Emprendedoras tecnológicas: cuando la confianza gana al miedo
La brecha de género entre emprendedores se acorta. Nueve mujeres inician negocios por cada 10 hombres españoles. Algunas de ellas, vinculadas al sector tecnológico –uno de los “más masculinizado” del mercado–, relatan cuáles han sido los grandes retos a los que se han enfrentado y ponen de manifiesto que quien emprende y triunfa lo hace porque sueña con un proyecto y sabe que puede hacerlo realidad. El mayor escollo suele ser la autoconfianza. “La idea debe estar bien evaluada y nos tiene que emocionar”, confiesan.
“Llevaba varios años trabajando en una consultoría estratégica y fue allí donde me di cuenta del enorme potencial que tenía. Jamás había sido consciente de ello, y con 44 años llegué a la conclusión de que en la vida podía hacer lo que me propusiera. Siempre he vivido en el futuro y es posible que las personas que vivimos en el futuro tengamos una perspectiva diferente de la vida con respecto a otros individuos”. Elena Ibáñez tiene 46 años. Es publicista de profesión, pero ella dice que tiene “una formación multidisciplinar” que ha ido adquiriendo a lo largo de los años y a lo ancho de su gran inquietud. Y esa inquietud fue lo que la llevó a emprender.
Hace algunos años decidió dejar la compañía donde trabajaba para dedicarse a un proyecto personal que sabía que le iba a proporcionar muchas satisfacciones. “No tenía dinero, pero para emprender hay que arriesgar mucho y saber trabajar muy bien en el caos. Yo sé hacerlo”. Y Elena se lanzó. Le apasiona la psicología y descubrir nuevas cosas sobre la personalidad del ser humano. Le faltaba, sin embargo, el conocimiento sobre inteligencia artificial (IA) que era necesario para el proyecto que tenía en mente.
“Quería conseguir hacer un ‘match’ entre la carga genética y la personalidad de un individuo para ayudarle a saber lo que quiere hacer en la vida”. Y fundó Singularity Experts, la primera plataforma que a través de inteligencia artificial ayuda a reducir la incertidumbre sobre el empleo y la formación de futuro perfectos para cualquier persona, es decir, ayuda a elegir la profesión en la que un individuo tiene más posibilidades de triunfar. Sin duda, sus inquietudes hicieron que hoy sea una de tantas mujeres empresarias exitosas.
Las dificultades de las mujeres emprendedoras
Elisabeth Ruiz Dotras es profesora del área de Finanzas y directora del máster en Instrumentos y Mercados Financieros de la Universitat Oberta de Catalunya. Conoce el mundo del emprendimiento desde todas las perspectivas. Pero le faltaba una, la de convertirse ella misma en emprendedora. A pesar de ser tan consciente de las dificultades que tienen las mujeres para emprender está en pleno proceso de poner en marcha su propia empresa: “Está muy avanzada, y tendrá como objetivo acompañar a las mujeres en su proceso de emprendimiento a través de un programa de seis meses durante los cuales se las capacitará para enfrentarse a todas las fases de emprendimiento, desde que se tiene una idea hasta que se lleva a la práctica y se mantiene”.
En la última década, la brecha de género dentro del emprendimiento en España se ha estrechado más de un 35 % con respecto a hace diez años. Aún no hay datos de este último, aunque la pandemia y el confinamiento no han puesto las cosas fáciles a la actividad emprendedora. Sin embargo, mujer y emprendimiento van de la mano.
A pesar de que la brecha, efectivamente, tiende a reducirse, aún hay enormes rocas en el camino del emprendimiento para las mujeres. “Lo más importante es que la mujer tenga autoconfianza, pero precisamente es eso lo que le falta a la mayoría y lo que supone el mayor escollo. Piensan que tienen peores conocimientos financieros que los hombres, cuando no es cierto. La idea sobre la que emprender debe estar bien evaluada y tenemos que lanzarnos a algo que nos emocione y que nos haya gustado especialmente en la vida”, dice Dotra quien, a pesar de tener un hijo de 20 meses, ser madre soltera y tener su trabajo como docente, ha tenido esa valentía que parece ser el gran problema al que se enfrentan las mujeres.
Según datos del Informe Mundial GEM 2018/19, nueve mujeres inician negocios por cada 10 hombres españoles, una cifra que supera la media de Europa, donde solo se cuentan 6 mujeres por cada 10 hombres emprendedores.
En América Latina, sin embargo, el porcentaje de mujeres emprendedoras sigue siendo bajo. En Argentina, por ejemplo, es de un 40 % con respecto a los hombres, según un informe de la Asociación de Emprendedores Argentinos.
Los países con mayor porcentaje de mujeres emprendedoras en el mundo son Angola, Chile y Colombia. Sin embargo, en todas las regiones del planeta, salvo en EE. UU., el porcentaje de mujeres que acceden a servicios financieros al momento de iniciar su negocio es menor que el de los hombres.
La lista de países en el mundo con mayor porcentaje de mujeres emprendedoras que se encuentran en su etapa inicial de negocio lo conforman Brasil, Canadá, Estados Unidos, India, Argentina, España y Francia, según el Informe Mundial GEM 2018/19.
Abandonar en mitad del proceso de emprendimiento
La falta de apoyo del entorno social, la escasa visibilidad del emprendimiento realizado por las mujeres y la conciliación laboral y familiar son algunos de los motivos que hacen que 60% de las mujeres que deciden emprender abandonen el proceso, a pesar de que tanto hombres como mujeres muestran la misma intención por emprender. Así lo aseguran los investigadores Paco Abril y Alfons Romero en el Diagnóstico sobre Igualdad de género en el empredimiento para jóvenes, estudio de Acción contra el Hambre financiado por la Unión Europea.
Las mujeres emprenden más en el sector servicios, con la consecuente menor remuneración, mayor competencia, márgenes de beneficio reducidos, menores posibilidades de supervivencia y menor innovación tecnológica.
Pero no todas. Laurence Fontinoy (49 años) es una de esas excepciones junto a Elena Ibáñez. La excepción permite a otras mujeres emprender ese camino de las conocidas como ‘FemTech’, emprendedoras que ponen la tecnología al servicio del bienestar femenino.
Fontinoy es la creadora, junto a Clelia Morales, de WOOM, “una aplicación a medida que permite a las mujeres maximizar las posibilidades de quedar embarazadas, ganar tiempo y, finalmente, tener hijos más rápido; ya sea por concepción natural o, en casos necesarios, por consulta médica”, como la define la publicación Forbes cuando menciona la creación de estas dos mujeres entre una lista de apps tecnológicas líderes fundadas por mujeres.
“Queríamos impactar en la vida de la gente”
“Trabajé más de 20 años en multinacionales. Fui, entre otras cosas, directora de Marketing de Google España y Portugal y de Ebay. Mi socia y yo queríamos dejar el mundo corporativo y las dos habíamos tenido una experiencia complicada a la hora de intentar ser madres. A las dos nos costó quedarnos embarazadas y no teníamos apoyo. Así que fundamos WOOM. Queríamos impactar en la vida de la gente a través de la tecnología y lo hicimos con esta app de salud integral para la mujer. Le damos un apoyo en cualquier momento de su vida”, explica Fontinoy.
En su empresa trabajan 25 personas y tienen versión de la aplicación en inglés y en español. Desde que salieron al mercado en junio de 2016 han conseguido más de 1.600.000 usuarias registradas en nueve países, un 15 % de ellas en EE. UU. y Reino Unido. La aplicación es gratuita, pero trabajan en colaboración con empresas colaboradoras del mundo de la salud femenina, seguros y medicina. “La mitad de nuestros empleados son hombres y la otra mitad mujeres, aunque es cierto que los hombres son los que ocupan la mayoría de los puestos tecnológicos. Es más fácil encontrarlos a ellos”.
Ambas socias han captado hasta la fecha casi cuatro millones de euros “pero encontrar financiación no nos ha resultado fácil. Hay que tener en cuenta que nuestro producto está dirigido a la mujer y el 95 % de los inversores son hombres”. A pesar de todo, en 2019, el primer año que monetizaron, facturaron 400.000 euros.
La perseverancia y la ilusión por su proyecto es lo que llevó a Fontinoy y a Morales a triunfar. También la confianza en ellas mismas. Y eso es lo que Gloria Lomana, periodista y ex directora de informativos de Antena 3 TV, hace con chicas jóvenes como presidenta del proyecto 50&50, “una consultora que nace para orientar en igualdad y en liderazgo femenino”, como describe ella misma.
“Ofrecemos programas de participación para visibilizar a las mujeres líderes y para que las niñas tengan referentes. Nos enfocamos en la formación de jóvenes a partir de los 16 años como lideresas del futuro. Las chicas hacen sus proyectos y se los presentan a un jurado. Queremos que tengan autoconfianza y a través de clases con los mejores profesores aprenden a buscar financiación, a hacer viable un proyecto, a comunicarlo y a hacer marketing digital. Se les enseña a no poner límites a sus sueños, a pensar en grande”, explica la periodista.
Mujeres emprendedoras: De 25 a 34 años con estudios universitarios
Resulta curioso que muchas de las mujeres que emprenden en España lo hacen por necesidad. Según el Mapa de emprendimiento 2021, presentado en la última edición de South Summit –plataforma de innovación que conecta empresas emergentes, corporaciones e inversores–, solo un 20% de las mujeres emprende, frente a un 80% de los hombres. Su perfil está entre los 25 y 34 años con estudios universitarios y suele poner en marcha su negocio –en un 70 % de los casos– por necesidades del mercado.
En el ámbito internacional, la brecha de género entre emprendedores también se está acortando. Esta es una de las conclusiones que destaca el Informe GEM 2018/19. En concreto, la Tasa de Actividad Emprendedora (TEA) femenina ha vuelto a aumentar, del 5,6 % al 6 %, y la brecha a la hora de emprender entre hombres y mujeres ha vuelto a disminuir.
Eleanor Roosevelt, escritora, política y activista estadounidense en favor de los derechos civiles, dijo en cierta ocasión: “Gana fuerza, coraje y confianza por cada experiencia en la que realmente te detienes a mirar el miedo a la cara. Te puedes decir a ti misma: ‘He sobrevivido a este horror y podré enfrentarme a cualquier cosa que venga’. Debes hacer lo que te crees incapaz de hacer”. La frase parece haberse convertido en la máxima de muchas mujeres que se sienten con toda la fuerza para darle un nuevo rumbo a su vida a través del emprendimiento.