Día Mundial del Emprendimiento: la aportación de los pequeños negocios al crecimiento mundial
Emprender es la única opción para millones de personas en Latinoamérica. El Día Mundial del Emprendimiento tiene como propósito impulsar el espíritu emprendedor, incentivando a los que tienen una idea y ayudándolos a ponerla en marcha. Para la Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA) es un día muy destacado porque, a través de sus instituciones microfinancieras, atiende a 2,8 millones de emprendedores en vulnerabilidad en cinco países de Latinoamérica.
Según el Banco Mundial, el 77% de los que salen de la pobreza lo consiguen gracias a la iniciativa individual. Seguir adelante con una situación social y económica muy vulnerable requiere, entre otras cosas, de acceso a financiación y capacitación para la gestión de los negocios. Las pequeñas y medianas empresas (PYMES) formales contribuyen hasta un 40% al Producto Interior Bruto (PIB) en economías emergentes y esta contribución es significativamente más elevada cuando se incluye a las pequeñas empresas que están en la informalidad.
Una oportunidad para los más vulnerables
Solo el año pasado, y a pesar de la pandemia, la Fundación ha entregado 1.114 millones de euros (un 34% más que el año anterior) en pequeños préstamos, creando así oportunidades para que estos emprendedores mejoren sus vidas. El 82% de ellos cuando empiezan con la FMBBVA están en situación de vulnerabilidad desde el punto de vista monetario y el 27% sale de la pobreza tras dos años.
El 59% son mujeres y de ellas el 56% sacan adelante, solas, a sus hijos y/o a otras personas dependientes. Como Sandra Cerón, emprendedora colombiana que tiene una cacharrería en Bogotá. Durante 17 años recorrió las calles vendiendo café en termos portátiles, pero los ingresos no eran suficientes para mantener a su familia.
Cuando conoció a Bancamía, la entidad colombiana de la FMBBVA, pensaba que un banco no iba a concederle un crédito, dada su situación, pero no fue así.
De hecho, Bancamía atiende actualmente a más de un millón y medio de personas, emprendedores como Sandra que necesitaban una oportunidad. Su negocio ha ido creciendo gracias a su esfuerzo y a los créditos que la entidad le ha ido entregando. Atrás han quedado las horas recorriendo las calles para vender cafés. “Soy una mujer independiente. Al ser mi propia jefa he tenido más tiempo para estar con mis hijos y trabajar para mí”, explica Sandra, pero cuenta que no pudo estudiar.
Su padre quiso alejarla a ella y a sus cuatro hermanos de la violencia del conflicto colombiano, y pidió a unos conocidos que les acogieran en su casa, lejos del peligro. Lo que se suponía era un cambio para mejorar, se convirtió en una pesadilla: obligaban a Sandra, que entonces tenía 11 años, a realizar las tareas domésticas y tuvo que dejar la escuela.
Cuando tuvo que cuidar sola a sus tres hijos, de 2, 4 y 8 años, que accedieran a la educación que ella no tuvo fue su motivación para emprender. Y lo consiguió, porque los mayores tienen ya un empleo y la pequeña se gradúa este año como ingeniera civil.
Sandra Cerón, emprendedora colombiana FMBBVA
Según iNNpulsa, la agencia de emprendimiento e innovación del gobierno colombiano, las MIPYMES representan el 99,6% de las empresas del país y crean el 80% del empleo.
Facilitar a los emprendedores el acceso productos y servicios
Además de financiación, los emprendedores necesitan productos y servicios adaptados a su situación personal y a su negocio.
Sandra, por ejemplo, utiliza la aplicación de banca móvil de Bancamía para realizar pagos y transferir dinero, ahorrando tiempo que puede dedicar a su negocio o a su familia.
La Corporación Financiera Internacional (IFC), entidad del Grupo Banco Mundial, tiene una alianza con Bancamía para mejorar la eficiencia de los canales digitales para los emprendedores, a través del programa DigiLab Finance. IFC ha destacado la historia de emprendimiento de Sandra como ejemplo de cómo la aportación del sector privado contribuye al crecimiento en Colombia.
Cuando los emprendedores viven en zonas alejadas o mal comunicadas, desplazarse hasta la sucursal les puede obligar a cerrar su negocio durante horas. Los corresponsales o agentes bancarios son una solución a este problema; son también emprendedores con negocios populares, con tránsito de gente, situados en zonas céntricas, donde se pueden realizar operaciones financieras sencillas sin tener que ir a la sucursal.
Camilo Hiraldo es agente bancario de la FMBBVA en República Dominicana
Camilo Hiraldo es un agente bancario de Banco Adopem, la entidad dominicana de la FMBBVA. Es cliente de la entidad desde 2017. Con su farmacia ha podido mantener a su familia y conseguir que sus tres hijas tengan estudios universitarios. En un futuro espera abrir otros dos locales en puntos estratégicos de Santo Domingo para crear una cadena de farmacias y, por qué no, seguir prestando servicio a la comunidad también como corresponsal de Adopem.
Microserfin, la entidad panameña de la FMBBVA, también cuenta con corresponsales bancarios propios. Kathia Cedeño tiene una abarrotería en San Félix, uno de los distritos más antiguos de la provincia de Chiriquí. “Siendo corresponsal he aumentado mis ingresos porque llegan más clientes y además contribuyo a que mi comunidad cumpla con sus obligaciones financieras de manera cercana y eficaz ”, explica esta emprendedora de 24 años.
El emprendimiento en América Latina
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) señala en las conclusiones de un estudio realizado en 2020 en 16 países de América Latina, que analiza la situación del emprendimiento en la región, que es necesario “brindar apoyo enfocado en adaptar los servicios a las nuevas necesidades de los emprendedores” y “canalizar la asistencia técnica y financiera” hacia ellos.
En el Día Mundial del Emprendimiento no podemos olvidar la enorme contribución de los emprendedores al PIB de los países en todo el mundo y la necesidad de seguir innovando con soluciones financieras y no financieras y herramientas tecnológicas que permitan su progreso, ya que es una condición indispensable para alcanzar un desarrollo económico y social, verdaderamente sostenible e inclusivo.