Gastronomía sostenible: Un vino ecológico de Jumilla que inspira al sector

José María Vicente es la persona que desde Casa Castillo en Jumilla (Murcia) ha inspirado a una generación de jóvenes enólogos a través de su trabajo en el viñedo y en la bodega. En 1941, su abuelo inició esta aventura al comprar una antigua finca en la que ya se cultivaba viñedo y cuyas uvas se vendían a bodegas de la zona. “La crisis económica de finales de los años 80 y los bajos precios de mercado nos empujó a plantearnos la elaboración de nuestras propias uvas y la comercialización del vino en el año 1991”, explica José María. A finales de esa misma década ya vendían el 100% de la producción embotellada, unas 350.000 botellas.

“Somos pequeños productores en Jumilla y nuestro enfoque es exclusivamente los vinos de la máxima calidad”, comenta. Desde su bodega trabajan continuamente en búsqueda de la excelencia cultivando de forma orgánica y ecológica el 100% de su finca. El respeto al medioambiente y la sostenibilidad del proceso forman parte de sus valores y principios. Un círculo cerrado que les permite asegurar su filosofía durante todo el viaje de la uva a la botella: “No compramos uva ni vino a otras bodegas de la zona, por tanto, controlamos todo el proceso desde la viña a la copa”.

Este viticultor-cosechero explica que utilizan técnicas ancestrales en la elaboración de los vinos para minimizar el uso de maquinaria y tecnología, eliminando además procesos físicos como el filtrado del vino. “Los vinos siguen un proceso natural de estabilización y limpieza durante la crianza en barrica y todos nuestros movimientos (trasiegos, embotellados…) están supeditados al calendario lunar”, relata.

Con todo este esfuerzo consiguen vinos completamente libres de residuos químicos, sin adición de ningún producto enológico, que se hacen hueco en la carta de los mejores espacios gastronómicos. “Bodegas Casa Castillo nos ofrece un vino jovial, de terruño y luz, portador de frescura y elegancia. Viste de un color cereza muy llamativo y su contundencia no es táctil, tampoco cromática, ni es ejemplo de vino opaco o exagerado, sobresale por su persistencia aromática intensa”. Palabra de Josep Roca, sumiller de El Celler de Can Roca que ha elegido su Vino de Finca 2018 para protagonizar la cesta de noviembre de ‘Gastronomía Sostenible’, el proyecto de los Roca y BBVA para dar visibilidad a productores locales de España. “Es un vino donde los aires golosos del tributo del sol se declinan rápidamente en su hondura caliza, impasible, de tierra adentro”, sentencia el maestro de los vinos.

José María se muestra orgulloso por esta elección, una variedad que describe como el entorno en una copa de vino: “Es un vino que elaboramos con los viñedos del valle con cepas de unos 30 años de media. Intentamos que sea el fiel reflejo del lugar donde se cultivan las uvas, donde el paisaje mediterráneo-levantino esté presente. Evoca al monte bajo, a las hierbas aromáticas, al esparto”, explica. Un caldo que resume muy bien su forma de hacer las cosas y que además es perfecto para el otoño: “Los vinos de Jumilla, por su poderío y cuerpo, están mucho más enfocados a estas épocas frías donde la gastronomía es más consistente que en verano”. Si los hermanos Roca proponen tomarlo con una llata de buey acompañada de setas, el bodeguero se decanta por cualquier tipo de legumbres con carne, o, por qué no, un arroz con conejo y caracoles. En cualquier caso, los vinos de Bodegas Castillo son siempre fieles acompañantes de la gastronomía mediterránea, aportando placer en la mesa y en los paladares.

Los vinos de Bodegas Casa Castillo pueden adquirirse en portales online especializados en vino.