La falta de educación financiera frena el liderazgo femenino
No tener educación financiera es un lastre para toda la población y afecta especialmente a las mujeres, sobre todo a la hora de emprender. Un buen conocimiento de las finanzas permite a las líderes empresariales y a las emprendedoras aumentar su confianza y generar nuevas oportunidades laborales.
¿Por qué todas las mujeres deberían reforzar su educación financiera? Carrie Schwab-Pomerantz, presidenta de la Fundación Charles Schwab no lo dudó cuando le preguntaron sobre este tema durante una mesa redonda organizada por Knowledge@Wharton de la Universidad de Pensilvania: “Nos pagan menos. Entramos y salimos del mercado laboral. Vivimos más tiempo y tenemos menos dólares, pero debemos pagar más años de jubilación”.
En esa misma tertulia, otra mujer influyente, Shannon Shuyler, Chief Purpose Officer de PwC, reflexionaba sobre la falta de educación financiera y sus consecuencias: “Me preocupa mucho que, durante tanto tiempo, la gente haya dicho que la educación financiera no sea una habilidad para la vida”. Esta carencia afecta a la población femenina en su carrera profesional: “Nos estamos dando cuenta de que ellas se están quedando atrás a la hora de entender y conocer sus finanzas. Esta falta de conocimientos financieros podría ser una de las razones que las lleven a no cuestionar su nivel salarial”. Sin embargo, a medida que las mujeres van teniendo acceso a un mayor conocimiento financiero, su percepción cambia por completo. “La educación financiera es fundamental en términos de confianza, seguridad e independencia”, afirmaba Schwab-Pomerantz. Estos tres factores son especialmente determinantes cuando las mujeres deciden emprender o asumir el liderazgo de una compañía: “Nos permite hacer las cosas que queremos hacer”.
Aprendiendo el lenguaje del dinero
En la última edición de Girlboss Rally, una cumbre para mujeres aspirantes a líderes empresariales, organizada en Nueva York por la empresa Girlboss, se habló sobre las consecuencias de la falta de educación financiera y se diseccionaron los porqués de esta carencia. Uno de los principales es la ausencia de contenidos financieros en los planes educativos de las escuelas. “El dinero es un lenguaje", reflexionaba Priya Malani, fundadora de la empresa de planificación financiera para ‘millennials’, Stash Wealth. “Se nos permite elegir entre español, francés, alemán… Pero a nadie se le enseña el lenguaje del dinero”.
Las consecuencias de estas lagunas en la enseñanza, se traducen en una mayor inseguridad de las mujeres, en comparación con los hombres, a la hora de solicitar financiación para sus proyectos o de invertir en ellos. Los factores culturales, a pesar de que la falta de conocimiento es igual en ambos géneros, pesan mucho: “Los hombres no piden indicaciones y las mujeres no quieren molestar a nadie”, afirmaba la emprendedora Sarah Kunst, fundadora de Proday basándose en su experiencia previa en una empresa especializada en bolsa. “Ellos invierten de todos modos. Por lo tanto, obtienen sus beneficios”.
Para Sallie Krawcheck, una de las mujeres más influyentes de Wall Street y CEO de la empresa de inversión para mujeres, Ellevest, el gran problema es la brecha salarial: "No seremos iguales que los hombres hasta que no nos equiparemos financieramente a ellos”. En el blog de su compañía, esta veterana emprendedora apuntaba también las consecuencias psicológicas que las diferencias salariales tienen en las mujeres: “Teniendo en cuenta los mensajes que recibimos, no es de extrañar que suframos de falta de confianza financiera”.
Emprendedoras valientes
A pesar de los obstáculos, el mundo necesita que las mujeres pongan en marcha sus empresas. Según ONU Mujeres, el emprendimiento femenino: “Acerca al mundo al fin de la pobreza y el hambre, al crecimiento económico sostenible y a la reducción de las desigualdades”. La Fundación Microfinanzas BBVA tiene muy presente esta reflexión y trabaja para apoyar a las emprendedoras en situación vulnerable. En la actualidad, el 60% de los clientes a los que otorga créditos son mujeres y de ellas, el 27% vive en zonas rurales. Para todas, la educación financiera es vital y les permite conquistar territorios que antes les estaban vetados: “Con acceso a opciones de ahorro y crédito formales, las mujeres tienen una mayor participación en la economía. Pueden reservar fondos para emergencias, para fines de escolarización o para crear una empresa”, cuenta Rut Pelaiza, asesora de la Fundación Microfinanzas BBVA en Perú. “Esto sirve de trampolín para salir de la pobreza y lograr una mayor igualdad”.
Para reforzar la educación financiera es necesario contar con la mejor información. En el Centro para la Educación y Capacidades Financieras se encuentra disponible todos los contenidos relevantes sobre educación financiera en el mundo.