Las telecos europeas se suben a la ola verde
El sector de las telecomunicaciones será el protagonista en Europa de la siguiente oleada de emisiones de deuda verdes, un producto de financiación a largo plazo que inició sus primeros pasos en el año 2007 y que en 2019 se han consolidado como una alternativa de financiación sólida. “La oportunidad de emisión de bonos verdes quizá no sea tan evidente para las empresas de telecomunicaciones como lo era para las 'utilities' que protagonizaron la primera oleada de emisiones corporativas verdes, pero tiene todo el sentido del mundo”, asegura Regina Gil, responsable de bonos de BBVA para Europa y Asia, en una entrevista a Expansión.
Hasta ahora han sido las ‘utilities’, compañías que ofrecen servicios públicos como electricidad, gas o agua, las que han acudido a los mercados para financiarse con bonos verdes. Sin embargo, se confirma lo que ya se observaba en los últimos meses, el interés de otros sectores por acudir a los mercados en busca de este tipo de financiación.
Según el equipo de bonos sostenibles de BBVA, será el sector de telecomunicaciones el que protagonizará la próxima oleada de emisiones verdes. Se trata de un fenómeno que se está iniciando en Europa pero que se va a extender a Estados Unidos, mercados en los que la entidad cuenta con una franquicia fuerte y con un gran conocimiento por del sector de sus expertos. La entidad cubre casi todas las empresas de telecomunicaciones europeas y muchas de las americanas y latinoamericanas.
Se estima que en 2030 las tecnologías de comunicación supondrán el 2% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero
Los bonos verdes han despertado mucho interés por parte de los empresas de telecomunicaciones, un sector creciente y auto-regulado, así como de los inversores, que buscan diversificar sus carteras y miran sectores no tan obvios como otros. Eso ha provocado que telecos que no habían debutado como emisores hayan comenzado a plantearse nuevos escenarios.
Para las compañías de telecomunicaciones este instrumento de financiación sostenible tiene mucho sentido, hasta el punto de ser estratégico. Por un lado, puede incorporar inversores adicionales. Por el otro, por la naturaleza de su producto su huella de carbono es grande; por ejemplo, para trasladar datos se necesita un gran consumo energético y por lo tanto una producción negativa de CO2. “Su potencial de mejora en este aspecto es grande y las compañías han recibido con mucho interés el hecho de que este proceso pueda ser financiado a través de bonos verdes”, explica Patricia Cuenllas, originadora senior de bonos sostenibles, a Expansión.
Se estima que en 2030 las tecnologías de comunicación supondrán el 2% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero, cifras comparables a la industria de la aviación. Eso hace que estas empresas estén muy cerca del concepto de “transición hacia una economía baja en carbono”.
BBVA, líder en la emisión de bonos verdes
BBVA ha destinado una proporción de recursos y esfuerzos significativos con el objetivo de convertirse en uno de los líderes del segmento. En 2018, la entidad lideró 13 emisiones por un total de 7.197 millones de euros y en 2019 ya ha participado en otras cuatro operaciones.
Hoy por hoy ya trabaja con empresas de telecomunicaciones en España, Francia, Inglaterra, Portugal y Austria, interesadas en este tipo de financiación. Se trata de un proceso relativamente largo, dado que antes de debutar en el mercado las compañías han de trabajar, junto con la entidad financiera, en la estructuración del marco de emisión de bonos verdes que ampara estas operaciones.
Este proceso requiere un esfuerzo conjunto de diferentes equipos durante meses, especialistas por la parte del emisor y por parte de la entidad financiera, es por eso que para que pueda darse tiene que existir una convicción de la alta dirección. Ese trabajo codo con codo de los equipos permite afianzar la relación de la entidad financiera con algunos de los emisores más activos.
“La implicación de los directivos más senior es importante en la consecución y establecimiento del marco de emisión de bonos verdes, al ser necesaria la involucración de equipos de distintas disciplinas dentro de la organización. Los inversores toman en consideración no solo los proyectos concretos a financiar por el bono verde, también una apuesta decidida de la compañía por mejorar su impacto ambiental”, explica a Expansión Ángel Tejada, originador senior de bonos sostenibles.