Un hombre que pedalea por la educación de los niños del Caribe colombiano
Hay un hombre en Colombia que ha recorrido en bicicleta no solo el país de cabo a rabo, sino que también ha llegado más allá de sus fronteras. Él desde muy niño estuvo involucrado en voluntariados y actividades de apoyo a las comunidades propias y ajenas. Un día decidió estudiar fotografía y se fue a Buenos Aires, a la academia Viola, pero su pasión por la bicicleta y por ayudar a los demás lo llevó a fundar Pedalazos que unen pueblos, una organización que, apoyada en su actividad ciclista, le permite recoger fondos y ayudas en especie con destino a los niños de Sabanalarga, Atlántico, un departamento del Caribe colombiano.
En ese caluroso municipio, ubicado a orillas del río Magdalena, y de la mano de BBVA, Felipe Tamayo ya está a punto de inaugurar el primer Centro de Emprendimiento, luego de poner en marcha dos comedores en donde atiende a más de 130 niños y una biblioteca. Todo, a punta de pedalazos…
Felipe Tamayo, en el centro de Emprendimiento de Sabanalarga, en el departamento colombiano del Atlántico. - BBVA
¿Quién es Felipe Tamayo?
Como profesional inicié mi carrera trabajando como reportero gráfico del diario El Tiempo, donde estuve casi tres años, luego pasé brevemente por la Agencia EFE como editor encargado de la mesa de América Latina, pero un día decidí que ya quería hacer otra cosa y tras una pausa obligada empecé a trabajar freelance para distintas compañías, pero sobre todo comencé a hacer que mis fotos ayudaran.
¿Cómo nace Pedalazos que unen pueblos y qué labor desarrolla?
Pedalazos nace de un proceso de recuperación tras un accidente neurológico que sufrí y que cambió mi vida. Los primeros años fueron un reaprendizaje lento y fuerte de la mano de mi neurólogo, volver a andar derecho, recuperar recuerdos y otras funciones, pero algunas cosas las perdí para siempre. Cuando realmente me empecé a sentir bien inicié un viaje por América del Sur en bicicleta, sin recursos pero con los deseos de hacer algo importante. Allí nació este proyecto que ya trabaja en varios frentes: alimentación para niñas y niños, promoción de la lectura, emprendimiento, estímulo al deporte a partir del uso de la bicicleta y mejoramiento de vivienda.
En su bicicleta, Felipe Tamayo recorre el país llevando ayuda a los más necesitados.
¿Qué ha significado tener el apoyo de BBVA?
Contar con el apoyo del BBVA es una alegría enorme y un motivo de tranquilidad, al saber que tanto esfuerzo, que tantas lágrimas y cuestas que he tenido que atravesar solo quedaron atrás. Para mi significa que tengo un aliado que me ha permitido seguir adelante y afrontar retos más grandes y con ellos ir al siguiente nivel, que consiste en empezar a impactar en la vida de los adultos más pobres, dándoles las herramientas y el empujón para que inicien un trabajo, un negocio, y empiecen una nueva vida en la que al menos comer algo todos los días deje de ser una ilusión para convertirse en un hábito.
¿Cuál es su relación con Sabanalarga y con el Caribe en general?
Es soñar que sí puedo lograr cambios positivos en Sabanalarga, generar una dinámica económica basada en la bicicleta y el emprendimiento. Las demás regiones pueblos y ciudades de la Costa lo puedan replicar y mejorar los métodos de Pedalazos para lograr resultados similares.
¿Qué actividades desarrolla en bicicleta y cómo lleva a cabo su labor social?
Mi vida misma transcurre en dos ruedas, 80% de las veces en bici y el resto en moto y otros medios de transporte. En bicicleta me muevo, trabajo en Bogotá y viajo en las travesías, que son los viajes de largas distancias con los que reúno fondos para la Fundación. En triciclo y en bici también llevo todo un stand donde promuevo Pedalazos y vendo fotos en ferias y eventos masivos.
La bici es mi compañera de vida, mi 'panadera' viajera, y con ella Pedalazos es un símbolo que inspira a romper paradigmas, a seguir adelante pese a las dificultades, a entender que sí se puede y que para vivir felices necesitamos menos de lo que creemos.
Felipe Tamayo entregando morralles con útiles escolares a niños víctimas de una tormenta en la población de Sabanalarga.