al cambio es necesaria, pero no puede llevarnos a enrocarnos y no querer cambiar nunca”, ha afirmado el profesor de la UOC. “Por último, hay que tener en cuenta que para implementar una innovación es muy importante tener detrás un equipo diverso. Si el equipo está formado por 18 hombres blancos de entre 35 y 45 años, seguro que va a haber impactos negativos de la innovación que van a pasar desapercibidos. Detrás de la innovación, debemos tener a personas de diferentes edades, géneros, etnias y culturas”.