Las ventajas de utilizar el capital natural para medir el bienestar social
La naturaleza atesora un valor que los sistemas económicos llevan ignorando siglos. Sin embargo, entenderla y tenerla en cuenta es fundamental para encontrar soluciones al cambio climático. Nueva Zelanda es ejemplo de cómo los países pueden integrar este concepto en sus empresas e instituciones. En el monográfico de BBVA ‘Capital natural, freno para el cambio climático’ podrás conocer los beneficios de utilizar el capital natural como herramienta para mejorar el bienestar social.
Nueva Zelanda es uno de los países que más ha avanzado en los últimos años a la hora de integrar el concepto de capital natural en su toma de decisiones. Allí, este concepto forma parte de un conjunto muy amplio de indicadores que se usan para medir el bienestar de la sociedad neozelandesa y su sostenibilidad a corto, medio y largo plazo.
Esta es una manera de incluir la naturaleza en los sistema de contabilidad nacional. El objetivo de la misma es avanzar hacia indicadores de riqueza y desarrollo que dejan atrás el PIB. Gracias a ella, se puede valorar mejor la riqueza del entorno. De esta forma, se contribuye a ayudar a encontrar una salida a los desafíos climáticos y ambientales de las últimas décadas. Sin embargo, el alcance de este concepto no solo debe quedarse en las contabilidades nacionales. De hecho, también puede aplicarse a las empresas (y, además, ya se está haciendo).
“La contabilidad y la valorización del capital natural da información a las empresas sobre qué tipo de ecosistemas están impactando con su actividad, si son vulnerables o no, en qué estado están esos ecosistemas y qué medidas de compensación y mitigación pueden ponerse en marcha para intentar que el impacto sea neutro”, explica Sandra Magro, doctora en Ecología y Restauración de Ecosistemas y socia fundadora de Creando Redes, una empresa que se dedica a la valoración del capital natural.
Para los países y las instituciones, conocer el valor económico de los beneficios de la naturaleza visibiliza la contribución del medioambiente a los medios de vida y las economías humanas, permite tomar decisiones más inteligentes que tengan en cuenta la naturaleza y aseguran su sostenibilidad. De acuerdo con Conservation International, la valoración del capital natural hace posible que los gobiernos rindan cuentas ante la naturaleza, teniendo en cuenta su relación con la economía y el desarrollo.
Ventajas de utilizar el capital natural como herramienta empresarial
Para el sector privado y las empresas, tal como señalan desde la Campaña Europea Empresa y Biodiversidad, contabilizar el capital natural proporciona ventajas claras como:
- Métricas unificadas sobre impactos ambientales y recursos, que hacen posible integrar el capital natural en la toma de decisiones.
- Identificación de puntos críticos en la cadena de suministro y en la gestión de riesgos, evitando posibles interrupciones del negocio por daños ambientales o escasez de recursos.
- Mejora de la reputación ante la sociedad y los consumidores a través de acciones reales que contribuyan a mejorar la relación del negocio con la naturaleza.
- Contribuye a cuantificar el aporte de valor real a la sociedad.
Por todo esto, el enfoque que aporta el capital natural surge como una poderosa herramienta tanto para el sector público como para el privado. La valoración que ofrece no solo proporciona métricas claras para la toma de decisiones, sino que también abre la puerta a progresar en numerosos ámbitos empresariales. En definitiva, su aplicación se traduce en un gran avance en la mejora del bienestar social general, lo que supone todo un paso adelante hacia un futuro más sostenible para todos.