Las oportunidades de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para las pymes
La economía circular, el impulso de la energía renovable, la eficiencia energética o los negocios inclusivos son el presente y futuro. Por este motivo, es importante que las pymes conozcan cómo abordar la transformación hacia modelos de producción y negocio sostenibles. BBVA muestra las herramientas para la transición ecológica en uno de sus monográficos sobre sostenibilidad.
A la hora de invertir, como advierte el Pacto Mundial, “las finanzas sostenibles tratan de canalizar los fondos hacia inversiones que tienen en cuenta cuestiones ambientales y/o sociales y atender las expectativas de inversores socialmente responsables y sus necesidades de inversión en estrategias empresariales sostenibles”. Esta iniciativa de la ONU afirma que “los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) podrían generar hasta 12 billones de dólares hasta 2030.
Su cumplimiento posibilita una gestión empresarial más responsable, mejora la reputación y abre la puerta a nuevos clientes y mercados. Además, transitar hacia la acción climática supone un ahorro de costes y recursos naturales. Es algo más que una imagen y mucho más que marketing. Es una realidad que debería acompañar la política financiera y corporativa.
Ejemplos de acción: el potencial de la economía circular
Dentro de todas las opciones y oportunidades que la sostenibilidad ofrece a cualquier pyme, hay una tendencia que cada vez se practica más: la economía circular y la revalorización de residuos. El modelo lineal basado en la extracción de los recursos, la producción, el consumo y la eliminación ya no funciona. Hoy, debemos transitar hacia un modelo circular que perpetúe el ciclo de vida de la cadena de producción. De este modo, los residuos se convierten en una nueva materia prima.
Desde la perspectiva medioambiental, reducir el impacto que ejercemos sobre el planeta implica participar de este nuevo modelo incorporando en la empresa hábitos más responsables, que respeten el medio donde vivimos y nuestra salud. La meta de este sistema es alargar la vida útil de todos los productos atendiendo las 7 R: rediseñar, reducir, reutilizar, reparar, renovar, recuperar y, cuando ya no haya otra opción, reciclar. Esta acción es la que está más implantada por las campañas de concienciación. Sin embargo, antes del reciclaje, hay que intentar aplicar los pasos anteriores para conseguir más con menos materias primas y evitar las más de 2.000 toneladas de desechos que se generan en el mundo al año.
En el proceso hacia la economía circular, la revalorización de los residuos es fundamental para optimizar los recursos. Esta es la finalidad de Humus-Spain, un proyecto que impulsa el potencial de sumidero de carbono de los suelos. El reciclaje y la revalorización de residuos ganaderos y de biomasa permiten que se cree humus de lombriz de alta calidad para regenerar los ecosistemas dañados y la agricultura ecológica. El mismo objetivo es el de Hercal Diggers, que ha puesto en marcha en Terrassa (Barcelona) la planta de valorización de residuos H-ZERO: la primera instalación en España que transforma los residuos pétreos de obras de demolición en áridos reciclados para la fabricación de hormigón sostenible.
Para obtener soluciones innovadoras y desarrollar proyectos transformadores, la condición I+D+i sumada a las colaboraciones público-privadas son fundamentales. Como resultado de estas interacciones en el Valle de Ica, al sur de Lima, en Perú, la gestión del agua funciona mediante el nexo entre este recurso, la energía y la alimentación bajo el contexto del cambio climático. Esta mirada está permitiendo acelerar la transición ecológica justa y cumplir con los ODS para el año 2030 en el marco del Acuerdo de París.
Las claves de la transición energética: el potencial de las renovables y la eficiencia
Otro de los grandes núcleos de acción se encuentra en el ámbito de la transición energética. Y no solo por el contexto geopolítico de la Guerra de Ucrania -que exige una aceleración del cambio de modelo energético, que también-, sino porque a corto, medio y largo plazo los combustibles fósiles no son sostenibles para el planeta ni sanos para las personas. Ello obliga a virar el timón hacia las energías renovables, que no solo cuidan del medioambiente y de la salud, sino que permiten ahorrar hasta un 20% en la factura y proporcionan seguridad e independencia.
Apostar por las energías limpias significa posicionarse en el mercado de una forma segura y más económica. Este reto es el que sigue también Europa con el plan REPowerEU: el ahorro energético, la producción de energía limpia y la diversificación de suministros de energía son algunas de las acciones marcadas para frenar la crisis energética agravada por la invasión rusa de Ucrania.
Existen diferentes fórmulas para usar energía 100% verde en la empresa. Una de ellas pasa por el consumo compartido a través de la creación de comunidades energéticas. Esta fórmula permite gestionar y producir energía limpia de forma colectiva aprovechando los recursos renovables.
Sapiens Energía es un ejemplo de Comunidad de Energías Renovables (CER) pionera en la promoción, diseño, dinamización, asesoramiento y gestión de autoconsumo colectivo en municipios, áreas empresariales y terrenos agrícolas. Otra posibilidad es que las empresas produzcan y consuman su propia electricidad adaptando el local o la nave.
Por su parte, el Grupo Tragsa, además de la adquisición de vehículos eléctricos y colocar un cargador para estos coches, ha implantado una instalación solar fotovoltaica en la cubierta de la nave taller de la sede en Santiago de Compostela que puede servir de inspiración para otras empresas.
Desde Lean&Green, con una guía de actuación alineada con las normativas internacionales, ayudan a las pymes a acelerar la descarbonización del sector logístico. Esta plataforma de colaboración europea adapta a las empresas de todos los sectores a los desafíos que plantea el nuevo marco. Su objetivo es restar emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de las actividades logísticas.
Los coches, las furgonetas, los camiones y los autobuses generan más del 70% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero (GEI) del sector transporte, por lo que contar con un sistema eficiente es fundamental. Y en esto las empresas pueden contribuir mucho. También con otras acciones vinculadas con la logística, la paquetería y el delivery, como sustituir el 'packaging' y menaje fungible por otro ecológico y reciclable.
El 'renting' de vehículos eléctricos es otra opción para avanzar en la electrificación que se extiende a las flotas de las empresas. Para incorporarlo gradualmente, existen servicios de asesoramiento como el que ofrece BBVA Autorenting.