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Social 22 may 2024

¿Las nuevas generaciones son más inteligentes que sus padres? ¿El uso del celular genera adicción?

Incógnitas que no tienen una respuesta simple, por lo que Manuel Martín-Loeches Garrido, catedrático de Psicobiología en la Universidad Complutense de Madrid, durante su participación en la iniciativa de BBVA Aprendemos Juntos 2030 detalla los razonamientos que existen detrás de las ideas actuales que plantean si los hijos son más inteligentes que sus padres o si el uso del celular puede ser adictivo y afectar su inteligencia.

Los razonamientos que existen detrás de las ideas actuales que plantean si los hijos son más inteligentes que sus padres o si el uso del celular puede ser adictivo y afectar su inteligencia.

El catedrático plantea inicialmente cuál es el origen de la inteligencia; es decir, si una persona es más o menos inteligente y esto se debe a que sus padres o sus abuelos eran muy inteligentes (factor biológico) o bien si su inteligencia es un beneficio adquirido de la educación y de la cultura (factor social) a la que ha sido sujeto. “Y la respuesta es que son las dos cosas”. La inteligencia es producto de la capacidad biológica de la persona y de la cultura, del aprendizaje, y sobre todo de la acumulación de conocimientos, siendo esto último un factor clave en el desarrollo del ser humano.

¿Qué es ser una persona inteligente?

De acuerdo con Martín-Loeches, y ante la diversidad de definiciones que existen al respecto y a modo de resumen de todas las respuestas, señala que “lo que hace que una persona sea inteligente es la capacidad de solucionar problemas nuevos. Si hay un problema nuevo y lo puedes solucionar, eres inteligente. Si el problema es más difícil y lo puedes solucionar, eres más inteligente”.

“la inteligencia es aquello que utilizas cuando no sabes lo que hay que hacer”

Es cierto que existen animales y especies que ya cuentan con respuestas previas en sus genes para resolver problemas y son los instintos y los reflejos. Si bien las personas también cuentan con ellos es cierto que casi ninguna respuesta está pre-programada, ya que se va aprendiendo y se van creando respuestas nuevas a problemas nuevos. Para el experto, “la inteligencia es aquello que utilizas cuando no sabes lo que hay que hacer”.

Manuel Martín-Loeches, psicobiólogo en su participación en la iniciativa de BBVA, Aprendemos Juntos 2030

Las nuevas generaciones son más inteligentes que sus padres ¿o no? El efecto Flynn

El efecto Flynn -llamado así en honor al investigador neozelandés James R. Flynn, quien descubrió y documentó la existencia de un crecimiento constante en el cociente intelectual (CI) de las personas, el cual oscilaba entre dos a tres puntos por década- explica el concepto sobre el que se construye la idea de que los hijos son más inteligentes que sus padres.

Pero, ¿de dónde se origina el crecimiento del CI? Para Martín-Loeches, este crecimiento es fruto de la escolarización, la alfabetización, la educación y el conocimiento acumulado. En el efecto Flynn la variable biológica no tiene ningún efecto, ya que los cerebros son los mismos, no ha habido tiempo para que desde que se hace la aplicación de los tests de inteligencia (principios del siglo XIX) los cerebros se hubieran modificado genéticamente.

"el efecto Flynn comienza a frenarse"

Sin embargo, también existen datos más recientes que señalan que el efecto Flynn comienza a frenarse, y esto curiosamente se da en las sociedades más avanzadas. Esta información es la que también da origen al concepto de que los hijos ya no son más inteligentes que los padres, pero descrito de una forma más precisa, en las sociedades avanzadas, “el efecto Flynn se va minimizando. ¿Por qué? Porque ya hace tiempo tenemos todos un nivel alto de educación. Un nivel alto de escolarización, un nivel alto de lectura y escritura”, precisa Martín-Loeches.

El celular, el cerebro y la adicción

Nomofobia o adicción al celular - phubbing

“Hoy todavía no se sabe cómo afecta el uso de la tecnología al funcionamiento cerebral, porque hay evidencias en todos los sentidos. Es verdad que hay mucha gente que dice que el uso de la tecnología, sobre todo el móvil, puede tener consecuencias nefastas para el cerebro. Pero hay muchos trabajos que muestran que no es exactamente así. No queda claro. Hay un poco de trabajos contradictorios. Yo creo que con el tiempo se irá viendo”, apunta el psicobiólogo ante el cuestionamiento de que las generaciones recientes están seducidas por la tecnología.

Sin embargo, Martín-Loeches señala que el uso de las tecnologías tiene un pequeño problema que no tiene que ver con la inteligencia, tiene que ver más con las adicciones. “La tecnología que usamos y de la que abusamos muchas veces, es de donde viene el problema”. En ese sentido y como ejemplo explica que en el uso de las redes sociales, recibir un “like” genera satisfacción y activa el sistema de las emociones, el cual se estimula cada vez que se recibe algo agradable, como por ejemplo una sonrisa, una palmadita en la espalda, una expresión de ánimo y también cuando se recibe un “like”.

Y esa parte del cerebro es la que se relaciona con las adicciones, porque al estimular esa zona del cerebro se genera un aumento de dopamina. Este neurotransmisor se encarga de informar al cerebro de las acciones o sustancias que son importantes o útiles para la supervivencia del individuo. Aquí surge el peligro de generar una adicción por recibir estímulos positivos o “likes”. “Eso es lo peligroso de la tecnología, pero si eso lo sabemos controlar, los beneficios de la tecnología pueden ser muchos y muy grandes”, señala el experto.

En el capítulo de Aprendemos Juntos 2030 “Enigmas del cerebro: ¿Qué nos hace únicos?” el psicobiólogo, Manuel Martín-Loeches aborda también temas cómo “¿de qué nos sirve ser tan listos? Y si somos tan listos ¿por qué nos equivocamos? ¿Afecta a nuestra inteligencia el uso de las inteligencias artificiales? ¿Son importantes las historias para el desarrollo del ser humano y la sociedad?” e incluso a develar si es cierto que las personas más inteligentes son menos felices.