La educación financiera es clave para aprovechar todas las ventajas del pago digital
Las nuevas tecnologías son “promotoras de un cambio de paradigma”, pero sus ventajas solo estarán al alcance de todos con una buena educación financiera y digital. Verónica López Sabater, directora general de la Fundación Analistas Financieros Internacionales (Fundación Afi) defiende el uso de las tecnologías digitales como medio que facilita la inclusión financiera y como fuente de oportunidades para todas las personas.
Esta experta, que participó en la última edición que BBVA organizó del EduFin Summit en Madrid, defiende que hoy en día, las personas tienen a su disposición una enorme variedad de métodos de pago electrónicos y digitales que cuentan con grandes ventajas, en comparación con el dinero en efectivo. Entre ellas, según López Sabater, se encuentran la eficiencia, la transparencia en las relaciones económicas porque los pagos son “trazables”; y su potencial como dinamizadores de la economía ya que “ampliar las opciones de pago, amplía las posibilidades de atraer clientes”.
Inclusión y empoderamiento
El panorama financiero está cambiando a pasos agigantados y, cada vez, más deprisa. “El contexto actual en la práctica totalidad de los ámbitos de nuestras vidas es de transformación digital, de innovación y de apertura a la competencia, así como de entrada de nuevos agentes hasta fechas recientes, ajenos a la actividad financiera”, explica López Sabater.
En dicho contexto, la tecnología se convierte en un medio para la inclusión y el empoderamiento de los individuos: “El pago digital permite construir un historial de pagos que puede sustituir y/o complementar el historial de crédito necesario para demostrar voluntad y capacidad de pago de personas sin capital o patrimonio”. De esta forma, la digitalización, “contribuye al empoderamiento de colectivos con dificultades para integrarse plenamente en la sociedad, facilitando una mayor autonomía de las personas, menos dependientes del dinero en efectivo y de las servidumbres que genera”. Las herramientas actuales, como las aplicaciones para móviles, ayudan a que esta integración sea real ya que “es muy sencillo controlar el gasto y gestionar las finanzas personales cuando se utilizan medios de pago digitales”.
Verónica López Sabater (Fundación Afi) participó en la mesa redonda "Educación financiera para todos: cómo evitar la digitalización excluyente", en la última edición del EduFin Summit, junto a David Tuesta, exministro de Finanzas de Perú; Rolando Arellano, presidente de Arellano Consultoría para Crecer y Fernando Tejada, director del Departamento de Conducta de Mercado y Reclamaciones del Banco de España.
Apego al pago en efectivo
A pesar de sus ventajas, a muchas personas le cuesta adoptar estas novedades y permanecen fieles al dinero en efectivo. Mientras un sector de la población adopta con rapidez las nuevas soluciones de pago, otros están “lejos de acompasarse al de una oferta desenfrenada en la que las ‘fintech’ de pagos, neobancos y ‘bigtech’ van ocupando más espacio día a día”.
Esta otra realidad quedó constatada con la iniciativa Cantabria Pago Digital, un experimento social de observación que ha sido, “la primera experiencia en España diseñada con el objetivo de identificar los obstáculos y las motivaciones que determinan la relativa lentitud de adopción de medios de pago digitales en nuestras transacciones cotidianas”. Las conclusiones de este experimento han sido esclarecedoras. Por un lado, se ha confirmado que la transformación digital es una tarea de todos ya que“requiere de la concurrencia de esfuerzos coordinados de las administraciones públicas, el sector privado, el tercer sector y los ciudadanos”. Por otro lado, se ha visto que, a pesar de los altos niveles de bancarización de España, “la universalidad del uso y aceptación de pagos digitales no se ha alcanzado”.
Ante los resultados de esta iniciativa, la directora general de la Fundación Afi afirma que “es urgente potenciar las habilidades y competencias financieras y digitales de la población, y reconocer que la adopción masiva de innovaciones requiere de esfuerzos adicionales porque ésta demuestra no ser automática ni inmediata por motivos de desconfianza y desconocimiento, especialmente en colectivos de más edad”. Y concluye, “es un proceso muy lento y requiere de incentivos”.
La importancia de la educación financiera
La educación financiera y digital es la llave para conseguir ese cambio de mentalidad colectiva: “Es imprescindible ampliar los conocimientos y habilidades financieras y digitales de los agentes para aprovechar al máximo las bondades del pago electrónico/digital, cuya oferta no para de crecer, en cantidad y diversidad”, afirma López Sabater. Sin embargo, para que algunos perfiles puedan aprovechar al máximo las ventajas de la digitalización necesitan ayuda: “Hay que saber utilizar las nuevas herramientas (‘apps’, banca ‘online’, etc.), y las personas deben ser guiadas en dicho aprendizaje, que no es inmediato”.
La experiencia de Cantabria Pago Digital ha constatado el papel fundamental que tienen las entidades financieras como guías en la transición hacia lo digital. Según explica López Sabater, estas deberían destinar “más recursos a acciones de formación y educación financiera asociadas a la explicación del funcionamiento de los nuevos medios de pago y soluciones digitales, tanto para individuos como para establecimientos comerciales”. Además, la accesibilidad universal de colectivos vulnerables o con necesidades especiales, “debe ser priorizada y garantizada para que la digitalización sea un proceso incluyente”.
El avance del pago electrónico o digital tiene que conseguirse, pero con algunos condicionantes: garantizar el acceso de todo el mundo a los medios de pago electrónico digitales asequibles; animar a su adopción y uso universales, “para lo cual es necesario garantizar que la aceptación sea asimismo universal”; asegurarse de que la población esté informada y, por último, “identificar y superar situaciones en la que los agentes se ven obligados a utilizar efectivo en sus pagos”.
De esta forma, a través del conocimiento y con la participación de todos los sectores de la población, se logrará una transformación digital que no deje a nadie atrás y sea una fuente de oportunidades para todos.