Gastronomía Sostenible: Verduras cultivadas a fuego lento
En la comarca del Maresme, cerca de la costa barcelonesa, se sitúa la red agrícola de El Petit Bané. La explotación, que cuenta con seis productores y diez hectáreas, hace posible el cultivo de productos exóticos como la mostaza japonesa o la remolacha amarilla, libres de químicos y 100% ecológicos. Algunas de sus verduras se hacen un hueco en la cesta gastronómica de febrero de los hermanos Roca.
Juntos hacen más, por y para el planeta. El Petit Bané es una explotación agrícola que nace hace apenas ocho años y que reúne en una red de pequeños productores de frutas y verduras de la comarca y más allá de ella. Al frente, Roger Soler, agricultor ecológico de profesión, quien empezó con terrenos de 5.000 metros cuadrados y se han extendido hasta las 3 hectáreas de hoy. Se sitúan en Vilasar de Mar (Barcelona), muy cerca de la costa, una ubicación muy favorable para los cultivos pues se crea un microclima especial que permite alargar las cosechas.
La red cuenta actualmente con un total de seis productores y diez hectáreas al aire libre que permite, como dice Soler, “que las verduras se hagan a fuego lento”. Además, siguen el consejo de un agrónomo que colabora con Le Petit Bané de plantar flora alrededor de las cosechas para lograr una mayor calidad en el producto y en la propia tierra. “Cuantas más especies de plantas o hierbas plantadas existan en una zona de los terrenos, más calibrados estarán”, explica.
Roger Soler con algunas de las variedades de El Petit Bané - El Petit Bané
En El Petit Bané apuestan por los productos 100% ecológicos, en ocasiones recurren a aspectos biodinámicos pero principalmente se centran en las cosechas ecológicas, libres de químicos, rotando los cultivos, plantando libremente y lo que da la naturaleza.
Tal y como explica Soler, “nosotros somos, como me gusta decir a mí, los neorurales”, y en la actualidad agradecen el valor y el reconocimiento de la sociedad por la profesión y el sector de la agricultura, que anteriormente se encontraba un poco olvidado y desvalorizado. Para ello, han querido ser originales e ir más allá de los productos convencionales que ofrece el mercado. El Petit Bané cultiva la remolacha amarilla, la col china o la mostaza japonesa, que además de ser productos peculiares hacen posible que sus clientes prueben sabores diferentes.
Campos de cultivo de El Petit Bané - El Petit Bané
Roger Soler confiesa que descubrió por redes sociales el proyecto ‘Gastronomía Sostenible’ de BBVA y los hermanos Roca, una iniciativa para promocionar la cocina saludable y respetuosa con el ambiente. Al poco tiempo de descubrir el proyecto, recibieron la llamada para participar con sus productos en la cesta gastronómica delmes de febrero. “Nos hizo mucha ilusión por el reconocimiento que supone y por la colaboración y apoyo al sector de la restauración, que hoy en día no atraviesa una buena época”.
La cesta de productos viene acompañada con varias recetas para consumirlos. Para el plato principal de febrero, JoanRoca propone unas carrilleras de cerdo al vino tinto, con una bresa elaborada con cebollas tiernas, zanahorias y puerros de El Petit Bané. Aunque la parte de los fogones no es el fuerte de Soler, regala un consejo muy útil para reconocer las cebollas más tiernas: “para saber si una cebolla es tierna hay que mirar que las raíces sean blancas una vez limpias” y por tanto poder elaborar platos de más calidad. Sin ser experto en cocina, propone además probar a cocinar esas raíces tierras enharinadas y fritas. No cabe duda que Roger ha hecho una buena selección de sus productos para ofrecer así lo mejor de El Petit Bané.
Los productos de El Petit Bane pueden adquirirse en su tienda online.