Turismo ecológico o ecoturismo: una alternativa que contribuye con el planeta
El ecoturismo refleja un nuevo paradigma en la manera de visitar otros lugares y descubrir nuevas culturas. El impacto mínimo en el medioambiente y la naturaleza, el respeto por las culturas tradicionales o la generación de empleo local, son algunos de los puntos que diferencian a este tipo de turismo del convencional.
La pandemia supuso un antes y un después en el mundo del turismo. La Unión Europea, en su informe ‘La Covid-19 y la transformación del turismo’, planteó que la crisis mundial podía convertirse en una oportunidad “para transformar el sector y la relación del turismo con la naturaleza, el clima y la economía. Es la hora de volver a plantear la manera en que el sector afecta a nuestros recursos naturales y ecosistemas. Para ello, hay que partir de la labor que ya se ha hecho en materia de turismo sostenible”. En ese documento apuntaban la necesidad de políticas e iniciativas que fomenten la movilidad sostenible de cara a preservar los entornos naturales y locales.
Tras la pandemia, el interés por el ecoturismo aumentó considerablemente. El confinamiento impulsó destinos rurales, no masificados, donde poder disfrutar de la naturaleza. Por tanto, la crisis sanitaria de 2020 se convirtió en un punto de inflexión que cambió la manera de disfrutar del ocio y el turismo, poniendo como eje centrar otro tipo de valores más cercanos a la sostenibilidad.
¿Qué es el ecoturismo?
Según la Organización Mundial del Turismo de las Naciones Unidas (UNWTO), las características del ecoturismo se basan en el cumplimiento de una serie de requisitos básicos como “el amor por la naturaleza y la observación del entorno natural y su interpretación, el respeto por la culturas tradicionales de las zonas naturales, el objetivo impacto negativo mínimo y la contribución al mantenimiento de las zonas naturales generando empleo local y beneficios en la comunidad”.
¿Cuál es la diferencia entre el ecoturismo y el turismo sostenible?
Aunque coinciden en varios puntos, hay algunas diferencias entre ambos conceptos. El turismo sostenible nace de una concienciación sobre temas medioambientales y pivota entre los tres puntos básicos de la sostenibilidad: economía, medioambiente y sociedad. Sin embargo, el ecoturismo, según se estableció en 2002 durante la Primera Cumbre Mundial en la Declaración de Québec, debe cumplir una serie de condiciones para que sea considerado como tal:
- Debe contribuir a la conservación del Patrimonio Natural y Cultural.
- Incluye a las comunidades locales en su planteamiento y bienestar.
- Interpreta el Patrimonio Natural y Cultural.
- Opta por viajeros independientes y grupos pequeños.
- Es sensible en lo que respecta al ámbito político, ambiental y social del destino.
- Opta por las energías renovables.
- Potencia la participación local para generar riqueza en la población rural.
Un nuevo modelo de turista ecológico
En el libro L’ecoturisme, de Marta Nel-lo y Claudia Llanes, se plantea el surgimiento de un nuevo tipo de turistas: personas con valores diferentes al resto de turismo de masa, con perfil experimentado y personalidad independiente. Un nuevo viajero que busca otras cosas, como un disfrute más auténtico y un turismo alternativo. El libro plantea cuatro modalidades de turismo alternativo: ecoturismo, turismo cultural, turismo de aventura y turismo rural.
Entre las características principales de este ecoturista cabe citar que se muestra interesado por el contacto con la naturaleza, que busca nuevas formas de entender y vivir la vida, que mantiene su mentalidad de principiante (aprende, es activo y colaborador), y que suele ser educado y está informado sobre el lugar al que viaja.
Beneficios del ecoturismo para el medioambiente
El ecoturismo, por tanto, emerge como una alternativa turística que no solo permite disfrutar de la belleza natural del planeta, sino que también contribuye a su preservación y conservación. Una de las principales ventajas del ecoturismo para el medioambiente radica en su enfoque hacia la sostenibilidad, ya que promueve prácticas responsables que minimizan el impacto negativo sobre los ecosistemas frágiles y vulnerables.
Además, el ecoturismo también puede contribuir a la generación de conciencia sobre la importancia de conservar la biodiversidad y los hábitats naturales. Asimismo, esta forma de turismo suele impulsar la creación de empleo local y el desarrollo económico de comunidades rurales, incentivando la protección de los recursos naturales como fuente de ingresos a largo plazo. Por todo ello, el turismo sostenible se posiciona como una herramienta poderosa para la promoción de la conservación ambiental, el desarrollo sostenible y el disfrute responsable de los entornos naturales.
La importancia del turismo sostenible
Teniendo en cuenta el nuevo perfil del turista ecológico y las bases que conforman la amplia definición de ecoturismo, son muchos los beneficios que aporta. Entre ellos, el respeto por la naturaleza y, por tanto, por el mínimo impacto ambiental. Además, está el respeto por las tradiciones, la cultura local y la importante generación de ingresos para los habitantes del destino visitado.
Para The International Ecoturism Society (TIES) el ecoturismo es clave porque implica conservación, comunidades e interpretación. “Es un viaje responsable a áreas naturales que conserva el medioambiente, sostiene el bienestar de la población local e involucra interpretación y educación por parte del huésped y del personal que atiende”.