La sostenibilidad llega a los mercados financieros de Europa para quedarse
Las finanzas sostenibles cada vez están más presentes en la agenda no sólo de las empresas y organizaciones europeas, sino también de los reguladores. El mercado de bonos no es ajeno y se ha mostrado muy sensible a estos temas, como ha quedado recientemente demostrado durante la última edición de la Spanish Funding Conference. La jornada, organizada por la Asociación para los Mercados Financieros de Europa y celebrada el pasado 7 de febrero en Madrid, contó con la participación de BBVA, como uno de los bancos líderes en criterios ESG (‘Environmental, Social, Governance’, por sus siglas en inglés).
Bancos de inversión, reguladores, inversores internacionales, agencias de calificación crediticia, consultoras… Todas reconocen la importancia de la financiación sostenible y coinciden en la necesidad de adaptarse y anticiparse a una demanda cada día más sensibilizada, tal y como puso de relieve la Spanish Funding Conference.
BBVA, como entidad financiera que está liderando el debate sobre finanzas sostenibles, fue uno de los bancos invitados a participar en las sesiones. “Estamos en un punto de inflexión en financiación sostenible”, explicó Antoni Ballabriga, director global de Negocio Responsable de BBVA. “Desde bonos, pasando por préstamos y líneas de crédito, hasta llegar a fondos de inversión. Todos son productos verdes orientados al desarrollo de prácticas responsables con los entornos y a la puesta en marcha de soluciones para la conservación y buen uso de los recursos y del medio ambiente; así como proyectos sociales, que buscan promover mejoras en los campos de la educación, la vivienda, la salud o el empleo”, comentó Ballabriga en su intervención.
En un panel, centrado exclusivamente en finanzas sostenibles, se trataron temas como los beneficios de los bonos verdes para los usuarios y los inversores, la inversión socialmente responsable o qué implica el nuevo plan de acción de la Comisión Europea de finanzas sostenibles. Junto a Ballabriga, participaron Lusina Berbevian, de S&P Global Ratings y Raluca Tircoci-Cranium, directora de Crecimiento en Mercados Emergentes de la Organización Internacional de Comisiones de Valores.
"Será interesante ver las estrategias de las empresas en sostenibilidad durante los próximos años"
BBVA ha marcado algunos importantes hitos durante 2018 en lo que respecta a la financiación sostenible, como el primer ‘bono de género’, emitido en Turquía y cuyo objetivo es apoyar a las mujeres emprendedoras, o la emisión del primer préstamo verde de América del Sur con la empresa Ferreycorp. De hecho, en 2018, BBVA ha sido uno de los tres bancos a nivel mundial con mayor producción en financiación verde o sostenible en el ámbito corporativo. Y, aunque 2019 acaba de empezar, la entidad va por la misma senda de récords.
A finales de enero, Telefónica colocó un total de 1.000 millones de euros en deuda a cinco años en la primera emisión de bonos verdes realizada por la compañía siendo la primera emisión verde de una empresa de telecomunicaciones. Para ello, contó con BBVA, entre otros bancos, para su estructuración y colocación. Iberdrola, también contó con BBVA como uno de los colocadores de su emisión de deuda híbrida verde de 800 millones de euros, hace apenas unos días. Porque, como explicaba Ballabriga en su intervención, “que un bono verde dé más beneficios que un bono estándar es cuestión de tiempo”.
En esa línea, para Antoni, uno de los elementos que debe tenerse en cuenta en este reto es la tecnología, capaz de marcar una diferencia “para integrar las finanzas sostenibles como un todo”. Precisamente, BBVA es una de las entidades que más ha interiorizado esta idea y, por ello, está integrando la tecnología ‘blockchain’ en estos productos, ya que ayuda a crear un mercado más transparente y fluido.
“Hace unos años era difícil imaginar la importancia que tienen hoy en día las finanzas sostenibles, tanto para el regulador como para las entidades bancarias. Pero ahora será interesante ver las estrategias de las empresas en sostenibilidad durante los próximos años”. Así, uno de los puntos clave pasaría por apoyar al usuario, no sólo externamente, sino también internamente, y mantener un diálogo en materia de sostenibilidad con los inversores y el regulador, con el objetivo de integrar los riesgos medioambientales en los riesgos financieros asumidos por los bancos.