La pobreza sigue en aumento en América Latina
La erradicación de la pobreza y la reducción de la desigualdad siguen siendo dos de los grandes retos de la región, en momentos en que varios países de América Latina son testigos de protestas y demandas sociales.
Las proyecciones de la Cepal indican que en 2019 la pobreza en esta zona del mundo podría llegar a los 191 millones de personas, un 3,2% más que en 2018, de los cuales 72 millones estarían en la pobreza extrema, dificultando el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) No. 1. de Naciones Unidas.
En su informe Panorama Social de América Latina 2019, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), señala que la región logró sacar a 66 millones de personas de la pobreza al reducir de manera significativa ese indicador del 45,4% en 2002 al 27,8% en 2014, disminuyendo también la tasa de pobreza extrema del 12,2% al 7,8% en ese mismo período. Sin embargo, a partir de 2015 la tendencia cambió y empezó a aumentar de nuevo hasta llegar en 2018 al 30,1%; es decir, 185 millones de personas se encontraban baja la línea de pobreza el año pasado, de las cuales 66 millones estaban en situación de pobreza extrema (el 10,7% del total).
Brasil y Venezuela son responsables por el aumento de la pobreza en la región
De acuerdo con la Cepal, el aumento de la pobreza en la región entre 2015 y 2018 se explica principalmente por el incremento en Brasil y en Venezuela, mientras que en el resto de países la tendencia fue de reducción. Es así que, excluyendo esos dos países, en América del Sur el porcentaje de personas pobres se redujo entre 2014 y 2017 y se presentó un leve aumento en 2018, explicado por el incremento registrado en Argentina. En Centroamérica y México se redujo del 45% en 2014 al 42% en 2018.
El organismo de Naciones Unidas explica que los mejores resultados en la reducción de la pobreza se presentan en países en los cuales, junto al incremento de los ingresos laborales, aumentaron las transferencias públicas y privadas. Al respecto indica que la redistribución ha sido fundamental y señala que aquellos países que enfrentan mayores desafíos para cumplir las metas de la Agenda 2030 son los que presentan niveles más bajos de gasto social. Las cifras de la Cepal indican que el gasto social de los gobiernos centrales de la región aumentó de 10,3% a 11,3% del PIB entre 2011 y 2018, alcanzando a 52,5% del gasto público total. América del Sur tiene el promedio de gasto público social más alto de la región (13,2% en 2018), mientras que en Centroamérica y México esa cifra es de 9,1%.
Tasas de pobreza y pobreza extrema en América Latina 2002-2019 (en porcentajes)
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), sobre la base de Banco de Datos de Encuestas de Hogares. Promedio ponderado de los siguientes países: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. Los valores corresponden a proyecciones.
"Para 2019, se proyecta un aumento de la pobreza y la pobreza extrema en el agregado regional, que llegaría a tasas del 30,8% y el 11,5%, respectivamente. De confirmarse estas estimaciones, en 2019 habría 27 millones más de personas pobres que en 2014; peor aún, de ellas 26 millones se encontrarían en situación de pobreza extrema", señala el informe.Las mayores dificultades económicas se presentan en los residentes de zonas rurales, los niños, niñas y adolescentes, las mujeres, las personas indígenas y la población afrodescendiente.
Esta situación resulta preocupante, dado el contexto regional de bajo crecimiento. De acuerdo con BBVA Research, la región crecerá este año solo un 0,7% y en 2020 tendrá una recuperación muy débil y estará muy por debajo del crecimiento mundial que se estima en 3,1%. Pero además, se enfrentan a otras situaciones que afectan a los países como es el aumento y mayor complejidad de la migración, los temas relacionados con desastres cada vez más frecuentes, la emergencia climática, el envejecimiento de la población y las transformaciones en el mercado de trabajo por la evolución tecnológica y cambios en la regulación laboral que, según la Cepal, tiene fuertes efectos de precarización del empleo en algunos países.
Todos estos factores representan un desafío para la región en su propósito de cumplir con el OSD No. 1. Y es que según el organismo de Naciones Unidas, la erradicación de la pobreza y de la pobreza extrema, así como la reducción de la desigualdad en todas sus dimensiones "continúan siendo desafíos centrales para los países de América Latina y uno de los principales nudos críticos que enfrenta la región para avanzar hacia el desarrollo sostenible".
Personas en situación de pobreza y pobreza extrema en América Latina 2002 - 2019 (en millones)
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), sobre la base de Banco de Datos de Encuestas de Hogares. Promedio ponderado de los siguientes países: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. Los valores corresponden a proyecciones.
Reducir la desigualdad
La disminución de la desigualdad de ingresos resulta clave para retomar la senda de reducción de la pobreza y como lo señala la Cepal, no basta con tener crecimiento económico, sino que este debe estar acompañado por políticas redistributivas y políticas fiscales activas. Al respecto, el informe destaca el incremento de los estratos de ingresos medios, aunque alerta que siguen experimentando diversas carencias y vulnerabilidades, tanto en relación con sus ingresos como en el ejercicio de sus derechos. Este sector de la población registra déficits de inclusión social y laboral y un alto grado de vulnerabilidad a volver a caer en la pobreza por situación de desempleo o caída de sus ingresos.
Entre 2010 y 2019 los migrantes de América Latina aumentaron de 30 a 40,5 millones
"Entre 2002 y 2017, la participación de los estratos de ingresos bajos en el total de la población disminuyó de 70,9% a 55,9% (porcentaje que incluye a las personas en situación pobreza extrema, pobreza y en estratos bajos no pobres). A su vez, la participación de los estratos de ingresos medios (divididos en medios-bajos, medios-intermedios y medios-altos) creció del 26,9% al 41,1%. De esta forma, el 76,8% de la población de América Latina pertenece a estratos de ingresos bajos o medios-bajos. Por último, las personas pertenecientes a los estratos de ingresos altos pasaron del 2,2% al 3,0%", indica el informe.
La Cepal concluye que para erradicar la pobreza y reducir la desigualdad y la vulnerabilidad de los estratos de ingresos bajos y medios son necesarias políticas de inclusión social y laboral, así como garantizar empleos de calidad, remuneraciones dignas, eliminar las barreras de inserción laboral de las mujeres y fortalecer el desarrollo de sistemas integrales y universales de protección social. Además, pide atender las causas estructurales de la migración y reforzar la cooperación multilateral para asegurar la protección e inclusión social de los migrantes, que entre 2010 y 2019 aumentaron de 30 a 40,5 millones, lo que equivale al 15% del total de los migrantes a nivel mundial.
Participación en el ingreso y volumen de ingresos anuales de los diversos estratos de ingreso per cápita
(en porcentajes y miles de millones de dólares de 2018)
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), sobre la base de Banco de Datos de Encuestas de Hogares. Los países incluidos son: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay. No se incluyen datos de Venezuela por falta de información para realizar la conversión monetaria.
BBVA, comprometido con el fin de la pobreza
El Grupo BBVA está comprometido con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y en relación con el ODS No. 1, de poner fin a la pobreza, está orientado a promover la inclusión financiera. En este sentido, ha creado el Centro para la Educación y Capacidades Financieras de BBVA, que promueve la educación financiera como un elemento clave para la inclusión social.
Así mismo, a través de la Fundación Microfinanzas BBVA promueve el desarrollo económico y social, sostenible e inclusivo de emprendedores en vulnerabilidad en cinco países de América Latina (Colombia, Perú, República Dominicana, Chile y Panamá). Sus entidades microfinancieras han desembolsado más de 13.600 millones de dólares a cinco millones de personas y solo en 2018 se concedieron microcréditos por un valor total de 1.283 millones de euros.
Pero además, con la digitalización se está contribuyendo a la inclusión financiera como elemento fundamental para reducir la pobreza. En efecto, el móvil ha facilitado el acceso de más personas a los servicios financieros a un coste más bajo y con menor riesgo.