La Fundación Microfinanzas BBVA, con FAO en su campaña #MujeresRurales, mujeres con derechos
Representan más de un tercio de la población mundial pero a menudo es como si fueran invisibles. No tienen acceso a servicios financieros ni a la simple posibilidad de vender sus productos en un mercado. Ni siquiera pueden ser propietarias de la tierra que cultivan. A pesar de estas barreras, las mujeres rurales cargan sobre sus hombros la esperanza de un futuro mejor, con más oportunidades pero, sobre todo, sin hambre y sin pobreza. Para darle voz a todas estas mujeres que desde el campo trabajan a diario no solo por ellas, también por todos los que las rodean, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha puesto en marcha una campaña divulgativa en América Latina.
La igualdad de género, el empoderamiento económico, la inclusión financiera, el desarrollo rural o el acceso a tierra son algunos de los ejes de la iniciativa “#MujeresRurales, mujeres con derechos”, a la que se ha sumado la Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA). Desde el 1 hasta el 15 de octubre, el día que Naciones Unidas le dedica a las mujeres rurales de todo el mundo, la FAO pone el foco en cuestiones para muchos, invisibles.
El día 3 ha sido el de la “Inclusión financiera para ellas”, y la Fundación ha puesto en valor el esfuerzo de las 145.000 emprendedoras a las que atiende en las zonas rurales de América Latina, a las que acerca educación y servicios financieros. Una labor especialmente importante cuando solo una de cada tres mujeres rurales en la región tiene una cuenta bancaria. Además, el 41% de las emprendedoras a las que apoya la Fundación en el campo tiene educación primaria, como máximo, por lo que acompañarlas y asesorarlas en sus emprendimientos y con sus finanzas, es fundamental.
Según la responsable de Empoderamiento de la Mujer de la FMBBVA, Laura Fernández Lord, “es urgente invertir en infraestructuras básicas y servicios de protección social que reconozcan y respondan a la carga excesiva del trabajo no remunerado de las mujeres rurales”. También señala que acercarles la tecnología y enseñarles a manejarla es un paso indispensable para lograr su empoderamiento, y que es necesario poner a su alcance productos financieros que tomen en cuenta la falta de garantías que suelen tener estas mujeres. Por último, asegura que “ofrecer microseguros específicos de salud y productos de microahorro programado a largo plazo favorece también su desarrollo”. Un proyecto en el que ya trabaja la Fundación Microfinanzas BBVA.
“Ofrecer microseguros específicos de salud y productos de microahorro programado a largo plazo favorece el desarrollo de las mujeres rurales”
Ejemplo del poder de la inclusión financiera en el empoderamiento de la mujer es la historia de Adelaida Morán, una emprendedora que desde una pequeña aldea de Panamá está cambiando el curso de su propia historia. Desde que los asesores de la Fundación se acercaron a su humilde abarrotería –con la que abastece a la comunidad– y a su pequeño campo de cultivo de café y limones, Adelaida es otra. Ahora, es ella quien saca adelante a su familia, quien da empleo a sus vecinos y quien acorta las distancias que les separan de la ciudad, gracias a su próximo proyecto: comprarse un coche que les acerque a servicios tan básicos como un hospital.
Unas circunstancias que no son únicas a Adelaida ni a Panamá ni siquiera a América Latina. En España, muchas mujeres del campo viven esa misma realidad. Por eso, el próximo 15 de octubre, la Fundación organiza en Madrid un acto sobre la brecha de género, la sostenibilidad medioambiental y la tecnología, porque estas son, aquí y al otro lado del mundo, las barreras a superar para que el planeta pueda avanzar y la ruralidad pueda convertirse en sinónimo de futuro.