Los animales más venenosos del mundo
El peligroso mundo de los animales más venenosos del planeta abarca desde las profundidades del océano hasta las selvas más densas. Estas criaturas han desarrollado venenos letales para sobrevivir y prosperar en sus entornos naturales, convirtiéndose en los más tóxicos del reino animal.
El mundo animal está lleno de maravillas y peligros ocultos y algunos de los mayores riesgos provienen de los animales más venenosos del planeta. Estos seres vivos han evolucionado para producir venenos potentes que utilizan como un medio de defensa o para cazar. Los venenos varían en composición y efectos, pero todos tienen un propósito común: inmovilizar o matar a sus presas y protegerse de los depredadores.
Entre los animales más venenosos del mundo, encontramos a criaturas como la medusa caja, cuyo veneno puede causar la muerte en cuestión de minutos; o la serpiente taipán del interior, conocida por su increíblemente potente neurotoxina. Estos nos animales no solo representan un peligro significativo para los humanos, sino que también son ejemplos fascinantes de la adaptación y evolución del reino animal
Los animales más venenosos del mundo:
- Cono Geógrafo (Conus Geographus)
- Cubomedusa Avispa de mar (Chironex Fleckeri)
- Pulpo de anillos azules (género hapalochlaena)
- Rana dardo dorada (Phyllobates terribilis)
- Taipán del interior (Oxyuranus Microlepidotus)
- Araña de embudo australiana (Atrax robustus)
- Hormiga Cosechadora de maricopa (Pogonomyrmex Maricopa)
- Ornitorrinco (Ornithorhynchus Anatinus)
- Pitohuí bicolor (Pitohui Dichrous)
Estos caracoles marinos tienen un arpón conectado a una glándula de veneno que utilizan para defenderse y cazar y que puede matar a un humano.
Cono Geógrafo (Conus Geographus)
A simple vista son solo bonitas caracolas. Pero los conos o cónidos, caracoles marinos con varios cientos de especies, ocultan un secreto: un arpón conectado a una glándula de veneno que utilizan para defenderse y cazar a sus presas, y que en algunas especies puede matar a un humano. El cóctel de 200 toxinas del cono geógrafo es tan potente que a este animal se le apoda “caracol cigarrillo”, por decirse que solo hay tiempo de fumar un cigarrillo antes de morir. Este cono tiene una segunda arma secreta: expulsa una nube de insulina con la que aturde a los peces para después atacarlos.
La avispa de mar, con el tamaño de un balón y tentáculos de 3 metros, suele pasar por la cubomedusa más letal.
Cubomedusa Avispa de mar (Chironex Fleckeri)
Las medusas son una molestia para los bañistas en las playas, pero algunas tropicales son un peligro mortal. Es el caso de las cubomedusas, con unas 50 especies. La avispa de mar, la mayor de ellas, con el tamaño de un balón y tentáculos de 3 metros, suele pasar por la más letal, lo que cuadra con su aspecto de calavera. Pero las diminutas Malo kingi o Carukia barnesi, del tamaño de una uña, no se quedan atrás. La picadura es tan dolorosa que las víctimas entran en shock y pueden morir incluso en pocos minutos.
El mordisco de los pulpos de anillos azules inyecta varios compuestos como la tetrodotoxina (“toxina zombi”) que produce una parálisis total.
Pulpo de anillos azules (género hapalochlaena)
Tampoco suele esperarse una amenaza de un pulpo, pero las marcas de colores llamativos en un animal suelen ser un aviso, y es el caso de los círculos azules y negros de las cuatro especies de Hapalochlaena. Estos pequeños pulpos tropicales del Pacífico y el Índico no son agresivos, pero pueden morder si se les provoca. El mordisco, a menudo indoloro, inyecta varios compuestos entre los que destaca la tetrodotoxina, popularmente llamada “toxina zombi” por producir una parálisis total que afecta también al sistema respiratorio, llevando a la muerte.
La mayor de las ranas dardo podría ser candidata al animal más venenoso del planeta.
Rana dardo dorada (Phyllobates terribilis)
Si hubiera que elegir un animal como el más venenoso del planeta, una candidata sería la mayor de las ranas dardo (dendrobátidos), anfibios de la América tropical con casi 200 especies. La dorada, cuyo color puede variar del verde al naranja, no pica ni muerde; su veneno, la batracotoxina, baña su piel como defensa contra los depredadores. Ciertos grupos indígenas de Colombia lo utilizan para envenenar sus flechas. Curiosamente, las ranas necesitan comer ciertos insectos para producir el veneno, y las criadas en cautividad no son tóxicas.
El veneno más tóxico de serpiente es el de la taipán del interior australiana: su mordedura bastaría para matar a 100 hombres o 250.000 ratones.
Taipán del interior (Oxyuranus Microlepidotus)
De unas 600 especies de serpientes venenosas en todo el mundo, elegir una como la más peligrosa no parece sencillo, pero sí el lugar donde es más probable encontrarla: en Australia viven las 11 más venenosas, y entre ellas el veneno más tóxico es el del taipán del interior, unas 20 veces más potente que el de una cobra y 400 veces más que el de una cascabel. Se calcula que el veneno de una mordedura bastaría para matar a 100 hombres o 250.000 ratones. Pese a ello, es una serpiente tímida y dócil que rara vez ataca. Su pariente de la costa (Oxyuranus scutellatus) es solo algo menos venenosa, pero más agresiva.
Solo una treintena de más de 43.000 especies de arañas pueden matar a un humano, como la araña de embudo australiana australiana.
A pesar del pánico común a las arañas, solo una treintena de más de 43.000 especies pueden matar a un humano, y quizá las más peligrosas no sean las más conocidas. En el primer puesto suele figurar la araña de embudo australiana, en competencia con las arañas errantes brasileñas del género Phoneutria. La australiana es conocida por su agresividad y su potente veneno, que puede matar si la persona afectada no recibe tratamiento.
El veneno más tóxico encontrado en un insecto es el de la hormiga cosechadora de Maricopa que se extiende por el oeste de EEUU y norte de México.
Hormiga Cosechadora de maricopa (Pogonomyrmex Maricopa)
Los insectos venenosos son muy abundantes, y sus picaduras a veces muy dolorosas. El veneno más tóxico encontrado en un insecto es el de esta hormiga de Arizona que se extiende por el oeste de EEUU y norte de México. Por suerte, los insectos no suelen representar una amenaza letal con una sola picadura, y este también es el caso de la hormiga cosechadora; hacen falta unas 12 para matar a una rata. Por desgracia, con las hormigas raramente la picadura es única: el insecto se agarra con las mandíbulas y pica numerosas veces, pero además segrega una feromona que atrae al resto de la colonia.
Los espolones de las patas traseras del ornitorrinco pueden infligir una picadura dolorosa para un humano, y letal para un perro.
Ornitorrinco (Ornithorhynchus Anatinus)
El ornitorrinco quizá sea un animal inesperado en esta lista, pero los espolones de sus patas traseras, que los machos utilizan para pelear, pueden infligir una picadura extremadamente dolorosa para un humano, y letal para un perro. El ornitorrinco representa a un puñado escaso de mamíferos venenosos que incluye varias especies de musarañas y sus parientes los solenodontes de Cuba y la República Dominicana.
El pitohuí bicolor de Nueva Guinea tiene en sus tejidos, incluyendo piel y plumas, varios derivados de la batracotoxina que utilizan las ranas dardo.
Pitohuí bicolor (Pitohui Dichrous)
De entre los grandes grupos de animales más comunes, las aves podrían parecer las menos amenazantes, con permiso de Alfred Hitchcock. Pero también entre ellas existe el veneno: el pitohuí bicolor de Nueva Guinea tiene en sus tejidos, incluyendo piel y plumas, varios derivados de la batracotoxina que utilizan las ranas dardo. Se piensa que obtiene el veneno de la dieta como defensa contra los depredadores. Hay otros pocos casos similares.