Esta es la tecnología que te ayudará a ahorrar en la factura de la luz
La inteligencia artificial (IA) sumada al Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés) y a la conectividad 5G, abren nuevas posibilidades a los usuarios para conocer sus patrones de consumo y mejorar la eficiencia energética en sus hogares. Todo gracias a la combinación de dispositivos inteligentes y automatización.
La tecnología ayuda a los consumidores a reducir el coste energético de sus hogares en un contexto en el que las subidas de los precios y la importancia de reducir emisiones de dióxido de carbono (CO2), hacen del ahorro energético un aspecto clave para mejorar también la salud financiera.
En 2008, ya lo demostró un experimento realizado por el Instituto para la Diversificación y Ahorro Energético (IDAE), que comparó dos viviendas de la misma provincia e igual tamaño, características, número de habitantes y potencia eléctrica contratada. La única diferencia entre ambas era que a una se le había realizado una instalación domótica que controlaba la climatización, la iluminación y posibles averías y fugas. Tras un año de mediciones, la casa que incorporaba esta tecnología presentó un ahorro del 80% en iluminación, del 25% en aire acondicionado, del 20% en pequeño electrodoméstico, del 17% en calefacción, del 11% en agua caliente y del 10% en el uso del ordenador.
Más de 10 años después, soluciones tecnológicas cada vez más sofisticadas vienen a refrendar aquel experimento, convirtiéndose en grandes aliadas en dos vertientes:
–Permitiendo un uso más eficiente de los sistemas electrónicos.
–Aprovechando las tarifas por tramos para pagar menos por el consumo.
"Las tecnologías de Internet de las cosas (IoT), junto a la conectividad 5G y el ‘machine learning’, utilizadas de forma conjunta, pueden reducir notablemente el gasto energético de cualquier hogar", certifica Pascual Parada, director académico y de innovación de IEBS Digital School.
Existen en el mercado dispositivos electrónicos que se conectan con los electrodomésticos de una vivienda, normalmente mediante el cuadro eléctrico, y envían sus datos de consumo a una plataforma en la nube. Con estos datos se puede nutrir a algoritmos de ‘machine learning’ y estimar los patrones de gasto de la unidad familiar. A los habitantes les llega la información vía ‘smartphone’, con notificaciones, tablas y gráficos sobre su huella eléctrica.
"La inteligencia artificial y, en particular el ‘machine learning’, es capaz de extraer datos de consumo eléctrico de nuestros hogares, y determinar un patrón. Una vez que tenemos nuestro patrón de consumo podemos utilizarlo para reducir el gasto de dos maneras: cambiando nuestra forma de consumir energía o cambiando nuestro contrato según aquel que nos ofrezca las tarifas más bajas para nuestras franjas de mayor consumo", detalla Parada.
IoT engloba elementos del tipo de sensores y actuadores conectados a la red de Internet. Como los termostatos inteligentes, que controlan la climatización, permiten su gestión en remoto y pueden aprender los horarios y costumbres de una familia para, de esta forma, calentar o enfriar su hogar de manera más eficiente. Las bombillas inteligentes ofrecen ese mismo control, pero sobre la iluminación. Y el actuador maneja los motores de persianas para generar el llamado ‘factor cueva’ en una casa, manteniéndola fría en un día caluroso y cálida en un día frío.
Los enchufes electrónicos conectados al wifi de la vivienda permiten gestionar de manera remota, mediante una ‘app’, luces, televisión y otros dispositivos. El usuario puede encenderlos o apagarlos desde donde quiera y programarlos para que dejen de funcionar en un horario determinado. De esta manera se elimina el modo 'standby' y el consiguiente consumo fantasma.
Los asistentes virtuales, cada vez más presentes en los hogares, pueden colaborar en su mayor eficiencia energética. El equipo del proyecto Eco-Bot, financiado con fondos de la Unión Europea y finalizado en junio de 2021, presentó un asistente virtual personalizado que proporciona asesoramiento específico sobre el potencial de ahorro energético a la hora de emplear un electrodoméstico y podría promover comportamientos para mejorar la eficiencia energética en el hogar. Por ejemplo, el sistema informa al usuario sobre su nivel de consumo. También le proporciona una factura estimada basada en ese patrón, al tiempo que alerta sobre dónde se genera más gasto.
"Este robot conversacional tiene una interfaz de usuario agradable, lo que permite una comunicación fluida, más natural e interactiva en comparación con las aplicaciones móviles tradicionales", señaló Stephanos Camarinopoulos, coordinador del proyecto, en nota de prensa.
La app de BBVA también ha aprendido a leer los recibos de sus clientes, distinguir sus gastos en energía y calcular su equivalente en emisiones de dióxido de carbono para, finalmente, ofrecer un consejo personalizado de ahorro energético. Gracias a esta funcionalidad, es posible conocer la evolución mensual del gasto económico en energía, qué huella de carbono se genera por el consumo, e incluso comparar con el año anterior y fijarse metas de ahorro. Con toda esta información, la aplicación del banco puede sugerir bajar el termostato de la calefacción o sustituir las bombillas por otras de tipo LED, más eficientes, para disminuir el consumo energético y contribuir a cuidar el medioambiente, a la vez que se mejora la salud financiera de los clientes.
La tecnología solar, por su parte, ha madurado y diversificado su oferta, hasta el punto de que, más allá de su tejado, una casa puede contar con una batería externa, con paneles plegables y puertos USB, para cargar varios dispositivos simultáneamente (el móvil, el ordenador); los fabricantes recomiendan mantenerla cerca de una ventana; como contrapartida, la carga de estos kits solares suele ser menos eficiente que un enchufe a la pared. También hay cámaras de seguridad con baterías solares incorporadas.