“La educación financiera debe ser una prioridad para todos los países”
En una entrevista concedida al diario La República de Colombia, José Manuel González-Páramo, consejero ejecutivo y responsable de Economía y Relaciones Institucionales de BBVA, ha destacado la importancia de la digitalización y su impacto en el bienestar financiero de las personas.
Con carácter previo a la celebración del EduFin Summit que se celebrará los días 11 y 12 de julio en Madrid, y en el que académicos y expertos hablarán sobre la importancia de la digitalización y sus implicaciones en la educación financiera, José Manuel González-Páramo ha querido resaltar que “es de vital importancia que todos los países perciban el tema de la educación financiera como algo prioritario en el camino hacia un mayor bienestar económico y social”.
José Manuel González-Páramo ha expuesto a este medio colombiano los beneficios de la tecnología como herramienta esencial para simplificar el uso de los servicios financieros y el acceso a los mismos. En este sentido, se ha referido a las tecnologías ‘blockchain’ y a su potencial para reducir los tiempos de gestión en las operaciones, aunque ha matizado que “estas tecnologías todavía están en una fase muy incipiente, y hay pocos casos de uso que realmente estén funcionando de manera comercial. Y eso implica que la regulación que les afecta todavía no está del todo definida”.
Por otra parte, las herramientas digitales que facilitan el asesoramiento financiero, pueden mitigar la falta de conocimientos en esta materia de algunos sectores de la población. Gracias a la digitalización, no solo se pueden analizar los datos para un mejor diagnóstico de las necesidades financieras de las personas, sino que se pueden comunicar de manera más sencilla y entendible, y por lo tanto contribuir así a una toma de decisiones más y mejor informadas, especialmente entre los más vulnerables.
No es la primera vez que el consejero ejecutivo de BBVA se refiere al potencial de los datos como motor de la economía digital. No obstante resulta fundamental ofrecer a los usuarios un mayor control sobre sus datos en todos los sectores y la opción de compartirlos de manera consentida, estandarizada y segura con terceros. Es por ello que la regulación debe asegurar un mismo terreno de juego entre los bancos y los nuevos jugadores procedentes del mundo digital.