Cultivos y energía solar, una radiante (y sostenible) simbiosis
En Babberich (Países Bajos) se ha desplegado una enorme granja de frambuesas cuyo techo fotovoltaico beneficia al cultivo y genera energía verde. Es solo un ejemplo de la integración de agricultura y ganadería con plantas agrivoltaicas para producir electricidad y alimentos en un mismo espacio.
¿Es posible compatibilizar la agricultura, la ganadería y la energía solar? La pregunta va dirigida a María Colom, directora de Política Energética de UNEF (Unión Española Fotovoltaica). “No solo posible, sino real; existen soluciones comerciales que incorporan paneles solares en granjas e invernaderos, y ya son rentables; la inversión necesaria para electrificar el campo con fotovoltaica se amortiza en cinco años, sin ayudas”, responde. Cuando la integración es total y la explotación agropecuaria e instalación solar comparten un mismo espacio, surge un término, con algunas variantes, para definir la simbiosis: agrovoltaica, agrivoltaica o agrofotovoltaica.
“Si incluso menos del 1% de las tierras de cultivo se convirtieran en un sistema agrivoltaico, la producción solar compensaría la demanda mundial de energía”, concluye un artículo firmado por varios profesores de la Universidad Estatal de Oregón (Estados Unidos) y publicado en 2019 en la revista 'Nature'. Un paso más hacia un desarrollo más sostenible.
Los beneficios de compartir espacio
“Para satisfacer la demanda mundial de electricidad con energía limpia se necesitan grandes superficies de terreno; por ello hay que aprovechar al máximo las posibilidades. Uno de los mejores ejemplos en este sentido son las granjas solares o agrivoltaicas”, coincide Alejandro Ponferrada Rodríguez, responsable de desarrollo de negocio en Aljaval Solutions, compañía desarrolladora de proyectos, ingeniería y comercialización de energías renovables, en un artículo publicado en la web de UNEF. “El uso de grandes extensiones de tierra para granjas solares aumenta la eficiencia de ambos mundos, del cultivo y de la generación de energía verde. Porque la demanda de producción de alimentos y la demanda de energía están creciendo y compiten por un recurso limitado: la tierra”, advierte.
“En un futuro no muy lejano, es probable que una gran parte de nuestras zonas agrarias implementen sistemas agrivoltaicos para maximizar los beneficios de su actividad”, subraya Ponferrada. Colom relaciona la electrificación con una agricultura “mecanizada, digital y más sostenible”, capaz de ampliar las fuentes de ingresos del agricultor y de ayudar a fijar y atraer población al mundo rural.
El agropecuario es uno de los escenarios en los que puede brillar la agrovoltaica, con granjas o invernaderos que se abren a los paneles como forma de diversificar negocio. El otro es la instalación solar en la que se siembra o se permite que las ovejas pasten.
En 2020, la empresa alemana BayWa r.e., que pone en marcha parques fotovoltaicos y eólicos por todo el mundo, completó en Babberich (Países Bajos), el más grande y tecnológicamente más sofisticado sistema 'fruitvoltaic' de Europa: una potencia instalada de 2,67 MWp desplegada en 3,3 hectáreas de una granja de frambuesas. Su techo fotovoltaico semitransparente “proporciona un clima estable para el cultivo de frutas y genera energía verde al mismo tiempo”, subraya su descripción en internet.
Mientras BayWa r.e. busca ganaderos y agricultores para convertir dos antiguas bases aéreas francesas en parques fotovoltaicos combinados con ganadería y agricultura, la compañía energética Endesa “ha empezado a devolver el uso del suelo renovable al sector primario” en España, en sus plantas fotovoltaicas de Valdecaballeros y Augusto (Extremadura), Totana (Murcia) y Las Corchas (Andalucía), según ha anunciado. A la siembra de pimiento rojo, brócoli, alcachofa, tomillo, pitaya, salvia, orégano, romero, lavanda, cilantro, berenjena, brócoli, coliflor o calabacín se suman los acuerdos con los pastores locales para “utilizar el desbroce natural de las ovejas” en estas instalaciones, añade la empresa eléctrica.
Beneficios de las plantas agrovoltaicas
Antes de plantar, los técnicos de Endesa realizaron un estudio de viabilidad agronómica para elegir el tipo de cultivo más adecuado según las condiciones climáticas. La sombra que proyectan los paneles puede afectar a la productividad de algunas plantas, pero favorecer a otras que necesitan menos luz para crecer. “La utilización de cultivos que agradecen horas de sombra permite minimizar las pérdidas de rendimiento en los cultivos y así mantener la estabilidad de sus costes de producción”, explica Ponferrada Rodríguez en la web de UNEF.
“La sombra mejora los rendimientos agrícolas en cultivos que antes sufrían estrés a la intemperie y que precisaban de más agua. La humedad propia de los cultivos refrigera el ambiente y posibilita una mayor eficiencia de los paneles fotovoltaicos cuando hay más radiación solar”, insiste, afirmando que la tierra agrícola vale un 30% más con agrivoltaica, y aludiendo a la investigación de la Universidad Estatal de Oregon, según la cual, estos proyectos fotovoltaicos vinculados a la agricultura alcanzan el mayor potencial cuando se combinan con verduras de hoja (lechuga o espinaca), y con tubérculos como la patata, los rábanos, la remolacha y la zanahoria.
Las sinergias entre ambos mundos, abrochados por la agrovoltaica, abundan. “Las soluciones de energía solar flotante para instalar en las balsas, que ya se encuentran en fase comercial, además de cubrir la demanda energética del agricultor con autoconsumo, ayuda a que el agua se evapore menos”, describe Colom, firme defensora de las posibilidades que ofrecen las soluciones de autoconsumo en el campo. “En Europa, las ayudas de los fondos Next Generation EU actuarán como aceleradores y permitirán un despliegue más rápido y masivo”, reflexiona.