Emprendedores que abren el grifo de la innovación para acabar con la crisis del agua
Una cuarta parte de la población mundial carece de acceso a servicios de agua potable gestionados de forma segura. La presión demográfica, la contaminación hídrica o el cambio climático exigen un uso sostenible del agua. Te contamos diez iniciativas innovadoras.
Los días se convirtieron en semanas y las semanas en meses. En la década de los ochenta, una larga temporada sin lluvias provocó una gran sequía en Burkina Faso. El país africano se quedó sin agua con la que regar sus cultivos, que se secaron y se transformaron en largas extensiones de terreno yermo y sin vida. La sequía dio paso a pérdidas económicas y, más adelante, a la hambruna.
En busca de soluciones, Yacouba Sawadogo modificó una práctica tradicional conocida como ‘zai’ para hacer más eficientes los cultivos de secano. Esta técnica consiste en cavar hoyos en las plantaciones para aprovechar el agua de lluvia. Sawadogo hizo estos hoyos más anchos, profundos y resistentes, y los rellenó de estiércol para atraer a las termitas. Este sencillo cambio aumentó el rendimiento de los cultivos entre un 100 y un 500 %.
Hoy, Yacouba Sawadogo es conocido como ‘el hombre que detuvo el desierto’ y su técnica se utiliza no solo en Burkina Faso, sino también en países vecinos y en otras regiones de África en donde la falta de lluvia es una amenaza frecuente. A la solución de Sawadogo se unen muchas otras que cuentan, además, con el respaldo de la tecnología. Iniciativas que buscan salidas a la crisis del agua partiendo del emprendimiento y de la innovación, y que buscan mejorar la gestión de este recurso en diferentes puntos del planeta.
La I+D+i en la gestión del agua
El emprendimiento y la innovación se presentan como un pilar importante para encontrar soluciones a todas las crisis que rodean la gestión del agua y que tienen una doble vertiente: la social y la medioambiental. Se calcula que el uso del agua ha aumentado cerca de un 1 % al año durante las últimas cuatro décadas y que lo seguirá haciendo a un ritmo similar de aquí a 2050.
De acuerdo con el informe ‘Alianzas y Cooperación por el agua’ de la UNESCO, el 26% de la población mundial carecía de acceso a servicios de agua potable gestionados de forma segura en 2020. Ese mismo año, cerca del 46 % (casi una de cada dos personas en el mundo) tampoco disponía de servicios de saneamiento gestionados de forma correcta.
La presión demográfica, la contaminación de los recursos hídricos o algunas de las consecuencias del cambio climático (como el aumento de la evaporación debido a la subida de las temperaturas o el incremento de la frecuencia y la intensidad de las sequías) dibujan un mundo en el que es necesario actuar con rapidez y eficiencia para hacer un uso sostenible del agua.
La I+D+i se presenta como una herramienta fundamental para conseguirlo. “Es crucial, incluso más que en otros ámbitos”, explica Juan Luis Sobreira Seoane, ingeniero industrial, doctor en Economía y director de la División Innovación Abierta en el Instituto Tecnológico de Galicia (ITG). “La I+D+i es una palanca de crecimiento para un país; pero en el caso del agua también contribuye a la sostenibilidad de este recurso”, añade.
Hoy en día, muchas de las soluciones más innovadoras y creativas surgen de empresas tecnológicas y startups que dan forma a nuevas herramientas y proponen planteamientos diferentes para encarar los problemas. “Su importancia para acabar con las crisis que rodean el agua reside principalmente en dos valores: la diversidad y el dinamismo. Son un soplo de aire fresco que permite crear soluciones y llevarlas al mercado no solo a nivel nacional, sino también global”, señala Sobreira.
Soluciones con un objetivo social para mejorar la gestión del agua
Lograr el acceso universal y equitativo al agua potable a un precio asequible y a servicios de saneamiento e higiene adecuados antes de 2030. Estas son las metas principales del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 6 (Agua limpia y saneamiento) de la Agenda 2030 de Naciones Unidas para lograr un mundo más sostenible, inclusivo y justo a lo largo de esta década.
Sin embargo, y tal y como señala el informe ‘Sustainable Development Report 2023’, elaborado por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (SDSN), este objetivo está lejos de poder alcanzarse en 2030. Para conseguirlo, es necesario multiplicar los esfuerzos.
Una de las vías para cambiar esta realidad, señala Sobreira, es invertir en soluciones para mejorar los servicios de saneamiento: “Es necesario apostar por soluciones capaces de minimizar el impacto de los vertidos, facilitar el tratamiento del agua y optimizar su transporte. Capaces, también, de hacer que el saneamiento deje de ser el último paso de un proceso y convertirlo en el centro del modelo. En una fuente de recursos para recuperar el agua y utilizarla en usos no domésticos”.
En este sentido, la startup barcelonesa Inloc Robotics ha diseñado un sistema basado en inteligencia artificial capaz de detectar de forma automática defectos en el alcantarillado. Esto garantiza no solo un ahorro de costes, sino también un aumento de la sostenibilidad al evitar fugas y otros problemas.
También en Barcelona, la empresa Waterologies ha lanzado un pequeño equipo de filtración capaz de limpiar y desinfectar hasta 200 litros de agua cada hora. El hecho de que se trate de un sistema portátil y conectado a una batería permite llevar soluciones a zonas a donde no llega el agua corriente. Su impacto puede llegar a ser inmenso: se calcula que, cada día, unos 1.000 niños mueren debido a enfermedades diarreicas asociadas a la falta de higiene y al agua contaminada.
En muchos de estos lugares, el reto está no solo en purificar el agua, sino también en conseguirla. Savia Atmospheric ha diseñado Water-from-Air, un sistema que obtiene y acumula el agua del aire, y que puede instalarse en cualquier región del mundo, sin necesidad de utilizar maquinaria pesada ni hacer perforaciones en el suelo.
Otras iniciativas utilizan precisamente el agua como medio para conseguir fondos con los que llevar pozos, sistemas de saneamiento y tanques de almacenamiento a aquellos que más los necesitan. Es el caso de AUARA, una empresa social que vende botellas de agua fabricadas con material reciclado y que dedica el 100 % de sus dividendos a este fin social. Su objetivo es llevar agua potable a más de 200.000 personas en los próximos cinco años.
Otro objetivo: conservar los recursos
Una de cada diez personas de todo el mundo vive en países con un nivel alto o incluso crítico de estrés hídrico. Es decir, en lugares en donde la demanda de agua es mayor que la cantidad disponible durante un tiempo determinado. Esto provoca un deterioro de la cantidad y la calidad de los recursos de agua dulce.
Actualmente, la sobreexplotación y las consecuencias del cambio climático amenazan con aumentar la escasez estacional de agua en numerosas regiones del mundo en los próximos años. Tal y como señala la ONU, la escasez hídrica se está haciendo endémica, y es necesario mejorar la gestión de este recurso para asegurar que no usamos más que lo que tenemos.
La principal solución para evitarlo es optimizar su uso en los sectores en los que más se demanda, como por ejemplo la agricultura (a la que se destinan tres cuartas partes del total de agua dulce utilizada en todo el mundo). Por ello, numerosas iniciativas trabajan para mejorar la eficiencia de las técnicas agrícolas.
Una de ellas es Kilimo, una plataforma digital que permite a los agricultores diseñar un plan de riego que se adapte a sus necesidades basándose en datos reales. De acuerdo con la propia empresa, su utilización ha permitido ahorrar más de 72 billones de litros en más de 150.000 hectáreas de 44 cultivos en América Latina.
Otro ejemplo es Trinity AgTech, una herramienta que ayuda a los agricultores a tomar decisiones relativas al uso de fertilizantes y del agua, entre otros elementos. De forma similar, Brioagro Technologies ha diseñado un sistema de monitorización para “medir las constantes vitales de los cultivos” que cuenta con sistemas de riego inteligente para tierras agrícolas y jardines.
Otras iniciativas buscan abordar el problema de la escasez de agua más allá de la agricultura. Bioazul es una empresa de ingeniería y consultoría tecnológica que desarrolla soluciones para mejorar el tratamiento y la reutilización del agua. Esto incluye sistemas de filtrado, higienización o depuración, entre muchas otras, para “garantizar agua limpia y saneamiento para todos y adoptar medidas para combatir el cambio climático y sus efectos”.
El Instituto Tecnológico de Galicia, por otro lado, participa en varios proyectos europeos que también tienen como objetivo mejorar la gestión del agua. Uno de ellos, D4RUNOFF, busca diseñar soluciones basadas en la naturaleza y en datos (gracias a infraestructuras hídricas y sensores, entre otros elementos) para gestionar y reducir la contaminación de las aguas urbanas.
Todos podemos mejorar la gestión del agua
Aunque las startups y las empresas tecnológicas tienen un papel relevante a la hora de mejorar la gestión del agua, lo cierto es que para lograr un sistema más sostenible es necesaria la colaboración de todos los agentes de la sociedad: desde los gobernantes hasta las empresas, pasando por los ciudadanos. “En un contexto de cambio climático, creo que debe ser prioritario trabajar en la gobernanza del agua, en el desarrollo de sistemas para identificar presiones sobre las fuentes de este recurso o en la resolución de conflictos”, señala Sobreira.
“Todos somos responsables de dejar un entorno mejor a las nuevas generaciones. Ahora mismo, no podemos dar el testigo con la cabeza alta, pero no debemos culpabilizar, sino establecer un espacio común en el cual llevar a cabo medidas que permitan mitigar, prevenir y mejorar las presiones sobre el agua a lo largo de su ciclo de vida, establecer políticas audaces y crear medidas concretas y ambiciosas”, añade.
Y si te estás preguntando qué puedes hacer a nivel individual, lo cierto es que también existe tecnología orientada para favorecer el ahorro de agua en casa. AquaReturn es una empresa alicantina que ha ideado un electrodoméstico capaz de ahorrar una media de 10.000 litros por persona al año de una forma muy sencilla: evita que el agua salga del grifo hasta que no esté caliente.
Gracias a la iniciativa de aquellos que abren el grifo de la innovación, el objetivo de ahorrar agua, hacer un uso más sostenible de la misma y llevarla a donde más se necesita está cada día un poco más cerca.