Cuando una mujer trabaja, la pobreza no se hereda
Desde La Dorada (Colombia), Rosalbina repasa su infancia, marcada dice por lo que le inculcaron sus padres: el hombre es quien trae el dinero a casa y la mujer, la que limpia. “Mi mentalidad no era así”, recuerda. “La mujer se puede superar. Si yo logro hacer un poquito, mis hijas lo harán mucho más y mis nietas, todavía más. Así se acabará con las mujeres sumisas”. Esas convicciones han permitido que hoy lidere un negocio de venta por catálogo con el apoyo de la Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA) que da trabajo a casi 70 mujeres como ella.
Según ONU Mujeres, cuando una mujer emprende o consigue un trabajo digno, “acerca al mundo al fin de la pobreza y el hambre, al crecimiento económico sostenible y a la reducción de las desigualdades”. Por eso, mujeres como Rosalbina permiten soñar con un mundo en el que la pobreza no sea hereditaria y en el que las oportunidades no vengan dadas por el lugar de nacimiento.
Laura O. Álvarez, su hija mayor, es dentista y la prueba de que las cosas están cambiando. “A mi mamá le tocó trabajar muy duro porque esa carrera es muy costosa. Le dijo a mi papá: ‘Vamos a hacer todo por ella’”, afirma. Rosalbina, consciente de lo que ha conseguido como madre y como mujer, lo confirma: “Siempre he querido lo mejor para mis hijas, que tengan para estudiar y no tengan que contar monedas para sobrevivir”.
Su asesor de Bancamía (la entidad colombiana de la FMBBVA), Humberto Román, recuerda cómo fue esa época para ellos. “Tenían muchas dificultades para sostener la carrera de su hija, pero la ampliación de las ventas, con una red de vendedoras más amplia, mejoraron sus ingresos, haciéndole más llevadera la carga”.
En este vídeo, Rosalbina cuenta qué ha supuesto para su familia dar a sus hijas un futuro mejor:
Rosalbina, con el apoyo de la FMBBVA, lidera un negocio de venta de catálogo con el que ha podido pagar los estudios de sus hijas.
La erradicación de la pobreza pasa por la inclusión financiera
En el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, Naciones Unidas recuerda que ésta es una de las prioridades y el fin último de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Por eso, el ODS nº1 de esta hoja de ruta es poner fin a la pobreza en todas sus formas y una de sus metas, “garantizar el acceso a todos a los servicios financieros, incluida la microfinanciación”.
La misión de la Fundación Microfinanzas BBVA está alineada con estos Objetivos de Desarrollo Sostenible. Atiende en América Latina a millones de personas, la mayoría de ellas vulnerables. Según su departamento de medición, seis de cada diez de los emprendedores supera la línea de la pobreza tras cinco años con la entidad.
Desde hace nueve, Rosalbina cuenta con el apoyo de Bancamía para progresar con su negocio. Por eso, anima a las mujeres con las que trabaja a buscar el respaldo de una entidad como esta. Un apoyo, que según ella, no existía en la época de sus padres. Aunque sus hijos acaben sus estudios, asegura que no dejará de trabajar. “Soy de las que piensan que uno no envejece. Así sea con bastón voy a seguir mi negocio. Con el respaldo de Bancamía, no me da miedo”.
Lo mejor de mi trabajo es ver cómo algo tan pequeño como un microcrédito puede generar cambios tan grandes como es transformar la vida de una persona"
“Lo mejor de mi trabajo es ver cómo algo tan pequeño como un microcrédito puede generar cambios tan grandes como es transformar la vida de una persona”, afirma su asesor. Desde Bancamía, Humberto y miles de asesores como él, se acercan a los negocios de emprendedores que consiguen dar un giro a sus vidas con pequeños préstamos. Vidas como la de Rosalbina que, decidida a trascender su destino, cambió el rumbo de una historia que en algún momento pudo parecer predecible.