La COP26 de Glasgow o la urgencia de pisar el acelerador
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático número 26, que se celebrará en Glasgow a partir del 1 de noviembre de 2021, solo podrá avanzar en limitar el aumento de la temperatura global del planeta en 1,5 °C para finales de siglo si los países multiplican la ambición en sus planes de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
"Hay que pisar el acelerador", aseguraba en marzo Teresa Ribera, vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), en el webinar 'El camino a COP26: un año de recuperación y ambición climática', co-organizado por MITECO, las embajadas británicas e italianas en España y el Real Instituto Elcano. La Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático número 26, que tendrá lugar en Glasgow (Escocia) el 1 y 2 de noviembre de 2021, con un año de retraso debido a la pandemia, ha de ser la del aumento drástico de la ambición en la reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI).
La COP26 deberá abordar flecos importantes no resueltos en Madrid (sede, por carambola, de la COP25), como la responsabilidad por daño (los países desarrollados han de compensar a los territorios vulnerables por el cambio climático con una contribución mínima de 100.000 millones de dólares al año) o el mercado de emisiones. "De Glasgow tenemos que salir con un mecanismo de contabilidad para las transacciones de los mercados de carbono", enfatizó Valvanera Ulargui, directora general de la Oficina Española de Cambio Climático en conversación con Pedro Linares, profesor de Comillas ICAI, en un encuentro organizado por Fundación Naturgy.
Los países desarrollados tienen que compensar a los territorios vulnerables por el cambio climático con una contribución mínima de 100.000 millones de dólares al año.
Pero la gran patata caliente es la reducción de las emisiones. Y las noticias no son buenas. El objetivo del Acuerdo de París, de limitar el aumento de la temperatura global en 2 °C, preferiblemente 1,5 °C, para finales de siglo parece complicado en las actuales circunstancias. El informe de síntesis de ONU Cambio Climático, sobre el progreso de los planes nacionales de acción climática (conocidos como NDC, por sus siglas en inglés: Nationally Determined Contributions ) para alcanzar esta meta, "muestra que los gobiernos no se acercan al nivel de ambición necesario", según António Guterres, secretario general de la ONU.
Foto de EFE: Antonio Guterres, Secretario General de la ONU, (vÍdeo) durante la Pre-Cop26 Youth4Climate en Milán, Italia, el 30 de septiembre de 2021.
A 31 de diciembre de 2020, setenta y cinco países habían comunicado una NDC nueva o actualizada, lo que representa aproximadamente el 30% de las emisiones mundiales de GEI. El informe concluye que, si bien la mayoría de los países representados ha aumentado su ambición para reducir las emisiones, "su impacto combinado las sitúa en la senda de lograr sólo una reducción del 1% para 2030 en comparación con los niveles de 2010. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, por el contrario, ha indicado que los rangos de reducción de las emisiones para alcanzar el objetivo de 1,5 °C de temperatura deberían ser alrededor de un 45% más bajos".
Patricia Espinosa, secretaria ejecutiva de ONU Cambio Climático, ha manifestado: "Aunque reconocemos el reciente cambio de rumbo político hacia una acción climática más fuerte, las decisiones para acelerarla y ampliarla deben tomarse ahora. Esto demuestra por qué la COP26 debe ser el momento en que nos dirijamos hacia un mundo verde, limpio, saludable y próspero".
"Vamos hacia un mundo descarbonizado; la clave es cuándo conseguirlo en buenas condiciones para la economía", tercia Pedro Linares, profesor de Comillas ICAI y también director de la Cátedra BP de Energía y Sostenibilidad, en conversación telefónica. En su opinión, es difícil que la COP26 consiga el compromiso para mantener la subida de la temperatura de la Tierra en los límites del 1,5 °C. Solo hay que ver el informe de síntesis de la ONU, o los análisis científicos de Climate Action Tracker, para comprobarlo. "Las cosas se han movido un poquito, pero no lo suficiente", diagnostica.
Aun así, el experto detecta señales positivas. "El retraso de un año en la celebración de la COP26 ha permitido que Estados Unidos vuelva a incorporarse, y anuncie su neutralidad climática para 2050. China también la ha anunciado, para 2060", señala. Europa acude con su Pacto Verde Europeo y neutralidad climática para 2050. "Pero hay un montón de países que aún no se han mojado, entre ellos Brasil”, añade aportando un ejemplo significativo.
Según Climate Action Tracker, “suponiendo que los EE. UU., China y otros países que han anunciado o están considerando tales objetivos netos cero, pero que aún no los han presentado como NDCs, el calentamiento global para 2100 podría ser tan bajo como 2.0 ° C (en el más optimista de los escenarios). 131 países, que suponen el 73% de las emisiones globales de GEI, han adoptado o están considerando metas netas cero“
"Nos encontramos en ese punto de inflexión en el que gobiernos, sociedad civil y empresas empiezan a hablar de lo mismo, de esa necesidad imperiosa de abordar el cambio climático", aseguró Alok Sharma, presidente-electo de COP26, en 'El camino a COP26: un año de recuperación y ambición climática'.
"La política climática y la comercial van cada vez más ligadas”, afirmaba Linares en su charla con Valvanera Ulargui, y esta añadía: "El siguiente gran paso es que la Organización Mundial del Comercio promueva el comercio como una herramienta a favor del cambio climático”. En su opinión, el sector privado está muy concienciado, "porque ha visto claros elementos de competitividad en toda la agenda verde". Tanto ella como Linares coincidieron en que otro punto importante en el que trabajar es en el incremento de la financiación sostenible.
En el webinar 'El sector privado ante la COP26: el camino de la descarbonización', organizado por ECODES, el director global de Negocio Responsable de BBVA, Antoni Ballabriga, defendía que el sector financiero ha de alinearse con la ambición climática. "Hace tres años nos comprometimos a alinear progresivamente nuestra actividad crediticia al Acuerdo de París. Hace pocas semanas ampliamos esta ambición junto a otros 42 bancos, con la alianza bancaria de cero emisiones netas promovida por Naciones Unidas", añadió. "Hemos anunciado que dejaremos de financiar a empresas del carbón en 2030 en los países desarrollados, y en 2040 en el resto del mundo", recordó Ballabriga.