Estas son las certificaciones energéticas para viviendas que acreditan que son sostenibles
La nueva dimensión que los hogares han adquirido con la pandemia hace que las viviendas sostenibles sean la alternativa para eficientar la energía y cuidar el medioambiente. Saber si todo esto se cumple es el objetivo de la certificación energética de este tipo de construcciones.
Todos sabemos que el desarrollo sostenible es una prioridad en cualquier ámbito de la sociedad. En cuestión de vivienda, contribuir a la sostenibilidad no solo implica ahorro, también significa tener en el horizonte los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas para 2030. Y es que en estos tiempos construir mejor es casi una obligación.
Conseguir la eficiencia energética es prioritario para organizaciones y gobiernos. En España, por ejemplo, en 2021 entró en vigor el nuevo etiquetado energético para los electrodomésticos que ampliaba la escala de categorías pensando en futuros productos más eficientes. Y tampoco faltan los ejemplos globales de apuesta por las energías limpias. En América Latina, el 45 % del suministro eléctrico total proviene de la energía hidroeléctrica, según la Agencia Internacional de la Energía.
El desarrollo de la economía mundial supone en paralelo incrementar el consumo de energía. Por ello, la sensibilidad y voluntad de potenciar la eficiencia energética tiene cada vez más peso. Por otra parte, la responsabilidad con el medioambiente requiere de una ciudadanía comprometida con acciones en su vida cotidiana. Son los organismos reguladores, empresas y técnicos habilitados los que se encargan de evaluar y certificar que estos parámetros se cumplen. Todo ello más allá de contribuir al cuidado del planeta por principios y compromiso.
¿Cuál es el consumo de las viviendas sostenibles?
Las viviendas sostenibles, inmuebles respetuosos con el medioambiente, tienen un consumo energético casi nulo. Pueden priorizar el impacto positivo de los materiales o minimizar el uso de recursos durante su construcción y, en cualquier caso, el objetivo es común: mejorar los edificios que habitamos o donde trabajamos para cuidar de las personas y del entorno. En mayor o menor medida se diseñan siguiendo alguna de estas pautas:
- Disminuir al máximo posible el consumo energético.
- Promover las energías renovables.
- Reducir los residuos y emisiones.
- Aplicar estrategias de construcción para aprovechar los recursos materiales.
- Atenuar en lo posible el precio de los edificios y el mantenimiento.
- Mejorar la vida de sus habitantes.
Tipos de certificación energética para las viviendas y los edificios
El certificado de eficiencia energética es un trámite imprescindible para analizar los elementos que impactan en el consumo de energía de una vivienda o local. En el caso de las viviendas sostenibles deben cumplir los requisitos según la organización certificadora elegida de entre los sellos internacionales que existen.
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BREEAM
Fundada en 1921, está presente en Reino Unido desde 1990 y es el método de evaluación y certificación de la sostenibilidad líder a nivel mundial. Ha emitido más de medio millón de certificados repartidos por 89 países y evalúa los impactos en diez categorías: gestión, salud y bienestar, energía, transporte, agua, materiales, residuos, uso ecológico del suelo, contaminación e innovación. Desde 2009 se adaptó el estándar de la certificación a las circunstancias locales de cada país.
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LEED
Sistema creado en 1993 por el US Green Building Council para evaluar las edificaciones teniendo en cuenta la eficiencia energética, el uso de energías alternativas, la mejora de la calidad ambiental interior, la eficiencia del consumo del agua, el desarrollo sostenible de los espacios libres de la parcela y la selección de materiales. El sello evalúa obra nueva, rehabilitación, explotación y edificios de todo tipo y tamaño. Aunque se basa en la normativa americana, está presente en más de 30 países con las correspondientes adaptaciones.
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PASSIVHAUS
Fundado en Alemania a finales de los ochenta, este estándar pone foco en reducir casi a cero el consumo en acondicionamiento térmico y evalúa sobre cinco elementos: aislamiento, ausencia de puentes térmicos, hermeticidad, ventilación mecánica controlada con recuperación de calor y carpinterías de altas prestaciones. El sistema establece diferencias particulares dependiendo del clima donde se ubique el edificio ya que los inmuebles certificados por Passivhaus están repartidos por multitud de países.
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VERDE
Organización adaptada a la normativa europea y una de las referencias en certificación de edificación sostenible en España. Este sello basa su evaluación en las cinco ‘Pés’: personas (calidad de vida y bienestar), prosperidad (desarrollo económico local y justo), protección de nuestro planeta, paz (concordia y armonía) y pacto (implicación y compromiso de todos para todos). Conseguir el certificado implica cumplir sus estándares en aspectos como la ubicación del edificio, la calidad ambiental interior, la gestión de recursos, la integración social o la calidad técnica del edificio.
Estos son algunos de los sellos verdes más reconocidos y, por suerte, la implicación para aplicar principios de sostenibilidad a la arquitectura sigue creciendo.
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