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Infraestructuras 24 feb 2025

Infraestructuras sostenibles: desafíos y oportunidades

Las oportunidades generadas por las infraestructuras sostenibles son muchas y pueden ayudar significativamente a reducir las desigualdades. Sin embargo, para llegar al objetivo, en numerosas ocasiones deben enfrentarse a desafíos como la búsqueda de financiación e inversión para llevar a cabo estos proyectos de inclusión social. En un nuevo monográfico de sostenibilidad, BBVA reflexiona de la mano de expertos en la materia sobre el poder de este tipo de infraestructuras, tanto desde el punto de vista social y político, como económico y, también, medioambiental.

Infraestructuras sostenibles: desafíos y oportunidades

El Índice de Acceso Rural (RAI) del Banco Mundial mide la proporción de la población rural que vive a menos de dos kilómetros de una carretera transitable todo el año. Según este indicador, América Latina es la segunda región del mundo con peor conectividad rural, solo por detrás del África subsahariana. Destacan casos como el de Paraguay. En este país, más de la mitad de la población vive a más de dos kilómetros de una carretera transitable.

Como sucede con el resto de los países de la región, Paraguay tiene también su propio plan de mejora de infraestructuras rurales, bautizado en este caso como Puentes al desarrollo incluyente. Pero también, al igual que el resto de la región y que de los demás países en vías de desarrollo, existe un obstáculo importante: conseguir financiación. Este es uno de los principales obstáculos a los que se enfrentan las infraestructuras sostenibles.

Conseguir financiación para las infraestructuras sostenibles

De acuerdo con el Global Infraestructure Outlook, elaborado por el G20, el mundo invierte al año 15 billones de dólares menos de los que debería en infraestructuras. Esta brecha está especialmente marcada en los países en vías de desarrollo. Casi 11 de esos 15 millones que no se invierten deberían destinarse a la mejora de las carreteras y de la infraestructura energética.

Solo América Latina necesita invertir un 3,12 % de su PIB anualmente en mejora de las infraestructuras. De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo, las mayores necesidades están en el transporte por carretera (necesita una inversión equivalente al 1,04 % del PIB), la generación y la transmisión de electricidad (0,69 % del PIB), el transporte colectivo urbano (0,31 %) y las redes móviles de telecomunicaciones (0,3 %).

Infraestructuras sostenibles: desafíos y oportunidades

“Otro gran desafío que tenemos, especialmente en el área de accesibilidad, es la falta de datos para conocer el impacto real de las iniciativas”, subraya desde la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés) María López Conde. “Cuando estructuramos la financiación que le vamos a dar a un proyecto, trabajamos con una serie de indicadores, de KPI. A nivel sostenibilidad ambiental están muy claros, pero a nivel social no lo están tanto. Esto hace más difícil que las empresas estén motivadas para alcanzar objetivos sociales”.

La brecha en la inversión amenaza con lastrar los esfuerzos que se han hecho en los últimos años para avanzar hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), según el último informe elaborado bajo la Addis Abeba Action Agenda de la ONU. Trabajar para cerrarla y para construir infraestructuras más inclusivas esconde, sin embargo, grandes oportunidades, tanto desde el punto de vista social y político, como económico y, también, medioambiental.

Las oportunidades abiertas gracias a las infraestructuras sostenible

“Si una ciudad tiene un transporte público de alta calidad y asequible, la gente puede acceder a más y mejores trabajos, puede tener más tiempo para prepararse y estudiar, estar con la familia o descansar”, explica Bianca Bianchi, del Banco Mundial. “Contar con infraestructuras socialmente sostenibles significa mayores oportunidades laborales, mayores oportunidades educativas y mayor acceso a la salud. Y eso es todo lo que una persona necesita para su desarrollo”.

De acuerdo con el 2022 Competitiveness Report, elaborado por la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), multiplicar la inversión en infraestructura revierte directamente en la competitividad de los países. El informe resalta, por ejemplo, cómo la competitividad de Argentina se ve muy lastrada por la falta de infraestructura básica de energía y agua, la de Colombia por los problemas de infraestructura educativa y la de Perú por el bajo acceso a la infraestructura de salud.

Infraestructuras sostenibles: desafíos y oportunidades

Mire por donde se mire, invertir en infraestructuras socialmente sostenibles multiplica las oportunidades. “A nivel proyecto, tener en cuenta los temas sociales es una forma de reducir los riesgos potenciales y los sobrecostes y también de minimizar los riesgos reputacionales de las empresas”, añade Cristina Contreras, fundadora de Sinfranova. “A nivel corporativo, la sostenibilidad social y ambiental está cada vez más vinculada a la movilización de capital e inversión y es un factor muy importante para captar y retener a los mejores trabajadores”.

Por último, si abrimos todavía más el foco, construir infraestructuras bajo una mirada inclusiva y socialmente sostenible tiene un impacto directo en la transformación social, la reducción de la pobreza y el empoderamiento de las comunidades más vulnerables. De acuerdo con el informe From poverty to empowerment de McKinsey, además, el desarrollo socialmente inclusivo debe caminar de la mano con el desarrollo medioambientalmente sostenible.

“Empoderar a la mayor parte de la población y reducir a cero la pobreza, todo mientras mantenemos una trayectoria hacia la reducción a cero de las emisiones de gases de efecto invernadero, significaría un gran impulso global al crecimiento, la innovación y la colaboración”, concluye el informe.