Casas ecológicas, las ventajas de aprovechar los recursos naturales
Aunar bienestar y condiciones óptimas de habitabilidad con el respeto al medioambiente a través del mínimo impacto ecológico es cada vez más importante. Estas son las características de las casas ecológicas, construcciones que en la actualidad son una alternativa con respecto a las tradicionales y que cuentan con una serie de ventajas que suponen también un ahorro económico.
Una vivienda ecológica es aquella cuyo diseño se basa en el aprovechamiento de los recursos naturales de la zona, tanto en la fase de construcción como en su posterior uso, que sea un edificio ‘pasivo’, y que logre la máxima sostenibilidad como casa autosuficiente teniendo en cuenta que un impacto ambiental nulo es imposible.
Casas ecológicas: Más que una alternativa a las casas tradicionales
La tendencia es clara. Y si bien es cierto que resulta menos complicado construir una casa ecológica fuera de las grandes ciudades, también lo es que los objetivos de sostenibilidad y respeto se han instalado con fuerza en la sociedad y en el colectivo de arquitectos, y ahora, casi siempre, el nombre arquitectura va acompañado del adjetivo ‘sostenible’. En este sentido, se perciben ganas de construir proyectos de edificios, casas sostenibles e incluso urbanizaciones pasivas y con la máxima eficiencia energética. La normativa europea exigía que todos los edificios de nueva construcción y los rehabilitados cumplieran con un consumo energético pasivo –un edificio pasivo es aquel que es capaz de regular la temperatura con una baja demanda energética– antes del 31 de diciembre de 2020. Todavía son pocos los impulsos públicos y privados pero hay ejemplos como el proyecto estrella Madrid Nuevo Norte (en curso), o el residencial Basa de la Mora (81 pisos) en Zaragoza, entre otros.
¿Cuáles son las ventajas de las casas ecológicas?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) definió el Síndrome del Edificio Enfermo como el conjunto de enfermedades originadas o estimuladas por la contaminación del aire en los espacios cerrados. Esto ya es en sí un motivo para plantearse la opción de casa ecológica. Pero hay más beneficios:
- Ahorro. Aunque los costes de una construcción ecológica puede incrementarse ligeramente entre un 3% y un 8%, la inversión se amortizará en un plazo de entre cinco o diez años.
- Bajo consumo de energía. Según la Plataforma de Edificación Passivhaus (PEP), el ahorro de energía aumenta un 90% en un edificio pasivo frente a otro que no lo es.
- Mínimo impacto medioambiental. Al usar menos energía que las viviendas convencionales, reducir los residuos y aprovechar el agua de la lluvia, lo que conlleva a un consumo responsable.
- Reducción del coste de mantenimiento. Gracias a la buena calidad de los materiales utilizados, la durabilidad aumenta, por lo que se reducen los gastos en reparaciones.
- Contribuyen a la buena salud. Porque todos los materiales que se han usado son naturales, reutilizable y reciclables. Y tenemos que hablar aquí de la bioconstrucción o, lo que es lo mismo, la biología de la construcción. Se trata de utilizar los recursos del lugar, los materiales naturales y no dañar al entorno.
¿Qué características debe tener una casa ecológica?
Para cumplir con las características propias de lo que se considera como una vivienda ecológica, hay que tener en cuenta que lo será si:
- Se diseña y construye bajo los principios de la arquitectura bioclimática, que minimiza el consumo de energía y los recursos naturales. Tener en cuenta el clima del lugar donde queremos construir la casa es fundamental, ya que así se elegirán los materiales más adecuados y se reducirá notablemente la utilización de la calefacción o el aire acondicionado, ambos dispositivos suponen un 40% del gasto energético. En este punto es importante saber qué es la inercia térmica. Se trata de la capacidad que tienen los materiales de construcción (madera, ladrillo, hormigón, pizarra…) para absorber y almacenar energía en forma de calor. Por lo tanto, dependiendo del clima deberemos optar por un material u otro para conseguir la temperatura óptima en el interior.
- Se usan materiales de construcción naturales, reciclados y reciclables. Pero no sólo eso, debe tenerse en cuenta todo lo que puede generar el proceso de construcción, el consumo de energía, las emisiones de dióxido de carbono (CO2), la generación de residuos. Todo debe ser parte de un ciclo coherentemente sostenible.
- Se opta por materiales que favorezcan la eficiencia energética para que la temperatura y la humedad se regulen de forma natural.
- Se aprovecha la calefacción solar pasiva. No se trata de paneles solares sino de provocar una especie de efecto invernadero para generar calor.
- Tiene un buen aislamiento térmico. Aunque siga el principio de inercia térmica, hay climas que también necesitan aislamiento eficaz. Es importante tener claro que este proceso de aislamiento no debe impedir la transpiración de los materiales de la casa.
- Si es una vivienda autosuficiente, es decir, con sistemas de generación y acumulación de energía autónomos, como placas solares, aerogeneradores, molinos de agua, etc. Además, deberá gestionar el tratamiento de residuos.
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