¿Qué es la domótica en el hogar? Viviendas inteligentes para controlar y ahorrar
Hace unos años, tener un hogar inteligente, una casa domótica era toda una declaración de estilo de vida. Hoy día, ya no es una opción futurista sino una alternativa real que mejora la calidad de vida gracias a un ‘smartphone’ o un altavoz inteligente. Además de sus comodidades, también puede suponer un importante ahorro para la economía familiar.
Etimológicamente, el término ‘domótica’ es la unión de domos, “casa”, y tica, que significa “aquello que trabaja por sí mismo”. La domótica es “el conjunto de tecnologías aplicadas al control y la automatización inteligente de la vivienda. Esta permite una gestión eficiente del uso de la energía. Además, aporta seguridad y confort. También comunicación entre el usuario y el sistema”.
El uso de la domótica a través de altavoces inteligentes, sistemas de seguridad domótica, persianas domóticas, las instalaciones domóticas, parece que han venido para quedarse. De hecho, la tendencia indica que el Internet de las cosas está en pleno desarrollo. Sin embargo, atendiendo de Deloitte, “aunque haya muchas plataformas, los diversos productos no consiguen trabajar de forma coordinada. Por ello, ninguna destaca como líder. Esto limita la experiencia de usuario”.
¿Para qué sirve la domótica en casa?
La domótica en el hogar cumple un papel crucial en la transformación de nuestras viviendas en espacios inteligentes y conectados. Desde la automatización de tareas cotidianas hasta la gestión eficiente de recursos, la domótica ofrece una gama de beneficios que mejoran la comodidad, la seguridad y la eficiencia energética en nuestros hogares. A través del control remoto de dispositivos electrónicos, la optimización del consumo energético y la integración de sistemas de seguridad avanzados, la domótica no solo simplifica nuestras vidas, sino que también nos permite tener un mayor control sobre nuestro entorno, promoviendo un estilo de vida más cómodo, seguro y sostenible.
¿Qué podemos automatizar en casa?
Cualquier hogar es susceptible de transformarse en domótico sin necesidad de grandes inversiones. Empezamos con los televisores inteligentes que nos permitían conectarnos a plataformas de contenidos como Netflix, HBO o Amazon, entre otras, y nos dimos cuenta de que apuntarse a lo domótico no es complicado; lo único imprescindible es disponer de una red wifi óptima con cobertura en toda la casa.
Un primer paso sencillo es adquirir enchufes y bombillas inteligentes. En cuanto a asistentes de voz, Alexa (Amazon), Siri (Apple) o Google Assistant son algunas de las alternativas más conocidas para dar las órdenes necesarias a todos los dispositivos que estén conectados. Se trata de aglutinadores de esos sistemas con funcionamientos independientes y aplicaciones propias en un solo dispositivo que permite el funcionamiento conjunto de las mismas. Es Alexa el que ofrece mayor compatibilidad en la actualidad (más de 28.000 dispositivos) y, además, se puede instalar tanto en el sistema Android como en IOS. Le sigue Google Assistant, con compatibilidad con 10.000 dispositivos. Y en último lugar, Siri, que sólo es compatible con 300 dispositivos.
Ventajas de una casa domótica
Muchas son las mejoras que la domótica puede aportar en nuestras vidas, como, por ejemplo, aumentar la seguridad, facilitar la comunicación y la gestión remota, mejorar la calidad de vida y el confort, proporcionar informes de consumo y conducir a un ahorro significativo cada mes en las facturas al hacer un mejor uso de los recursos. Pero, antes de comprar o contratar es imprescindible asegurarse de que exista una compatibilidad completa entre los aparatos que se adquieran y nuestro software.
Todo esto es lo que se puede controlar desde un ‘smartphone’:
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Vigilancia y control de alarma
El sistema domótico puede avisar a la policía si detecta algún intruso y te permite ver en todo momento todo lo que ocurre en casa. Un uso muy interesante es en el caso de presencia de niños pequeños en casa.
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Riego programado
Tanto si se trata de un jardín como de una terraza o macetas, se puede delegar esa función incluso durante los periodos vacacionales. Y, también, el control de la temperatura de las plantas.
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Climatización a la carta
Además del encendido y el apagado de la calefacción y el aire acondicionado, se puede seleccionar la temperatura deseada.
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Sensores de movimiento
Se usan para reforzar la seguridad, pero, también, para personalizar la iluminación y la climatización. Uno de los mas curiosos es el sensor de movimiento crepuscular, que detecta un exceso o defecto de luz en la estancia.
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Iluminación
Desde evitar que las luces se queden encendidas hasta simular la presencia de personas para disuadir a posibles ladrones. Es posible establecer el nivel de luz que más nos interese.
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Control de las persianas
No basta con instalar un motor, también pueden reconocer cuándo tienen que subir o bajar en función de las horas de sol y las preferencias establecidas en cuanto a la incidencia de la luz solar.
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Acceso de las puertas
Es posible incorporar una modificación en la cerradura que permite abrir mediante el uso de dispositivos móviles.
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Visualizar el gasto de luz
Instalar en el cuadro de mando eléctrico elementos con los que poder ver cuánta energía se consume, permite obtener una información clave a la hora de decidir cómo organizar tu consumo.