Gastronomía sostenible: Naranjas vendidas 'online' cuando Google casi ni existía
Lanzarse a la venta online en 1998 era un auténtico salto al vacío, y más tratándose de fruta fresca. Bajo el eslogan “Del árbol a su mesa en 24 horas”, Naranjas Lola apostó por un sistema de pago después de consumir para generar la confianza que en ese momento no existía en las compras digitales. La calidad del producto ha sido la clave en todo el proceso, y el boca a boca ha terminado por confirmar el éxito de una pequeña empresa familiar comprometida con sus clientes.
“Somos agricultores y tenemos campos en Cullera (Valencia) desde hace muchos años”, explica Fede Aparici, propietario de la empresa. “Vivir del campo es muy difícil, no solo ahora, desde hace 30 o 40 años. Cansados de malvivir de la agricultura, se me ocurrió hacer algo con Internet”, recuerda. A finales de los años 90, cuando el uso de teléfonos móviles no estaba ni mucho menos extendido, Fede y su familia empezaron a vender naranjas desde el portal de Terra. “Vendíamos naranjas cuatro años antes de que llegara Google a España”, se muestra orgulloso.
El primer reto al que se enfrentaron fue el de generar la confianza suficiente como para que la gente proporcionara la tarjeta de crédito para el pago. “Hicimos una cosa que no había hecho nadie en España, era todo nuevo. La gente desconfiaba y nos planteábamos cómo vender en La Coruña sin que la marca fuera conocida”, rememora. Naranjas Lola abrió la página con una condición: el pago solo se realizaba cuando las naranjas se recibían y consumían y “así quitábamos el miedo al cliente”.
Compromiso con el cliente
Vender por internet les supuso una gran oportunidad: una tienda abierta 24 horas que no generaba gastos significativos. Aunque los primeros años fueron complicados – “vendíamos solo el 2% de la cosecha” –, fue el boca a boca lo que terminó por reafirma su apuesta. “Nosotros no comercializamos las naranjas hasta que no están completamente muy buenas de sabor”, afirma. Ahora se dice mucho eso de que la fruta antes tenía más sabor y parece que todo vale, pero no es así. “La fruta debe tomarse conforme las estaciones del tiempo”, resume Fede. “Si hay naranjas desde septiembre hasta mayo, según marque la climatología, si las compras fuera de temporada serán naranjas que vienen de Sudáfrica, que están 30 o 40 días en un contenedor...”, expone.
Joan y Jordi Roca preparan la receta de noviembre de Gastronomía Sostenible con Naranjas Lola - BBVA
Eso es precisamente lo que cuidan en Naranjas Lola: “Solo enviamos cuando están en óptimas condiciones de sabor, y sobre todo de frescura”. La tierra y la meteorología marcan los tiempos, y ellos ponen todo el esmero para hacer llegar la fruta en el menor tiempo posible. “Tenemos amor a la tierra. Hace años recibí una propuesta para vender los terrenos para un plan urbanístico y no quise hacerlo. No ganaré tanto dinero vendiendo naranjas pero no me arrepiento: Yo soy feliz así y eso no se gana con dinero”, sentencia.
Una felicidad que ha ido creciendo a medida que aumentaban los pedidos. “El problema que tenemos es que un árbol de cítricos tarda unos cuatro años en hacer fruta desde que se planta, no es como un tomate que al cabo de tres meses la mata tiene producto. Lo que hacemos es ir aumentando la producción que podemos controlar porque tampoco queremos ser unos grandes productores”, explica.
Una producción controlada que consiguen mantener gracias a la hostelería, pero cada vez más gracias a los clientes particulares. “Con la pandemia notamos muchísimo que la restauración estuviera cerrada, pero afortunadamente contamos con clientes particulares que nos salvaron”. Con estas circunstancias especiales de fondo llegó la propuesta de El Celler de Can Roca para participar en ‘Gastronomía Sostenible’, la iniciativa de los hermanos Roca y BBVA para dar visibilidad a los pequeños productores y fomentar la cocina saludable. Las naranjas y mandarinas de Naranjas Lola forman parte de la cesta de noviembre del proyecto y protagonizan un postre de Jordi Roca. “En sus manos, seguro que está muy rico, ellos son magos”, confirma.
Los productos de Naranjas Lola pueden adquirirse desde su página web.