“El cambio climático es una fuente de riesgo financiero”
Los bancos centrales y supervisores califican el cambio climático como “una fuente de riesgo financiero y está en su mandato el asegurar que el sistema financiero integra estos riesgos”. Así lo han concluido estos organismos en Ciudad de México en el foro ‘Central Banks and Supervisors Network for Greening the Financial System’ (NGFS, por sus siglas en inglés), celebrado en Ciudad de México el pasado 22 de enero y que ha contado también con la participación de BBVA.
“Conscientes de este riesgo, los bancos líderes en sostenibilidad estamos desarrollando metodologías para comprender e integrar dicho riesgo climático en nuestros modelos de negocio”, ha explicado Antoni Ballabriga, director global de Negocio Responsable de BBVA, una de las pocas entidades financieras globales invitadas.
“Es fundamental que los bancos más avanzados trabajemos conjuntamente en el desarrollo de nuevos estándares que permitan avanzar en la comprensión de los efectos del cambio climático y su plena integración en nuestra estrategia”, afirmó Ballabriga.
El Banco de México ha sido el anfitrión de este foro al que han asistido representantes de los miembros de la red y más de 20 instituciones de América Latina (representantes de bancos centrales y reguladores). El NGFS es el único foro a nivel mundial que reúne a los bancos centrales y supervisores con el objetivo de comprender y promover una mejor gestión de los riesgos financieros y las oportunidades del cambio climático.
Durante su intervención en este foro, Antoni Ballabriga presentó la gran apuesta de BBVA contra el cambio climático, el ‘Compromiso 2025’, uno de cuyos principales objetivos es alinear progresivamente su actividad al Acuerdo de París.
Uno de los temas que suscitó más interés fue conocer la experiencia de BBVA con las distintas metodologías que se están desarrollando en la industria para gestionar los riesgos climáticos y en las que el banco se está convirtiendo en un referente.
Por un lado, la aplicación de la técnica de escenarios para valorar el impacto financiero del cambio climático en las carteras de crédito, siguiendo la metodología desarrollada por Oliver Wyman y Acclimatised en el marco del proyecto piloto promovida por UNEP FI y 16 grandes bancos globales.
Por otro lado, mediante el uso de una metodología desarrollada por 2º Degree Investing Initiative, en el marco del Compromiso de Katowice anunciado en diciembre junto con ING, Société Générale, BNP Paribas y Standard Chartered en la cumbre del clima. Esta metodología pretende evaluar el grado de alineamiento con el Acuerdo de París de las carteras de crédito en los sectores más sensibles.
El propósito último de la red es ayudar a fortalecer la respuesta global requerida para cumplir los objetivos del Acuerdo de París
En una carta abierta dirigida a los líderes mundiales y jefes de Estado reunidos en la 24º Cumbre climática de las Naciones Unidas en Katowice (Polonia), estas entidades se comprometieron a financiar y diseñar los servicios financieros necesarios para apoyar a los clientes en la transición a una economía baja en carbono. “Necesitamos construir capacidades en los bancos para poder abordar el reto del cambio climático. La disponibilidad de datos, el horizonte temporal, la falta de un histórico son algunos de los retos en los que nos encontramos”, refería dicha carta.
La NGFS fue lanzada como una red en 2017 durante la Cumbre de One Planet en París y está integrada por 28 miembros que participan en tres grupos de trabajo diferentes: supervisión, macro-financiación e integración de la financiación verde. Estos bancos centrales y supervisores tienen como objetivo mejorar el rol del sistema financiero para gestionar los riesgos y movilizar capital hacia inversiones verdes y bajas en carbono. De este modo, su propósito es definir y promover las mejores prácticas para ser implementadas dentro y fuera del grupo de la NGFS, así como llevar a cabo un trabajo analítico sobre finanzas verdes.
El propósito último de la red es ayudar a fortalecer la respuesta global requerida para cumplir los objetivos del Acuerdo de París, mejorando el papel del sistema financiero para gestionar los riesgos y movilizar capital para inversiones verdes y con bajas emisiones de carbono.