"Completar el puzle de la descarbonización"
Ha pasado casi una década desde que se firmara el histórico Acuerdo de París; un pacto vinculante que consiguió reunir a 195 países con un objetivo común: frenar el avance del cambio climático. Los signatarios se comprometieron a emprender las medidas necesarias para mantener la temperatura global de la Tierra por debajo de 1,5 ˚C respecto a los niveles preindustriales. Y, para ello, se perfiló necesario recortar las emisiones de dióxido de carbono (CO2) alrededor del 45% hasta 2030 respecto a las emisiones en 2019 como paso previo para alcanzar el net zero en 2050. Uno de los mayores desafíos a los que se ha enfrentado la humanidad.

Conscientes de las consecuencias de la inacción, las sociedades del siglo XXI han dado un fuerte impulso en las últimas décadas a la transición a través, principalmente, de una meteórica expansión de las energías renovables. Y aunque es cierto que se ha conseguido afianzar un buen número de tecnologías verdes que están logrando reducir las emisiones en diferentes sectores, teniendo en cuenta que el tiempo juega en nuestra contra, no bastará: resulta imprescindible desarrollar y consolidar tecnologías limpias ('cleantech') emergentes que permitan acelerar la reducción de emisiones para completar el puzle de la descarbonización.
La gran noticia es que es una transformación imparable. Aunque nos adentramos en una etapa marcada por una creciente fragmentación e incertidumbre a nivel global, la revolución de las tecnologías limpias va a ser una gran oportunidad y una palanca clave para la competitividad de las empresas. La inversión en innovación y en el despliegue masivo de las 'cleantech' tendrá cada vez más un claro sentido económico. En el caso de España y Europa y para acelerar esta oportunidad para las empresas es fundamental que se promueva un entorno favorable a la inversión marcado por una radical simplificación y agilización de la burocracia, el impulso de mecanismos público-privados para la mitigación de los riesgos de inversión y unas políticas industriales predecibles y con claras señales de demanda.
En esta publicación queremos dar voz a algunas de esas tecnologías emergentes que, si bien pueden ser algo desconocidas, van a ser decisivas en el camino hacia el net zero. Hablamos de 'cleantech' punteras que se organizan en cuatro ejes progresivos: electrificación, desarrollo de moléculas verdes, circularidad, y captura y almacenamiento de carbono.

Todas estas innovaciones tecnológicas presentan, además, interesantes oportunidades económicas. Según el informe Energy Technology Perspectives (2023), elaborado por la Agencia Internacional de la Energía, el mercado de las tecnologías limpias en la transición hacia una economía baja en carbono podría triplicarse hasta alcanzar los 650.000 millones de dólares anuales para 2030.
Debido a la transversalidad en distintos sectores y la globalidad de alcance de las 'cleantech', la fuerte inversión en este campo va a suponer una de las más notables en las últimas décadas. No cabe duda: las oportunidades que surgen ante los retos en la era de la descarbonización traen consigo una corriente de optimismo que supone un fuerte impulso para llegar con éxito a la meta del net zero.