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Javier Rodríguez Soler: "La especialización sectorial de BBVA es clave para gestionar con éxito la descarbonización y el apoyo a nuestros clientes"

Javier Rodríguez Soler es el responsable del área global de Sostenibilidad de BBVA desde el año 2021 y desde julio de 2023 es también el responsable global de Corporate & Investment Banking (CIB), el área de banca mayorista, que atiende a los clientes más grandes (corporaciones, instituciones,…). Conjugar crecimiento y sostenibilidad es uno de sus mantras. Subraya que se puede crecer y descarbonizar al mismo tiempo, como hace BBVA. En ese sentido, considera que “la especialización sectorial es clave para gestionar con éxito la descarbonización y el apoyo a nuestros clientes”.

Javier Rodríguez Soler:

Bajo su responsabilidad se encuentra la definición de la estrategia de sostenibilidad de BBVA, así como identificar y gestionar las oportunidades de negocio derivadas de la transición energética. Precisamente, en el negocio de banca de inversión, su principal misión es impulsar su transformación con la sostenibilidad como eje fundamental y con foco de crecimiento en los mayores mercados mayoristas del mundo. Su objetivo de negocio también es facilitar el crecimiento de las tecnologías limpias ‘cleantech’ a escala industrial a través de la financiación y el asesoramiento, pues “resulta un ecosistema clave para la descarbonización de la economía”.

Pregunta: ¿Cómo entiende BBVA la sostenibilidad y en qué se centra su estrategia?

Respuesta: Colosal es un buen adjetivo para definir la inversión necesaria para la descarbonización de la economía; se necesita invertir alrededor de 275 billones de dólares para alcanzar las cero emisiones netas de carbono en 2050. Además, la situación de urgencia climática nos obliga a hacerlo cuanto antes.

En este contexto global, la sostenibilidad es una de nuestras prioridades estratégicas y tratamos de hacer frente a tres grandes retos: luchar contra el cambio climático; preservar y regenerar el capital natural; e impulsar el crecimiento de las sociedades en las que operamos.

Creo firmemente que la sostenibilidad es una gran oportunidad de negocio. Llevamos viéndolo desde hace años en BBVA y ahora vemos que es incluso más grande y acelerada de lo que pensábamos. En 2023, BBVA canalizó más de 70.000 millones de euros en negocio sostenible, el doble que hace dos años, y más de cinco veces el importe de hace cinco años. Hemos incrementado en dos ocasiones nuestros objetivos de negocio sostenible para el periodo 2018-2025: desde los 100.000 millones de euros iniciales hasta los 200.000 en una primera revisión y hasta los 300.000 millones en la segunda. Esa movilización no solo incluye la acción climática de la que hablamos muy habitualmente, sino que también considera el apoyo a emprendedores y empresas jóvenes, la inclusión financiera de los colectivos más desfavorecidos, así como la financiación de infraestructuras sociales, educativas, de salud, etc.

Para abordar los grandes proyectos de descarbonización que necesita el mundo es importante tener grandes instituciones financieras que puedan competir con los grandes actores globales. Se necesitan grandes bancos internacionales que puedan financiar esta transición y acompañar de forma ordenada a todos los sectores en sus respectivas sendas de descarbonización.

Javier Rodríguez Soler:

Javier Rodríguez Soler

Pregunta: Mencionas la necesidad de grandes bancos para competir. Con la compra de Banco Sabadell, BBVA pretende ganar escala.  Como responsable de sostenibilidad y CIB, ¿qué supone esta operación? ¿Qué ventajas tiene?

R: La operación que hemos anunciado busca la unión de dos grandes entidades: BBVA y Banco Sabadell, para que juntas logren más de lo que pueden alcanzar por separado, y esto aplica sin duda a la sostenibilidad y a nuestro negocio con grandes empresas, un negocio este último que se complementa especialmente bien con el negocio más centrado en pymes de Banco Sabadell.

La mayor escala es algo que aplica muy directamente a la sostenibilidad y al negocio mayorista. Gracias a esta mayor escala podremos dar más crédito, llegar más lejos en la inversión en negocio sostenible, y proporcionar mejores productos a nuestros clientes, gracias a una mayor inversión en tecnología y en equipos humanos.

Buena parte del crecimiento en negocio sostenible se debe a las empresas pequeñas y medianas. Prueba de ello es que la movilización de financiación sostenible en este segmento en BBVA fue la que más creció, duplicándose en 2023 respecto al año anterior.

Queremos seguir apoyando y ayudando a las empresas en su descarbonización. Aportamos valor a este segmento y ayudamos a las pymes desde una posición privilegiada con productos sofisticados, potentes inversiones en tecnología y con una extensa presencia internacional (BBVA está presente en más de 25 países), que sirve de apoyo a estas pymes en su expansión a mercados nuevos.

P: ¿Cómo consigue BBVA que sus clientes sean cada vez más sostenibles? ¿Cómo avanza en la descarbonización de su cartera?

R: En la descarbonización de la economía y de todos sus sectores, tenemos un papel muy importante. El 80% de nuestros clientes ya están avanzando en sus planes de sostenibilidad. Progresan con las inversiones necesarias y saben que estamos ahí para acompañarlos en ese camino. No solo con financiación, sino también con asesoramiento, en todos los sectores, especialmente en aquellos intensivos en emisiones. Nosotros estamos incrementando nuestro negocio en sectores clave al mismo tiempo que incentivamos que reduzcan sus emisiones.

Formamos parte de la alianza bancaria de cero emisiones netas (NZBA, por sus siglas en inglés) y eso supone fijar y publicar una serie de objetivos intermedios de descarbonización a 2030 en los sectores más intensivos en emisiones, para avanzar hacia el objetivo de neutralidad climática en 2050. Tenemos ya objetivos intermedios para diez sectores: petróleo y gas; generación de electricidad; autos; acero; cemento; carbón; aviación; transporte marítimo; aluminio, y sector inmobiliario, éste último en España.

El pasado mes de marzo publicamos nuestros avances, con mejoras en términos de descarbonización de la cartera de financiación, especialmente significativas (-24%) en el caso de los sectores de generación de electricidad y petróleo y gas¹.

Además contamos con planes sectoriales para guiar y acompañar a los clientes. Dichos planes integran consideraciones de gestión de riesgos², evalúan los planes de transición de los clientes con un asesoramiento proactivo y capturan oportunidades de negocio para avanzar en la consecución de los objetivos fijados.

1. BBVA redujo un 24.4% las emisiones financiadas para el sector de la generación de electricidad en el periodo 2020-2023 y un 24.3% en el sector del petróleo y gas (upstream) en el periodo 2021-2023.
2. Desde 2022, el Modelo General de Gestión y Control de Riesgos considera de forma específica la sostenibilidad como parte esencial en la estrategia del Grupo.

P: ¿Qué papel juega la sostenibilidad en el negocio de banca mayorista?

R: Son dos mundos totalmente interrelacionados en el que uno no se puede entender sin el otro. La sostenibilidad va a ser la piedra angular de la propuesta de valor de la banca mayorista a nivel global. Desde BBVA CIB estamos promoviendo la generación de negocio a través de la sostenibilidad y ayudando a nuestros clientes a establecer y gestionar sus objetivos de descarbonización. Esto lo hacemos a través de un modelo de asesoramiento que pone el foco en los modelos productivos y en el que los especialistas por sectores emergen como un factor diferencial clave para gestionar con éxito la descarbonización y el apoyo a nuestros clientes, dado que cada industria tiene diferentes velocidades y retos.

Además tenemos planes para fortalecer nuestra posición competitiva a largo plazo en negocios existentes y también planes para desarrollar nuevos negocios. Algunos ejemplos podrían ser el negocio de ‘confirming’ vinculado a la sostenibilidad, los mercados de carbono o las nuevas tecnologías limpias o ‘cleantech’, por las que estamos apostando mucho.

Para transitar este camino con éxito es fundamental la inversión que hacemos en fondos climáticos de capital de primer nivel, una inversión que supera ya los 100 millones de euros en estas tecnologías limpias, en 6 gestoras de fondos que a su vez han invertido en más de 160 compañías, y que nos permite acceder al conocimiento, formar parte de un ecosistema de crecimiento, generar nuevas relaciones bancarias y  financiar la innovación en la descarbonización.

P: Has hablado de fortalecer el posicionamiento de BBVA en negocios existentes y también de desarrollar nuevos negocios. A este respecto, ¿dónde ves las oportunidades?

R: La sostenibilidad es una historia de innovación. En ese sentido, no hay duda de que la tecnología será clave para descarbonizar la economía. Por eso estamos redoblando la apuesta por la financiación e inversión en tecnologías limpias a nivel global. Nuestro objetivo es multiplicar la innovación y el crecimiento de las ‘cleantech’ y por eso hace ya algún tiempo creamos una unidad específica; una unidad global con equipos especializados en Nueva York, Londres y Madrid, que ofrecen servicios de financiación y asesoramiento. Vamos a conjugar innovación y crecimiento gracias a las ‘cleantech’.

Nuestra iniciativa de apoyo a estas ‘cleantech’ está centrada en cuatro tecnologías o vectores: hidrógeno y biocombustibles; almacenamiento de energía; movilidad; y tecnologías de captura de carbono.

España y sus empresas tienen la oportunidad de liderar la inversión en ‘cleantech’ en Europa pero, para ello, es clave contar con un entorno más favorable para invertir, innovar e impulsar su competitividad y con grandes instituciones financieras que puedan competir en el entorno europeo e internacional. La clave es que necesitamos no solo escalar y desplegar aquellas tecnologías que ya tienen sentido económico y son competitivas, y que por tanto están listas para ser implementadas masivamente, sino también invertir en innovación en aquellas tecnologías que se encuentran en las primeras etapas y es necesario pasar a una fase económicamente viable para llegar a un punto en el que se cumplan las condiciones para ampliar su escala en sectores difíciles de descarbonizar.

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P: Más allá de la sostenibilidad, que nos queda claro que es un eje fundamental para la propuesta de valor de BBVA CIB, ¿qué planes adicionales tenéis para seguir creciendo en este negocio?

R: En CIB estamos trabajando para convertir la sostenibilidad en una verdadera ventaja competitiva, pero efectivamente tenemos otros planes complementarios.

Por un lado, queremos reforzar nuestra presencia en aquellos mercados mayoristas relevantes en los que BBVA no tiene una red de oficinas para clientes minoristas. Estamos hablando de aumentar el peso actual de los mercados desarrollados y países con divisas fuertes, como serían Estados Unidos y Reino Unido, pero también aumentar nuestra actividad en regiones o países como Asia, Brasil y Chile. Y esto está muy relacionado también con la sostenibilidad. Brasil, por ejemplo, donde estamos fortaleciendo nuestro negocio, es un país líder en sostenibilidad dada su riqueza de recursos naturales y su enorme biodiversidad y es además el país con mayor capacidad de absorción de CO2 del mundo; la preservación de su capital natural deberá ser una prioridad para las principales empresas del país y BBVA puede ofrecer un servicio y asesoramiento de alto valor añadido en términos de sostenibilidad.

Además, Brasil y Chile son países clave para fortalecer el servicio ‘cross-border’, que ya ofrecemos a los grandes clientes corporativos e institucionales en América Latina y que es otra de las prioridades de BBVA por la oportunidad de crecimiento que supone. Muchos de los clientes mayoristas tienen necesidades derivadas de su internacionalización, para lo cual BBVA ofrece un modelo de cobertura que incluye especialistas locales y globales de cliente y producto que trabajan como un solo equipo. En 2023 el negocio ‘cross-border’ representó más del 35% del total de ingresos de BBVA CIB y creció a lo largo del año más del 30%. Estas cifras reflejan nuestra capacidad de explotar la diversificación geográfica de BBVA, su globalidad, y capturar el negocio de los clientes empresas e institucionales fuera de sus países de origen.

La tercera de nuestras prioridades es aumentar nuestra relevancia con los clientes institucionales: bancos, compañías de seguros, gestoras de activos, sector público y financial sponsors. Estamos expandiendo a escala global la oferta de productos para satisfacer las necesidades específicas de este segmento de clientes e incorporando banqueros locales y globales con el objetivo de ser el banco de referencia para las instituciones en las principales geografías de BBVA, y en los mercados internacionales con los productos que los clientes requieran.

Mercados como Brasil, México y Chile están experimentando una creciente demanda de servicios financieros complejos, incluyendo fusiones y adquisiciones (M&A, por sus siglas en inglés) y financiamiento para infraestructuras y proyectos energéticos.

En Estados Unidos y Europa vemos cómo las inversiones en ‘cleantech’ están aumentando, presentando oportunidades para asesorar en transacciones de M&A, ofertas públicas de acciones (IPO, por sus siglas en inglés) y financiación de capital.

P: Vives entre América y Europa. Conoces bien los programas de incentivos a ambos lados del Atlántico (IRA en EEUU y Net Zero Industry Act en la UE). ¿Qué diferencias encuentras entre ambos modelos? ¿Qué es fundamental en el caso europeo?

R: Los gobiernos tienen un papel clave en la creación de un entorno propicio para la inversión. Así lo han hecho en Estados Unidos con el IRA y así debemos hacerlo en Europa con la recientemente aprobada Net Zero Industry Act (NZIA), que España debería implementar con una nueva y ambiciosa política industrial. A mi juicio, debería contar con tres claves irrenunciables. Unas claves que en EEUU han recogido muy claramente en su regulación.

Primero, certidumbre necesaria para que las empresas e instituciones inviertan en sostenibilidad, algo que además las hará más competitivas. En segundo lugar, que garantice unos esquemas de incentivos relevantes y adecuados. Por último, esta nueva política industrial tiene que facilitar la obtención de licencias de una forma más ágil y con menos burocracia, siguiendo el ejemplo de algún país del norte de Europa, como Holanda o Dinamarca, que promueven una “ventanilla única” para proyectos de inversión relevantes.

En cualquier caso, la recientemente aprobada NZIA europea es un paso relevante en la dirección correcta y debería ayudar al continente a competir al máximo nivel para posicionarse en la carrera global de las tecnologías de descarbonización y asegurar su contribución en la lucha contra el cambio climático.