La calificación energética de los electrodomésticos
La etiqueta energética de los electrodomésticos es una certificación impulsada por el Plan de Naciones Unidas para el medioambiente (PNUMA) y promovida por la Agencia Internacional de la Energía (IEA). Tiene como objetivo conseguir un ahorro energético y reducir el impacto medioambiental durante el uso de estos dispositivos.
Las etiquetas energéticas de los electrodomésticos guían al usuario para que la eficiencia energética en el consumo sea un criterio claro a la hora de adquirir y usar cualquiera de estos aparatos. De esta manera también se puede ahorrar en la factura y proteger el medioambiente. Por lo tanto, es importante entender ese código antes de elegir qué comprar. El compromiso adquirido por los países ha llevado a que su implantación se promueva cada vez más.
Las etiquetas energéticas
Algunos de los países que ya disponen de este distintivo:
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Chile
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Canadá
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Estados Unidos
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China
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Australia
¿Cómo funcionan las etiquetas de eficiencia energética en Europa?
La categorización energética en la Unión Europea cambió en el año 2021. El pasado sistema de 'Aes' fue sustituido por una escala más clara y sencilla de la A a la G, de mayor a menor eficiencia.
La escala varía desde la A (verde oscuro), que representa la mayor eficiencia energética, hasta la letra G (rojo), que indica la menor.
Información de valor añadido en la etiqueta de eficiencia energética
Con el cambio de clasificación, la UE también aprobó modelos distintos de etiquetado según los aparatos (televisores, frigoríficos, lavadoras, lavadoras-secadoras, lámparas, bombillas, etc.) y que todos los electrodomésticos incluyan un código QR con información complementaria sobre cada dispositivo para facilitar la decisión de compra.
Tanto en tiendas físicas como ‘online’, la totalidad de los electrodomésticos tienen que incluir datos genéricos como el nombre del proveedor, el identificador del modelo de producto, la clasificación energética y la escala de eficiencia de la A a la G. Y además podrán añadir otras informaciones útiles como el nivel de ruido que producen, el consumo de agua y el gasto energético.
Además en la nueva etiqueta el consumidor puede ver más clara la escala de eficiencia de la A a la G junto con el código de color. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) de España pone el ejemplo de una lavadora, cuya etiqueta incluirá pictogramas con el ruido del centrifugado medido en decibelios, el tiempo de emisión de ruido (en este caso, de la A hasta D), la capacidad de carga, la estimación de consumo anual de energía (en kilovatios hora para 100 ciclos de lavado) además de la propia clasificación de eficiencia energética, el mencionado código QR y el grupo en el que está clasificado el producto.
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