La semana del clima en Nueva York: un impulso con la vista puesta en la COP28
Nueva York volvió a acoger Climate Week, encuentro anual sobre los logros y retos relacionados con la lucha contra el cambio climático que marca la agenda previa a la Conferencia de las Partes (COP28), que tendrá lugar en Dubái a finales de noviembre. El evento, coordinado por Climate Group, organización internacional sin ánimo de lucro dedicada a impulsar la acción climática, sirvió para hacer balance de lo avanzado en los ODS, retomar el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados y acelerar la descarbonización del planeta.
La presente edición XV de la Semana del Clima 2023, celebrada entre el 17 y el 24 de septiembre con el tema 'We Can, We Will' ('Podemos. Lo haremos', en español) presentó un programa de unos 400 eventos y actividades por toda la ciudad de Nueva York, tanto presenciales como híbridos y online; incluyendo charlas, conferencias, mesas redondas abiertas al público y proyección de documentales.
Los eventos de mayor relevancia en la Climate Week 2023 fueron la ceremonia inaugural, que contó con la participación de jefes de Estado, funcionarios y líderes de la sociedad civil, y los primeros días de la semana, que reunieron a más de 1.000 líderes de empresas, gobiernos y sector climático; especialmente el miércoles, cuando las actividades coincidieron con la Asamblea General de la ONU también celebrada en Nueva York y cuyas deliberaciones dieron prioridad a los desafíos globales impuestos por el calentamiento global.
Con el foco puesto en que el mundo triplique la potencia actual de las energías renovables para el año 2030, la compleja aceleración hacia la descarbonización fue el tema principal de una Semana del Clima marcada por las ausencias destacables de algunos países, los obstáculos con los que se enfrentan las grandes empresas para cumplir con sus compromisos y, sobre todo, el incipiente rol de las autoridades locales en la lucha contra el cambio climático.
Viejas ausencias y nuevos compromisos nacionales
El compromiso de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero tiene un enemigo común identificado por todos los participantes: los combustibles fósiles. Contra ellos, António Guterres, secretario general de la ONU, dedicó una encendida retórica? durante la Cumbre de la Ambición Climática a la que no asistieron los cinco países más contaminantes del mundo: EEUU, China, India, Rusia y Japón. Estas notables ausencias no han evitado que otras naciones hayan anunciado nuevas medidas para mitigar los efectos de las emisiones mundiales, que no han dejado de crecer desde 2015, cuando casi 200 países firmaron el Acuerdo de París.
“La humanidad ha abierto las puertas al infierno”, dijo el secretario general de la ONU. “El calor horrendo está teniendo efectos horrendos. [Hay] agricultores angustiados que ven cómo las inundaciones arrastran sus cultivos”, mencionó. “La acción climática se ve eclipsada por la magnitud del desafío. Si nada cambia, nos dirigimos hacia un aumento de la temperatura de 2,8 grados, hacia un mundo peligroso e inestable”, abundó el máximo representante de la ONU en la reunión. Ante este panorama hizo un llamado a los mandatarios allí congregados. “Corresponde a líderes como usted escribirlo. Todavía podemos limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados. Todavía podemos construir un mundo de aire puro, empleos verdes y energía limpia asequible para todos”.
Entre los países que se han comprometido a establecer objetivos climáticos más ambiciosos destaca Brasil, que anunció una actualización de su plan climático para reducir las emisiones respecto a los niveles de 2005 en un 50-53% para 2030, lo que supone un aumento respecto a su promesa del 43% en 2015. Por su parte, Colombia y Panamá anunciaron su adhesión a Powering Past Coal Alliance, la coalición de gobiernos comprometidos a dejar de construir centrales eléctricas de carbón y a eliminar gradualmente las que tienen. El anuncio es especialmente reseñable en el caso de Colombia, sexto mayor exportador de carbón mundial.
Además, algunos países europeos prometieron mayor contribución para luchar contra el cambio climático. Es el caso de Dinamarca, que amplía el capital para su Fondo de Inversión para los Países en Desarrollo (IFU). En el mismo sentido, España, Luxemburgo o Islandia se comprometieron a aumentar sus contribuciones al Fondo Verde para el Clima (GCF, en sus siglas en inglés), contrastando con la reducción de la financiación a este mecanismo de ayuda a los países en desarrollo por parte de Francia y Reino Unido.
La credibilidad y la implementación en materia climática
La credibilidad es uno de los conceptos en torno a los cuales gravitó la Semana del Clima, y así lo subrayó la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, durante un discurso en el que planteó “principios” voluntarios para estimular la inversión privada en energías limpias y combatir el greenwashing. “El cambio climático es una oportunidad de inversión para las empresas estadounidenses”, afirmó Yellen quien además señaló, citando diversas investigaciones, que se necesitaban más de tres billones de dólares para reducir las emisiones cada año desde ahora hasta 2050.
La secretaria del Tesoro estadounidense hizo, de igual forma, un llamado a las instituciones financieras para aumentar su compromiso con aquellos proyectos que contribuyan a reducir los gases de efecto invernadero. “Las instituciones financieras corren el riesgo de quedarse atrás con activos varados, modelos de negocios obsoletos y oportunidades perdidas de invertir en la creciente economía de energía limpia”, aseguró Yellen.
Para António Guterres, “un número significativo de países, de regiones, ciudades, empresas e instituciones financieras ya están alineando plenamente sus políticas y sus estrategias con el objetivo de 1.5°C. Y si estos primeros en actuar pueden hacerlo, todos pueden hacerlo”.
Por otro lado, la coalición de instituciones financieras conocida como alianza financiera por las cero emisiones netas de Glasgow (GFANZ, por sus siglas en inglés) aprovechó la Semana del Clima para presentar un documento de consulta sobre estrategias para las instituciones financieras con el que desarrollar formas de medir la reducción de emisiones mediante tecnologías, la eliminación progresiva de grandes activos contaminantes o la financiación de empresas con planes para reorientar su actividad con el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 grados.
El nuevo papel de las autoridades locales
Como anticipo de lo que está por venir en la COP28, que organizará una primera cumbre para funcionarios locales, líderes municipales y estatales tuvieron más peso en la Semana del Clima. La tercera jornada, por ejemplo, dio protagonismo a entidades subnacionales como California, Quebec y Washington. El estado occidental de Estados Unidos ha establecido iniciativas de justicia ambiental y de calidad del aire y requisitos de divulgación de emisiones, mientras que los otros cooperan en un mercado de comercio de derechos de emisión con fijación previa de límites máximos. Estos forman parte de Beyond Oil and Gas Alliance, coalición internacional de gobiernos y partes comprometidas con un futuro sin combustibles fósiles que refuerza su capacidad de progreso.
Líderes municipales, como las alcaldesas de Salt Lake City, de Montreal y de París, también han encabezado actos. Muchas ciudades como estas reducen las emisiones más rápidamente que los gobiernos nacionales, según afirmó Yvonne Aki-Sawyerr, vicepresidenta para África de C40 Cities, red que agrupa a un centenar de alcaldías. Y es que son los gobiernos municipales los q están en primera línea de una crisis climática que tiene efectos devastadores tanto para municipios estadounidenses arrasados por fuegos descontrolados, como para pueblos libios devastados por inundaciones, para comunidades indias que sufren muertes masivas por las olas de calor o para pueblos del África subsahariana que viven sequías agravadas por el cambio climático.
“Ya se trate de una inundación, de un incendio o de una sequía, su impacto lo sufren directamente los residentes que acuden a nuestra puerta y de los que somos responsables”, resumió Aki-Sawyerr. “No podemos permitirnos el lujo de hacer declaraciones políticas, guardarlas en una estantería y olvidarnos de ellas”. Sus palabras se hacen eco de las declaraciones con las que el presidente del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), Jim Skea, cerraba su intervención en la Semana del Clima: “Nuestro mensaje sobre las capacidades que tenemos es contundente: disponemos de las tecnologías, los conocimientos y el dinero para hacer frente al cambio climático. Tenemos que ponerlos en práctica. Ya”.