Gastronomía sostenible: Higos 'gourmet' conservados artesanalmente
El postre estrella del restaurante familiar fue el bendito culpable de esta marca de conservas de frutas. Tal fue el éxito del “Recuit de trapo con higos confitados” que los propietarios empezaron a vender esos higos en almíbar entre sus clientes para, en poco tiempo, crear toda una línea de productos confitados. Una receta ancestral y una elaboración tradicional hacen de las conservas de Can Bech el complemento perfecto para endulzar quesos o acompañar guisos de carne.
El almíbar es una de las formas de conservación de alimentos más frecuentes y una óptima opción en el caso de las frutas. Lo saben bien en Can Bech, donde llevan elaborando este tipo de confitados desde hace décadas. Can Bech abrió las puertas de su restaurante en 1981, en la localidad de Fontanilles del Baix Empordà. Uno de sus platos más famosos, elaborado con queso fresco de leche de oveja e higos confitados, provocó la creación de una gama de productos de alta calidad pensados para potenciar el sabor a los platos. “La que empezó siendo una actividad complementaria del restaurante se convirtió en el inicio de Can Bech como marca de conservas premium de frutas y verduras”, rememora Gerard Bech, gerente de la empresa.
Actividad que continúan desde entonces con gran éxito y ampliando la línea de productos año tras año. Conservas de fruta, jaleas, chutneys y salsas que siguen haciendo a pequeña escala, sin perder su esencia, y conservando las mismas recetas y métodos de elaboración tradicionales de sus inicios. “Esto hace que nuestros productos se preparen con tiempo y mucha paciencia, y que por lo tanto, podamos elaborar nuestras conservas de un modo natural y muy limpio, añadiendo el mínimo de azúcar y cociendo las frutas en su propio jugo durante varias horas”, explica. Un proceso en el que solo mecanizan las partes que no aportan valor añadido como pueden ser el rellenado, el etiquetaje o el empaque de los productos.
“Seleccionamos las frutas en origen y solamente las procesamos cuando se encuentran en su punto óptimo de maduración, cosa que nos permite conservar todo su aroma y jugosidad para no tener que añadir azúcares u otros aditivos artificiales”, relata. El hecho de que las frutas estén confitadas y cocidas en su propio azúcar y conservadas solamente con zumo de limón, hace de estos almíbares y mermeladas libres de sustancias artificiales o nocivos para el organismo.
Los higos confitados de Can Bech - Can Bech
Una máxima sostenible que también mantienen en todo el proceso de producción: “Tenemos un protocolo para hacer un consumo de agua muy regulado y poder evitar así su desperdicio innecesario. En cuanto a nuestros productos, damos absoluta prioridad al uso de envases que puedan ser reciclados”. Además, a través de sus canales de comunicación aportan ideas a sus clientes para reutilizar las tarrinas de cristal.
Reencuentro con Joan Roca
Gerard Bech estudió en la Escuela de Hostelería de Girona, donde tuvo como profesor a Joan Roca. “Personalmente me hace especial ilusión formar parte de este proyecto puesto que mi vinculación con El Celler de Can Roca se remonta a años atrás”, revela. Uno de sus productos, precisamente los higos confitados, forma parte de ‘Gastronomía Sostenible’, la iniciativa de los Roca y BBVA para apoyar a pequeños productores y promover una alimentación saludable.
“Para nosotros es una muy buena noticia y nos emociona poder trabajar junto a entidades de referencia como estas”, manifiesta. Un promoción extra que llega en un momento complicado para la empresa tras la crisis del coronavirus, que ha afectado a su facturación por la caída en las ventas de exportación y porque gran parte de sus clientes pertenecen al sector de la restauración. “Participar en esta idea puede ser un buen impulso para dar a conocer nuestro producto y llegar a muchos lugares en los cuales seguramente no llegaríamos por nuestra cuenta”, afirma.
La elección de estos higos no es casual: “En el caso de los higos confitados, los cocemos en un almíbar ligero durante muchas horas. No trabajamos con ningún almíbar de cobertura industrial, por eso recomendamos comerlos con su propio jugo puesto que este conserva todo el sabor natural de la fruta”. La propuesta de Joan Roca para consumirlos es además muy parecida a la receta original del restaurante Can Bech, junto a un recuit de queso de cabra y miel.
“Nuestros higos confitados combinan a la perfección con cualquier tipo de producto lácteo, como por ejemplo requesón, yogures, helados, quesos”, recomienda. Pero no solo maridan platos dulces: “Se trata de un producto muy versátil en cocina y que también puede añadirse a recetas saladas como por ejemplo un buen guiso de carne, para acompañar foie gras fresco o micuit, en una ensalada gourmet con brotes verdes y jamón ibérico, en aperitivos con jamón de pato... un producto con un sinfín de posibilidades”.
Acompañar pastas, elaborar postres, preparar vinagretas, salsas, canapés, cócteles, helados, servir platos de carne o pescado, ensaladas, crepes o simplemente para comer con tostadas. Miles de posibles combinaciones aptas para todo tipo de paladares.
Los productos de Can Bech se pueden adquirir en tiendas de alimentación especializada, distribución HoReca y en algunos canales online (y próximamente en nuestra propia tienda online).