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Las plantas más venenosas del mundo

El creciente interés por lo natural y lo ecológico trae consigo beneficios innegables, como una mayor conciencia medioambiental y un cambio hacia prácticas sostenibles. Sin embargo, la creencia de que "nada natural puede ser malo" puede resultar fatal. Aquí te presentamos algunas de las plantas más venenosas del mundo y sus efectos mortales.

Las plantas más venenosas del mundo
Javier Yanes (Materia)

La adoración por “lo natural” puede traer beneficios innegables si conduce a una mayor conciencia medioambiental y a prácticas más sostenibles. Sin embargo, surge un problema cuando se cae en el error de pensar, como lo expresó la actriz Gwyneth Paltrow, que “nada natural puede ser malo para ti”. Por ello, es importante recordar que existen innumerables plantas venenosas que pueden ser mortales, algunas incluso sin necesidad de ingerirlas. Aquí exploramos algunas de las especies vegetales más peligrosas del mundo.

Principales plantas venenosas:

  1. Aconito (Aconitum napellus)
  2. Manzanilla de la muerte (Hippomane mancinella)
  3. Belladona (Atropa belladonna)
  4. Ricino (Ricinus communis)
  5. Regaliz americano (Abrus precatorius)
  6. Adelfa (Nerium oleander)
  7. Gympi Gympi (Dendrocnide moroides)
  8. Planta de la patata (Solanum tuberosum)

Acónito (Aconitum Napellus)

Las plantas más venenosas del mundo

El acónito, matalobos o napelo azul es una de las plantas más venenosas de Europa, tóxica por simple contacto, pese a lo cual se cultiva en jardines. Su principal veneno, la aconitina, es una neurotoxina que penetra a través de la piel. Casos como el del jardinero británico fallecido en 2014 por manipularla, o el excursionista rescatado en 2023 con envenenamiento agudo en una montaña catalana, son solo ejemplos de su peligrosidad conocida desde antiguo.

Manzanilla de la muerte (Hippomane Mancinella)

Las plantas más venenosas del mundo

Estamos acostumbrados a que todo aquello que es peligroso se advierte con un cartel. La naturaleza no es tan considerada, y por ello a veces los árboles como la manzanilla de la muerte deben señalizarse para evitar desgracias. Presente en la franja tropical de América, destaca por el parecido de sus hojas y frutos con el manzano. Pero no solo todas sus partes son letales, sino que su savia quema la piel, por lo que se recomienda no cobijarse de la lluvia bajo este árbol, ya que el agua arrastra la savia, ni quemar su madera. La leyenda cuenta que su savia envenenaba la flecha que mató al conquistador español Ponce de León.

Belladona (Atropa Belladonna)

Las plantas más venenosas del mundo

La belladona es una de las plantas venenosas más populares, junto con otros clásicos de la literatura de crímenes como la cicuta (Conium maculatum) o la digital (Digitalis purpurea). Su nombre tradicional, del italiano “mujer hermosa”, procede de la antigua costumbre de las damas de aplicarse el jugo en los ojos para dilatar las pupilas, lo que hacía parecer los ojos más grandes. La belladona es un riesgo sobre todo para los niños, ya que sus bayas, de color negro brillante, tienen un sabor dulce, pero son letales. Este gusto agradable ha propiciado su uso frecuente como veneno desde la antigüedad.

Ricino (Ricinus Communis)

Las plantas más venenosas del mundo

Una de las candidatas a la planta más venenosa del mundo es el ricino, un arbusto originario de África y extendido por las regiones cálidas y tropicales. El peligro se concentra en sus semillas: solo cuatro pueden matar a un adulto. De su toxina, la ricina, se dice que es 6.000 veces más tóxica que el cianuro. Curiosamente, de las semillas se extrae también el aceite de ricino, una medicina tradicional.

Regaliz Americano (Abrus Precatorius)

Las plantas más venenosas del mundo

También conocida como rosario de guisantes, el peligro de esta planta radica en que sus semillas se utilizan como abalorios de pulseras, collares o rosarios que además se venden en internet. La semilla intacta no es peligrosa; la toxina, llamada abrina, está en el interior, y es hasta 75 veces más venenosa que la ricina. Las historias populares hablan de muertes de artesanos al pincharse el dedo mientras perforaban las semillas para fabricar bisutería.

Adelga (Nerium Oleander)

Las plantas más venenosas del mundo

Una de las plantas ornamentales más típicas de la cuenca mediterránea, cultivada hoy en amplias regiones del mundo, suele citarse entre las más venenosas del planeta. La adelfa contiene toxinas como la oleandrina y otras. Aunque las intoxicaciones son frecuentes, los casos mortales son muy raros; el sabor amargo de la planta tiene un efecto disuasorio. Según la leyenda, soldados de Napoleón murieron en España por ensartar la carne para asar en ramas de adelfa, aunque también hay quienes dicen que quizá se haya exagerado su toxicidad.

Gimp Gimp (Dendrocnide Moroides)

Las plantas más venenosas del mundo

Una de las plantas más peligrosas del mundo está emparentada con nuestra familiar ortiga, pero deja a esta reducida a una leve molestia. El gympie-gympie, como se conoce en su región nativa de Australasia, Indonesia y Malasia, es un arbusto de grandes hojas cuyos pelos urticantes producen un dolor extremo que puede prolongarse durante meses o incluso años. Una investigadora lo describió como una sensación de electrocución y quemadura de ácido al mismo tiempo, y las historias en torno a esta planta hablan de suicidios por el dolor insoportable, incluso de caballos arrojándose por acantilados. Aún peor, los pelos se liberan al aire y pueden inhalarse.

Planta de la patata (Solanum Tuberosum)

Las plantas más venenosas del mundo

Aunque no se cuente entre las más venenosas, merece mención una planta tóxica que a la vez es, paradójicamente, uno de los alimentos más populares del mundo. La planta de la patata contiene toxinas como la solanina y la chaconina, que por suerte son menos abundantes en el tubérculo, la única parte comestible. El color verde en las patatas o la aparición de brotes son signos de actividad metabólica que aumenta la producción de toxinas. No son raros los casos de intoxicaciones con patatas viejas, y algunos expertos advierten de que no se conocen los efectos de las toxinas a largo plazo. Un caso similar es el tomate, de la misma familia de las solanáceas a la que también pertenece la belladona.