Guía para gestionar una flota de vehículos de manera sostenible
La mayoría de las emisiones del sector del transporte viene de la movilidad por carretera, por lo que es fundamental conocer cómo gestionar una flota de vehículos de forma sostenible. Estas recomendaciones son el punto de partida para reducir su impacto ambiental.
Se calcula que en las grandes corporaciones la flota de vehículos está entre los primeros cinco generadores de emisiones de dióxido de carbono (CO2) y gases de efecto invernadero. Según la Agencia Europea del Medioambiente, el 70 % de las emisiones del sector del transporte en Europa proviene del transporte por carretera.
La mejor manera de ponerse manos a la obra es llevando a cabo una gestión que persiga un modelo de movilidad sostenible mediante la acción combinada de empresa y trabajadores. Sin estos dos elementos, un plan sostenible quedará incompleto.
Ese plan de sostenibilidad debería tener como objetivos que los vehículos sean más eficientes, consuman menos y su utilización ahorre costes. Por eso, para las empresas de transporte, reducir las emisiones de sus vehículos se ha vuelto prácticamente una obligación.
La gestión de flotas de vehículos de forma sostenible es un proyecto abarcable desde distintos niveles, ya que puede incidir en la optimización de la distribución de mercancías, la economización de los recursos de movilidad del personal laboral y la reordenación de los viajes de carácter comercial, entre otros muchos.
Por eso, es imprescindible gestionar la flota de manera óptima y práctica para conseguir resultados que tengan un menor impacto medioambiental. El primer paso es elaborar el documento que será la base de esta transformación. Ese documento debe identificar los objetivos que quiere cumplir la empresa en materia de sostenibilidad y qué parte de estos objetivos afectan a la flota.
- Gestión de un plan de sostenibilidad. Se podría dividir en varios pasos: análisis profundo de la situación y circunstancias de la flota estudiando cuál es el consumo medio por vehículo, cuántos años lleva en la carretera, qué tipo de vehículo es, cuánto dinero consume al mes en combustible y en reparaciones o cuántos kilómetros hace.
- Promover el uso del ‘eco-driving’. Es importante empezar a poner en marcha el plan con una conducción eficiente. Es lo que se conoce como el ‘eco-driving’. Este sistema lleva años funcionando, pero no todos los conductores lo llevan a cabo. Se trata de reducir el consumo de combustible siguiendo unas pautas que no son complicadas: acelerar y frenar suavemente; anticiparse a cambios de tráfico (no acelerar en los semáforos en rojo); circular a unos 80 Km/h, que es donde se encuentra el óptimo de consumo; circular sin grandes acelerones; apagar el motor en paradas superiores a un minuto; vigilar la presión de los neumáticos o evitar encender el aire acondicionado cuando no sea realmente imprescindible y optar por bajar las ventanillas.
- Calcular las emisiones de los vehículos. Una vez esté detallado el plan de sostenibilidad, el siguiente paso será conocer cuánto emiten los vehículos. Esta calculadora de emisiones de vehículos es una herramienta utilísima para conocer hasta qué punto nuestra flota es más o menos contaminante. También es un punto de partida para saber sobre cuál de los vehículos es imprescindible actuar o cuál necesita un cambio.
- Administrar la flota de manera sostenible. La reducción del combustible quemado en la actividad empresarial es importantísima para conseguir los objetivos sostenibles. Por eso, es necesario apoyar una serie de medidas que lo faciliten:
- Correcto mantenimiento de los vehículos de empresa.
- Rutinas de conducción sostenible.
- Dispositivos de economización y aerodinámica en el vehículo.
- Eliminar los usos privados y particulares y fomentar el uso compartido de los transportes.
- Gestionar la distribución de las rutas y trayectos atendiendo al porcentaje de consumo de cada vehículo.
La implantación de un Sistema de Gestión Ambiental de acuerdo con la norma UNE-EN ISO 14001 ofrece la posibilidad de sistematizar los aspectos ambientales que se generan en cada una de las actividades que se desarrollan en la organización.
Las novedades al respecto de esta certificación en 2015 hicieron necesarios nuevos avances y herramientas sobre gestión de flotas de vehículos y movilidad sostenible.
Para alcanzar sus objetivos es necesario implementar una serie de acciones:
- Cursos de formación continua enfocados a un modelo de conducción más eficiente.
- El uso de dispositivos de ayuda en la conducción que interactúen directamente con el conductor mediante protocolos de control y corrección.
- Compartir las rutinas y los procedimientos de trabajo de los responsables de la flota de vehículos cuya actividad arroje un menor consumo y una mejor praxis en materia de sostenibilidad.
- Fomentar el estilo de vida sostenible mediante incentivos y ayudas.
Solo cumpliendo paso a paso las recomendaciones y concienciándose sobre la necesidad de reducir sus emisiones de CO2 las empresas de transporte lograrán reducir su impacto en el medioambiente.