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Social> Salud y bienestar Act. 20 nov 2018

Día Mundial del Donante de Médula Ósea: una decisión que puede salvar vidas

El tercer sábado de cada mes de septiembre se celebra el Día Mundial del Donante de Médula Ósea, una iniciativa de la Asociación Mundial de Registros Donantes de Médula Ósea (WMDA) que se extiende a más de 50 países de todo el mundo y tiene como objetivo agradecer a todos los donantes y seguir concienciando a los ciudadanos sobre este tipo de donación.

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Una campaña, que originariamente se inició a nivel europeo en Italia, España, Francia y Bélgica, pero que en 2015 se amplió a nivel mundial por la WMDA. Una fecha especial que busca seguir recordando a los ciudadanos de todo el planeta la importancia de la donación de médula ósea y la necesidad de informarse adecuadamente antes de tomar una decisión que puede salvar vidas.

Además, según explica la WMDA, para muchos niños y adultos que necesitan un trasplante no es posible encontrar una coincidencia dentro del registro de donantes. De ahí lo necesario de poder sumar cada día nuevos donantes. Engrosar ese registro que aglutina los datos de todos los donantes de médula ósea es una prioridad que se debe abordar a nivel mundial.

Porque recurrir a este tipo de trasplante significa haber agotado previamente todas las opciones que le quedan al afectado. Las leucemias, los linfomas, las inmunodeficiencias congénitas o la aplasia medular son solo algunas de las enfermedades que pueden requerir un trasplante de médula ósea para la supervivencia del paciente.

En la actualidad, más de 32 millones de personas en todo el mundo son ya donantes de médula. En España, el número de nuevos donantes de médula ósea en 2017 se elevaron a 78.291, prácticamente el doble de lo previsto para ese año. Cada día, 220 personas donan médula, mientras que se espera lograr alcanzar los 400.000 donantes en este 2018 (objetivo fechado inicialmente para 2020).

Requisitos esenciales para ser donante

¿Y cómo convertirse en donante? No todo el mundo puede serlo. La Fundación Josep Carreras contra la Leucemia, organización que desde hace más de 30 años se enfrenta al desafío de conseguir que la leucemia sea, algún día, una enfermedad 100% curable, indica cuáles son los requisitos esenciales para ser donante de médula ósea:

1. Tener entre 18 y 55 años, (aunque las personas inscritas en el registro pueden ser donantes hasta los 60 años)
2. Estar sano, es decir, no padecer ninguna enfermedad susceptible de ser trasmitida al receptor. Los interesados tampoco pueden padecer ninguna enfermedad que pueda poner en peligro su vida por el hecho de la donación.
3. También es importante tener en cuenta que no se puede donar médula para un paciente concreto, sino para cualquier persona compatible que lo necesite, con independencia de donde resida.
4. Ser donante de médula significa adquirir un compromiso para toda la vida. Supone entrar a formar parte de un selecto club mundial, de personas sanas y solidarias, que saben que en cualquier momento pueden llamarlas para salvar la vida de un paciente anónimo en cualquier lugar del mundo.

El reto de encontrar un donante 100% compatible

Desde hace muchos años se busca una cura definitiva, pero hasta encontrarla es necesaria la solidaridad de todas las personas sanas que puedan y quieran formar parte del Registro de Donantes de Médula Ósea (REDMO). Un registro, gestionado por la Fundación Josep Carreras (en colaboración con la Sanidad de España) y que tiene vital importancia ya que en el año 2017 se incrementaron en un 63% los donantes, llegando a la cifra de 322.530.

El proceso de la donación

Para buscar un donante compatible, el primer paso a seguir es realizar pruebas de compatibilidad entre hermanos, si el paciente los tiene. Un proceso que no siempre arroja resultados positivos ya que tres de cada cuatro pacientes no tendrán compatibilidad.

En ese momento se acude al REDMO, donde no hay una lista de espera como tal. El criterio que se sigue es el de compatibilidad. Si existiera, se contacta con el donante para realizarle pruebas médicas para comprobar su estado de salud y que en el tiempo registrado no haya tenido ninguna enfermedad contagiosa.

A partir de ahí, comienza el proceso de extracción que está detallado en esta guía 'Guía del donante de médula ósea'.