El PIB verde: ¿utopía o futuro?
El PIB verde es la denominación popular de una propuesta de Naciones Unidas presentada para estudiar el desarrollo económico de los países en relación a su sostenibilidad ecológica, que funciona como un nuevo indicador económico cuyo nombre técnico es el de "Índice de Riqueza Inclusiva".
En su presentación en la cumbre Río+20 se pudo ver que el desarrollo de las economías más potentes se construyó sobre un alto precio ecológico, por lo que en esta época de crisis se convierte en un mensaje confuso ¿realmente se puede producir una recuperación económica de forma sostenible?
China como antihéroe
China creó un índice similar en 2004 al planteado por la ONU, pero fue posteriormente eliminado al observarse que los datos de coste ecológico se traducía en PIBs nulos y negativos en muchas áreas por las acciones de crecimiento económico, que resultaban políticamente insostenibles bajo dicha perspectiva. Resultó evidente que el crecimiento del gigante asiático tendría un notable impacto sobre el medio ambiente, pero hasta este análisis realizado por la ONU sobre los datos de los últimos ejercicios no se había obtenido un indicador claro.
El "Índice de Riqueza Inclusiva" se basa en los datos recogidos entre 1990 y 2008 en los 20 países que representan el 56 por ciento de la población del planeta y que juntos poseen el 72% del PIB mundial. Entre ellos, vemos que aunque el PIB chino creció el 422%, pero según el PIB verde se quedaría en un 45% entre los años estudiados. Además, su capital natural (combustibles fósiles, bosques, minerales, tierras para la agricultura o pesca ) cayó el 17%.
Es el ejemplo más notable de lo expuesto por la ONU, que afirma que el crecimiento no debe ser analizado únicamente mediante el estudio del PIB, sino sobre el nombrado capital natural y el humano (educación, sanidad, etc...). Estos datos complementarían la información económica y nos darían el verdadero estado del desarrollo nacional.
¿Y España? Contradicción
En el informe presentado por la ONU no encontramos datos específicos sobre España, pero los países en desarrollo no comprenden la postura europea en la que nos encuadramos en esta materia, pues mientras se defiende el desarrollo sostenible y el PIB verde, se están llevando a cabo acciones en dirección contraria para recuperar el crecimiento.
En nuestro país podemos hablar sobre la modificación de la ley de costas, la aprobación de prospecciones cerca de aguas protegidas en Canarias, la suspensión de primas a las energías renovables, u otras medidas respecto al capital humano como los recortes en educación y sanidad. A efectos de los presentado por la ONU, son medidas contrarias a su naturaleza.
Por tanto, los países en desarrollo creen que la aplicación del PIB verde puede frenar su crecimiento mientras otras economías que defienden el índice están haciendo lo contrario, algo que ha sido descrito como "hipocresía" por organizaciones ecologistas como Greenpeace.
España parece haber retrasado la introducción "real" del desarrollo sostenible hasta que se refuerce la confianza en la economía y que se registren cifras de crecimiento estables. Algo que solo podrá registrarse a largo plazo, pese a que la postura oficial se encuentre unida a la de la Unión Europea.
Algunos resultados presentados por la ONU
La ONU ha presentado datos de los 20 países más representativos de la economía mundial. Entre ellos, únicamente Japón ha visto crecer su capital natural en los 18 años anteriores a 2009, gracias a la recuperación de sus bosques. Ahora bien, respecto a algunas economías potentes o en crecimiento encontramos datos como estos:
- China: el PIB creció un 422%, pero según el PIB verde queda en un 45%.
- Estados Unidos: el PIB creció un 37%, pero según el PIB verde queda en un 13%.
- Brasil: el PIB creció un 31%, pero según el PIB verde queda en un 18%.
- Sudáfrica: el PIB creció un 24%, pero según el PIB verde queda en un -1%.
El futuro de un país se crea sobre sus recursos humanos y naturales, pero la crisis acelera la toma de decisiones cuyo objetivo básico es económico ¿existe otra manera? Ante la presión de la urgencia ¿es hora de debatir sobre el mundo que queremos construir? Sin duda la crisis se pueden convertir en oportunidades, pero de momento los mensajes son contradictorios.