El primero de noviembre se celebra en todo el planeta el Día Mundial de la Ecología. El objetivo principal de este día es recordar la importancia de conocer, valorar y respetar las relaciones que existen entre todos los seres vivos y su medio ambiente. Es por eso que, con motivo de conmemoración, en este artículo se comparten algunas pequeñas acciones que pueden producir grandes cambios en favor del medio ambiente.
La ecología es una rama de estudio de la biología que se encarga de estudiar las relaciones de los diferentes seres vivos entre sí y con su entorno, incluyendo también los factores del clima y la geología. Conocer más de esta disciplina es sumamente importante porque permite generar esa responsabilidad que como seres humanos debemos tener con el ambiente que nos rodea y con el respeto al planeta tierra que, finalmente, es el hogar de todos.
Últimamente, no es extraño encontrarse con noticias que dan cuenta de la frágil realidad del medio ambiente y de cómo, a partir de la irresponsabilidad de algunos, se ven en peligro ecosistemas, hábitats y todas las relaciones que se forman a partir de ellos, involucrando a los seres humanos indiscutiblemente. Por ejemplo, existen estimaciones que indican que cada 10 segundos se extingue una especie viva para siempre o se pierde el equivalente a cinco canchas de fútbol en bosques tropicales. Además, si el ritmo de uso de recursos se mantiene, para el 2050 se habrá perdido el 50% de los ecosistemas naturales en el mundo.
Pequeñas cosas que ayudan
Sin embargo, existen acciones que, mientras más personas las sigan, puede llegar a marcar grandes diferencias. Hoy en día es esperanzador ver iniciativas como la del ‘zero waste’, que intenta generar la mínima cantidad de desperdicios posibles o, por ejemplo, en un plano local, en Perú, cada vez más personas son las que se suman a dejar de usar las bolsas de plástico para pasar a las bolsa reutilizables y biodegradables.
Así como esas iniciativas generan cambios, la siguiente lista de acciones también puede ayudar:
Revisar cuánta agua se utiliza: prestar atención a cuánta agua se utiliza o cuánta agua se malgasta es importante. ¿Se cierra el caño a la hora de lavarse los dientes? ¿Se toma agua embotellada todos los días? ¿Se tiene una avería que aún no se arregla? Son preguntas que pueden ayudar a delimitar la contribución de cada persona.
¿Sé lo que genero con los desechos tecnológicos?: a veces llega un nuevo modelo de celular y el anterior se desecha fácilmente. Pero los aparatos electrónicos contienen muchas sustancias peligrosas que pueden contaminar en gran manera. Por ejemplo, la batería de un celular puede contaminar 600.000 litros de agua. Lo mejor es no tirar estos desechos a la basura sino llevarlos a un centro de acopio.
Caminar más o montar bici: no solo producirá alegrías a la salud, sino que también permite que se genere menos contaminación. Dejar el carro en casa dos veces por semana permite que se reduzcan los gases invernadero. Y si es necesario usar el vehículo, lo recomendable es aprovecharlo para realizar varias actividades en un solo viaje.
Atención a la luz: cambiar los focos incandescentes por otros de bajo consumo no solo ahorra dinero (porque duran 10 veces más) sino que permitirá un menor uso de energía y emisiones de CO2, que son los causantes que la temperatura del planeta suba más grados cada año. Desenchufar los equipos electrónicos que no se utilizan también es indispensable. Es interesante ver en el mundo cómo los paneles de energía solar —como la red en forma de oso panda en China— están emergiendo como soluciones que se espera se propaguen más.
Reciclar: no es difícil, solo se requiere iniciativa y orden. Algo tan simple como botar los desperdicios en contenedores especializados por tipo de material (plástico, vidrio, papel y orgánicos), ayudará a que se contamine menos. La actividad de reciclar puede empezar por cada persona y es cuestión de averiguar cuál es el punto de acopio más cercano al lugar donde se vive.
Responsabilidad empresarial
Las empresas y organizaciones también cumplen un rol fundamental. Debido a que sus actividades ejercen influencia sobre el medio ambiente a través del consumo de recursos naturales y emisiones generadas, ellas son responsables en gran medida de la preservación de la ecología y de generar impactos en sus colaboradores y en la sociedad.
En ese sentido, BBVA Continental asume el compromiso con su política medioambiental de alcance global. El banco ha suscrito los principales acuerdos internacionales al respecto, como la Iniciativa Financiera del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP FI), los Principios de Ecuador, los Principios de Inversión Responsable (PRI) y el Pacto Mundial de Naciones Unidas.
Entre los objetivos principales del banco, descritos en su Plan Global de Ecoeficiencia para el periodo 2016-2020, están:
- Reducción de 7% en las emisiones de CO2
- Reducción de 13% en el consumo de agua
- Reducción de 8% en el consumo de electricidad
- Un 35% del personal trabaja en edificios y oficinas con certificación ambiental
- Un 35% del personal trabaja en edificios con recogida selectiva
Además de estas iniciativas, el plan global contiene también el reciclaje de papel, el recojo de aparatos eléctricos, el consumo energético eficiente, la implementación de energías renovables, la utilización de nuevas tecnologías para el ahorro energético y racionalización de recursos para hacer más eficiente la infraestructura, así como las actividades de reciclaje que realiza con el Voluntariado BBVA Continental.
Si bien el Día Mundial de la Ecología está marcado como una fecha en el calendario, las acciones que se pueden realizar para el bien del medio ambiente se pueden efectuar todos los días y mientras más se compartan, mejores serán los resultados para el planeta de todos.