Educación financiera: construyendo desde la base
Las personas no se despiertan un día a los 25 años y descubren que son adultas. La iniciativa, la toma de decisión y la responsabilidad para hacerse cargo de la propia vida se desarrollan paso a paso.
Los niños y jóvenes de hoy empiezan a manejar dinero y tomar decisiones a edad cada vez más temprana por lo que, como observa Pablo Marroche, director ejecutivo de Desem Jóvenes Emprendedores, “es muy importante que conozcan la mayor cantidad de herramientas para desarrollarse plena y saludablemente en el mundo actual". Por eso, los programas de esta fundación acompañan todas las etapas del crecimiento: desde niños que con tres años entran a educación inicial, hasta jóvenes ansiosos de construirse un futuro.
Los ejes que se trabajan son tres: la educación financiera, la preparación para el trabajo y el emprendimiento. Cada programa aporta diferentes componentes: con los más pequeños, por ejemplo, se busca desarrollar valores y la noción de responsabilidad; los más grandes realizan desde prácticas profesionales hasta la ejecución real de planes de negocio.
“Lo primordial es que los jóvenes visualicen que las decisiones son de ellos, y pueden pensar sus finanzas a partir de un objetivo inicial: qué es lo que yo quiero lograr, cuál es mi visión, cómo construyo ese camino y qué recursos necesito. A partir de allí, toman contacto con las herramientas que les ayuden a conseguir sus objetivos en forma responsable y sostenible", explica Marroche.
Así como el manejo financiero es indispensable para todos, también el emprendimiento puede ser útil para cualquier persona. “El punto es adquirir las herramientas que necesita el emprendedor, pero desde un concepto amplio: el que pone un negocio, pero también el emprendedor social o el intra-emprendedor que actúa dentro de una empresa”, explica el director de Desem. “Lo fundamental son los valores: la visión de futuro, la proactividad, la metodicidad, el trabajo en equipo, la responsabilidad, la innovación y la creatividad… las actitudes para un desempeño más exitoso, que lleve a mejores resultados”.
Algo que caracteriza a todos los programas de Desem es el enfoque. “Buscamos que incorporen las herramientas en forma vivencial: aprender haciendo. Ponemos al joven como eje central y nos enfocamos en desarrollar competencias, que combinan el conocimiento con la habilidad y la actitud”, explica Marroche.
“La educación financiera es un tema que está en boga; se ha logrado instalar en la agenda actual de Uruguay: se trabaja desde el Gobierno, desde el ámbito educativo, y también desde la empresa privada, como el caso de BBVA con quienes trabajamos de la mano en programas de educación financiera y emprendimiento. Y eso es muy positivo para construir una sociedad mejor —en cualquiera de los ámbitos y temas— es fundamental que se involucren todos los actores sociales”, señala Pablo Marroche.