Gastronomía sostenible: De aquellas colmenas de la infancia, esta miel de lavanda
Los colmenares situados en zonas protegidas de alto valor natural y extendidos a lo largo de comarcas de Girona, han hecho posible convertir lo que fue un juego de niños en una dedicación en cuerpo y alma a la apicultura. Así surge el proyecto Dolça Abella, una pequeña empresa apícola familiar dedicada a la cría de abejas y producción sostenible de miel, polen y otros productos relacionados con este particular insecto.
En plena adolescencia, como otro hobby cualquiera. Mientras sus compañeros se decantaban por los campos de fútbol o las mesas de ajedrez, Sergi Prada lo hizo por la apicultura con apenas 17 años. Se alió entonces con unos amigos y con un solo libro fueron adquiriendo experiencia en el mundo de la apicultura.
Pasaron los años y fue en 2010 cuando nace la idea de crear Dolça Abella. “Cuando conocí a mi pareja decidimos recuperar estas colmenas que seguían en la montaña, las trasladamos a casa en una zona con muchos cultivos”, recuerda. A pesar de algunos inconvenientes, se involucraron de lleno en aprender y proteger las colmenas, y aquí empieza todo.
Tras realizar cursos, encuentros con maestros apicultores y aprendiendo del propio criadero de las abejas, convirtieron este pasatiempo en su prioridad, pasando a dedicarse a ello a tiempo completo y en 2017, Dolça Abella se consolida como empresa con unas 300 colmenas.
Apicultor con un panel de abejas - Dolça Abella
Dolça Abella cuenta con colmenares en diferentes parajes naturales de las comarcas de Girona, y son apicultores trashumantes en rutas que van desde la Costa Brava al Pirineo. Se tratan de zonas protegidas de alto valor natural, muy alejadas de fuentes de contaminación, y donde utilizan técnicas de manejo respetuosas con las abejas y el medioambiente para obtener la miel, el polen y otros productos.
La dulce abeja
En cuanto al producto, dependiendo de la zona de recolección, pueden ser mono florales, multiflorales, polen o propóleos. “Obtenemos mieles de diferentes tipos, unas tienen más porcentaje de mielato y son altas en sales minerales, aportando hierro o calcio. Otras en cambio provienen del néctar de las flores y son más antisépticas”. Todas son de producción propia, características del litoral y del norte catalán. No mezclan ni compran mieles, únicamente venden el productos de sus propias abejas.
Para producir una miel totalmente sostenible, lo hacen a través de la extracción artesanal, por decantación y en frío. Sergi Prada explica que “después de pre-filtrar las partículas grandes, se deja decantar en un depósito inoxidable, separándose las pequeñas impurezas y quedando la miel limpia con sus propiedades intactas. La miel que cristaliza más rápidamente, se envasa directamente y otras son guardadas en recipientes herméticos y se van envasando. Cuando llegan los fríos, se venden cristalizadas, aunque tenemos la opción de miel líquida durante el invierno gracias a una cámara caliente donde se funde a 40 grados, manteniendo sus propiedades”.
Miel de lavanda de Dolça Abella - BBVA
La sostenibilidad para Dolça Abella es una prioridad y la única manera de producir. Empezando por los campos de panales, que se sitúan alejados de contaminantes, pesticidas o herbicidas. Siguiendo porque trabajan con abejas autóctonas y “no estimulamos a las abejas con azúcares para obligarlas a producir más, dejamos sus reservas y solo alimentaríamos en caso de emergencia. Realizamos una apicultura integrada. Para las enfermedades y enemigos de las abejas utilizamos técnicas de manejo ecológicas, no usamos antibióticos ni productos que perjudiquen al medioambiente”. De cara a seguir creciendo “tenemos varios colmenares tratados solo orgánicamente y estamos estudiando nuevos procedimientos ecológicos pero que sean sostenibles para poder aplicar a toda la explotación”, explica Prada.
Para los tiempos que corren, Dolça Abella ha sido un auténtico superviviente, pudieron seguir trabajando a pesar de perder puntos de venta importantes como ferias o restaurantes. A cambio, subieron las ventas online y en las tiendas de productos de proximidad. Han podido seguir cuidando de sus abejas y ahora son las elegidas para participar en la iniciativa de ‘Gastronomía Sostenible’, donde los hermanos Roca y BBVA, ponen en valor aquellos productores de proximidad y respetuosos con el medio. “La miel de ‘cap d’ase i altres’ elegida es miel de lavanda marítima silvestre con otras especies producida frente del cabo Norfeu, una reserva integral de flora y fauna en el Parque Natural del Cabo de Creus (Alt Empordà)”, aclara Sergi.
Una miel que completa la cesta de productos seleccionada por Joan Roca, y que incluye una receta de costillas de cerdo con miel y tirabeques. En la que Joan Roca ha decidido contar con la miel de Dolça Abella para elaborarla. La miel de lavanda, un producto muy versátil que mejora cualquier plato y es capaz de endulzar los paladares más exigentes.
Los productos de Dolça Abella pueden adquirirse en su tienda online o directamente en su explotación.