¿Cuáles son los ODS para contribuir con la salud y el bienestar de las personas?
La salud y el bienestar de las personas recorren los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Pero hay uno específico, el ODS 3, que pretende cerrar la brecha de la desigualdad en cuestiones sanitarias, lograr una cobertura universal, reducir la mortalidad materno-infantil y reforzar la lucha contra el sida y otras enfermedades como la tuberculosis o la malaria.
En Brasil, 13 millones de familias de bajos ingresos reciben cada mes una pequeña ayuda directa. Sin embargo, el programa Bolsa Familia, establecido en 2003, no es un subsidio más. Este condiciona la transferencia de fondos a que los niños asistan a la escuela y a que las familias cumplan con ciertas obligaciones sanitarias, como la vacunación. De acuerdo con el Banco Mundial, la ayuda llega a unos 50 millones de personas. Se utiliza mayoritariamente para la compra de alimentos, material escolar y ropa. Además, ha tenido un efecto mucho más positivo de lo esperado en los indicadores de salud de la población.
Un estudio publicado en ‘The Lancet’ en 2022, coordinado por Davide Rasella, investigador del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), concluyó que entre 2004 y 2018, la implementación del programa provocó una reducción de hasta un 15% de las muertes por sida.También supuso una reducción de un 14% de las hospitalizaciones por esta enfermedad y una reducción de un 5% de nuevos casos. Además, la investigación señalaba que el efecto de Bolsa Familia fue más pronunciado en las zonas con mayor incidencia de esta enfermedad. En especial, en mujeres mayores de 14 años y en niños y niñas.
De acuerdo con los investigadores, estos datos se explican por la mejora de las condiciones socioeconómicas de las familias que recibieron la ayuda, en particular, aquellas que vivían en situación de pobreza extrema. Al disponer de más ingresos, se redujo la necesidad de exponerse a situaciones de riesgo, como practicar la prostitución sin protección, y las personas dispusieron de más medios para adquirir preservativos y seguir las terapias antirretrovirales, en caso de estar ya infectados con el virus. Los resultados muestran, también, que la salud y el bienestar humanos están profundamente interconectados con muchos otros factores sociales, ambientales y económicos.
La salud y el bienestar de las personas en la Agenda 2030
En septiembre de 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Este plan, organizado alrededor de 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y 169 metas, busca servir de marco de trabajo y orientar los programas de desarrollo de todos los países del mundo hasta finales de esta década. En los ODS, la salud y el bienestar de las personas está presente de forma específica, pero también transversal.
ODS3: salud y bienestar. El Objetivo de Desarrollo Sostenible número 3 (ODS3) lleva por título garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades. Pretende cerrar la brecha de la desigualdad en cuestiones de salud, reducir la mortalidad materno-infantil y reforzar la lucha contra el sida y otras enfermedades como la tuberculosis o la malaria. Pero, sobre todo, busca lograr la cobertura sanitaria universal y proporcionar acceso a medicamentos y vacunas seguros y asequibles para todos.
“Además, incorpora toda una batería de metas que no estaban en la agenda de desarrollo previa a la Agenda 2030 y que tienen que ver, por ejemplo, con enfermedades no transmisibles como la diabetes o el cáncer”, explica Gonzalo Fanjul, director de análisis de ISGlobal. “Lo que ocurre es que la salud es en realidad la consecuencia de un entramado muy complejo de determinantes que afectan a la vida de las personas. Por ejemplo, una persona de rentas bajas que viva en una zona contaminada o que no pueda hacer ejercicio tiene indicadores de salud mucho peores que una persona que viva en circunstancias opuestas”.
El ODS3 se articula en una serie de metas bien definidas con objetivos políticos concretos para 2030:
- Reducir la tasa de mortalidad materna a menos de 70 por cada 100.000 nacidos vivos.
- Acabar con las muertes evitables de recién nacidos y de niños menores de 5 años.
- Poner fin a las epidemias de sida, tuberculosis, malaria y otras enfermedades tropicales desatendidas.
- Reducir en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles y promover la salud mental y el bienestar.
- Reforzar la prevención y el tratamiento del abuso de sustancias adictivas.
- Reducir a la mitad el número de muertes por accidentes de tráfico.
- Garantizar el acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva en todo el mundo.
- Lograr la cobertura sanitaria universal.
- Reducir sustancialmente el número de muertes y enfermedades producidas por productos químicos peligrosos y la contaminación del aire, el agua y el suelo.
- Fortalecer la lucha contra el tabaquismo.
- Apoyar la investigación y el desarrollo de vacunas y medicamentos para las enfermedades transmisibles y no transmisibles que afectan a los países en desarrollo.
- Aumentar la financiación de la salud y la contratación y la capacitación del personal sanitario.
- Reforzar la capacidad de alerta temprana y gestión de los riesgos para la salud en los países en vías de desarrollo.
La salud y el bienestar como elemento transversal en los ODS
Más del 99% de la población mundial respira un aire que no se ajusta a las recomendaciones mínimas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), según los datos de más de 6.000 ciudades y asentamientos humanos. De hecho, el organismo calcula que los efectos de la contaminación del aire exterior combinados con los del aire en el interior de las viviendas causan 6,7 millones de muertes prematuras cada año. Además, cerca de 235 millones de personas padecen asma, la enfermedad no transmisible más común en la infancia, asociada al aumento de los niveles de contaminación.
“Existen muchos factores interconectados con la salud y el bienestar de las personas. El clima, por ejemplo, es uno fundamental”, señala Fanjul. “Estamos viendo todo tipo de vinculaciones entre el calentamiento global y la salud de las personas, desde la expansión de enfermedades infecciosas, como el dengue este año en América Latina, hasta la contaminación. Después también hay una relación directa con los determinantes socioeconómicos más puros, como el nivel educativo, el nivel de ingresos o las condiciones de la vivienda en que se vive”.
Así, la salud y el bienestar de las personas es un elemento transversal de la Agenda 2030 que se relaciona, de forma más o menos directa, con todos los ODS:
- ODS1 para la erradicación de la pobreza, como en el caso del programa Bolsa Família de Brasil.
- ODS2 para lograr el hambre cero: una dieta adecuada y suficiente es clave para tener una buena salud.
- ODS4 para mejorar la educación, que influye en todo tipo de aspectos, desde el acceso a mejores trabajos hasta la planificación familiar.
- ODS5 para aumentar la igualdad de género: mejorar las oportunidades de niñas y mujeres influye directamente en su salud y en la de sus familias.
- ODS6 para garantizar el acceso a agua limpia y saneamiento: enfermedades como el cólera, que se transmiten por el agua, siguen afectando seriamente la salud en muchos países tropicales.
- ODS7 para lograr el acceso asequible a la energía, lo que garantiza, entre otras cosas, la mejor conservación de vacunas y medicamentos.
- ODS8 para reforzar el trabajo decente, que afecta directamente en los ingresos y el acceso a los servicios de salud.
- ODS9 para desarrollar las infraestructuras, desde obras de saneamiento hasta carreteras que mejoren la conexión con centros hospitalarios.
- ODS10 para reducir las desigualdades: mejorar las condiciones de vida de la población más vulnerable contribuye a su bienestar.
- ODS11 para avanzar hacia ciudades más limpias y sostenibles: la reducción de la contaminación del aire o el aumento de zonas verdes tienen un impacto directo en la salud.
- ODS12 para lograr un sistema de producción y consumo responsables: de forma indirecta, es una forma de reducir los residuos y la contaminación ambiental.
- ODS13 para mitigar el cambio climático, uno de los elementos clave en la expansión de enfermedades y con un impacto directo en la salud a través de fenómenos meteorológicos extremos
- ODS14 para proteger los océanos, fuente de alimento y trabajo para miles de millones de personas.
- ODS15 para proteger el medioambiente terrestre, que es origen de los recursos básicos para toda la población mundial, desde medicinas hasta comida. Una biodiversidad sana es también una barrera clave frente a enfermedades emergentes.
- ODS16 para reforzar la paz y la justicia: las guerras, los conflictos y el terrorismo tienen un gran peso en el bienestar de las personas.
- ODS17 para fortalecer las alianzas en favor de la Agenda 2030.
“Hay muchos factores que influyen en la salud y el bienestar. Pero la relación también se da en sentido opuesto”, concluye Fanjul. “Cuando la salud no va bien, el conjunto de la sociedad se ve afectada. Lo vimos con la Covid-19, la crisis sanitaria derivó en una crisis económica sin precedentes. Creo que en los últimos años hemos aprendido que la salud es mucho más que un derecho o una aspiración ética. La salud es un determinante fundamental del bienestar de las sociedades. Una sociedad próspera, que cree empleo y que aspire a garantizar una vida digna para sus ciudadanos, debe garantizar el derecho a la salud”.