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Planeta> Huella de Carbono 05 nov 2024

COP29: cuáles son los objetivos para alcanzar en la “cumbre de las finanzas”

Entre el 11 y el 22 de noviembre, todas las miradas se dirigirán a Bakú, capital de Azerbaiyán, país anfitrión de la COP29. En esta Cumbre del Clima, conocida ya como la “COP de las finanzas”, se negociará la financiación climática: cómo apoyar a los países en vías de desarrollo para lograr los objetivos y salvaguardar la economía mundial.

La COP29 empieza a conocerse ya como la COP de las finanzas. Y es que, en la próxima cumbre del clima, que tendrá lugar entre el 11 y el 22 de noviembre de 2024 en Bakú (capital de la República de Azerbaiyán), las negociaciones más relevantes girarán en torno al dinero. Los representantes de países y organizaciones de todo el mundo debatirán cómo conseguir que la financiación permita, por fin, mitigar el cambio climático, facilitar la adaptación a sus consecuencias y favorecer la transición energética. 

COP (o cumbre del clima) es el nombre que se utiliza normalmente para referirse a la parte central de las Conferencias de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Es decir, a las reuniones en las que se debate y se decide qué hacer para frenar el cambio climático, alcanzar los objetivos del Acuerdo de París (conseguir que el calentamiento se quede por debajo de los 2 °C y lo más cerca posible de 1,5 °C respecto a los niveles preindustriales) y establecer medidas de adaptación a sus consecuencias, como la subida de las temperaturas o el aumento de los fenómenos meteorológicos extremos.

Financiar la transición energética

En las reuniones para trazar una hoja de ruta, la economía es siempre un asunto central. Lo es a la hora de establecer alternativas al uso de los combustibles fósiles, principal causante del calentamiento global; a la hora de establecer justicia con los países en vías de desarrollo (los que menos han contribuido a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y sin embargo sufren más las consecuencias) o a la hora de financiar la transición hacia un sistema energético más sostenible.

Los objetivos de la COP29 vienen determinados, en gran parte, por los acuerdos alcanzados en la cumbre anterior. La COP28 pasó a la historia porque en ella se hizo, por primera vez, una mención explícita a la necesidad de transitar hacia el abandono de los combustibles fósiles. Se pactó (en acuerdos no vinculantes) el objetivo de alcanzar las cero emisiones netas de carbono en 2050 y de triplicar la capacidad de las energías renovables en 2030.

En la cumbre de 2023 se aprobó también la financiación del mecanismo de pérdidas y daños; es decir, el mecanismo para que los países más ricos (e históricamente máscontaminantes) compensen a los países más vulnerables por los impactos del cambio climático en su territorio y en sus poblaciones.

Por otro lado, la COP28 dejó varios frentes abiertos que deben cerrarse en 2024. Muchos temas relativos a la economía y los recursos quedaron pendientes para añadirse a la agenda de la COP29, lo que convierte “la COP de la financiación” en una cumbre clave.

Los principales objetivos de la COP29

Uno de los asuntos centrales de la COP29 girará en torno a la financiación climática. En 2009 se estableció el objetivo de que todos los países desarrollados aportasen 100.000 millones de dólares al año para financiar la acción climática de los países en vías de desarrollo. Sin embargo, tal y como explican desde el World Resources Institute (WRI, por sus siglas en inglés), y según los últimos datos de la OECD, este objetivo solo se ha cumplido en 2022, pero la cifra acordada resulta hoy totalmente insuficiente.

“La realidad es que las necesidades financieras de los países en desarrollo superan con creces lo que actualmente les llega. Eso debe cambiar en la COP29”, señalan desde el WRI. Los participantes en la cumbre de este año deberán trabajar en el Nuevo Objetivo Cuantificado Colectivo (NCQG, por su siglas en inglés), para pactar un renovado objetivo financiero, realista y adaptado a las nuevas necesidades y realidades con el que apoyar a los países en vías de desarrollo a partir de 2025.

“En la COP29 en Bakú, todos los gobiernos deben acordar un nuevo objetivo para el financiamiento climático internacional que realmente responda a las necesidades de los países en desarrollo”, asegura Simon Stiell, secretario ejecutivo de ONU Cambio climático. “La COP29 debe ser una COP firme, que reconozca que el financiamiento climático es una actividad fundamental para salvar la economía global y miles de millones de vidas y medios de subsistencia de los devastadores impactos climáticos”.

De forma similar se manifiesta el ministro de Ecología y recursos naturales de la República de Azerbaiyán y presidente de la COP29, Muxtar Babayev. “Debemos ampliar el acceso a la financiación en condiciones favorables, agilizar las vías de acceso a los fondos para el clima y aprovechar estos recursos para reducir tanto el riesgo como los costes”, señaló en una entrevista a la agencia EFE.

“La última gran oportunidad”

Otro de los grandes objetivos de la COP29 es que los países intensifiquen sus compromisos climáticos para reducir sus emisiones a nivel nacional y adaptarse a los efectos del cambio climático. Estos compromisos se conocen como Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) y son herramientas clave para coordinar la acción climática global.

Estas contribuciones deben actualizarse cada cinco años y la próxima fecha límite llega pocos meses después de la COP29. “Esto hace que la cumbre de la ONU en Bakú sea la última gran oportunidad para establecer expectativas claras sobre a qué debería aspirar esta próxima generación de NDC”, señalan desde el WRI.

A estos dos grandes objetivos se suman otros, como terminar de definir y aumentar los compromisos del mecanismo de pérdidas y daños; regular los mercados de carbono y poner en marcha el artículo 6 del Acuerdo de París (que permite a los países cooperar voluntariamente para mejorar sus acciones de mitigación y adaptación, promoviendo el desarrollo sostenible); avanzar en negociaciones sobre transición justa, planes de adaptación o seguridad alimentaria y, por supuesto, establecer cómo dar un paso adelante para abandonar los combustibles fósiles. 

Además, la Alianza de CEOs Líderes por el Clima promovida por el World Economic Forum (WEF), en una carta firmada por más de 110 presidentes y CEOS de grandes compañías –entre ellas BBVA– hacen un llamamiento a los líderes mundiales y participantes en la COP29 a “redoblar esfuerzos en la acción climática”. En concreto, la carta insta a gobiernos y empresas a combinar esfuerzos y abordar retos porque “cada fracción de grado cuenta” en la carrera hacia el objetivo de cero emisiones netas en 2050.

El papel del anfitrión: ¿cuál es la política climática de Azerbaiyán?

La COP28 estuvo rodeada de controversia, críticas y escepticismo. La cumbre se celebró en Emiratos Árabes Unidos (EAU), el séptimo mayor productor de petróleo del planeta y miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), y tuvo como presidente a Sultan al Jaber, ministro de Industria de EAU y CEO de la petrolera nacional de Abu Dabi.

Este 2024, la cumbre del clima se celebra en un contexto diferente: tiene su sede en Bakú, la capital de la República de Azerbaiyán. El país caucásico, situado entre Asia y Europa y con salida al mar Caspio, ha implantado algunas medidas para hacer realidad su transición energética.

“Azerbaiyán está comprometido a desarrollar su potencial de energía renovable, que es una parte importante del plan del país para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 40 % para 2050”, señalan en el sitio web oficial de la COP29. “El país tiene la intención de aumentar la capacidad de energía renovable al 30 % para 2030 y diversificar su sistema energético existente para convertirse en líder en energía verde”. En la misma web se señala el compromiso de Azerbaiyán de actualizar próximamente sus NDC para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París.

Por otro lado, desde Zero Carbon Analytics destacan el papel de la producción y exportación de gas en el sector energético de Azerbaiyán. En la primera mitad de 2024, el país aumentó sus exportaciones, sobre todo a Europa, siguiendo el objetivo de reducir la dependencia de gas de Rusia en el continente.

Entre el 11 y el 22 de noviembre de 2024, el mundo mirará hacia Bakú para seguir de cerca las reuniones de la COP29, en las que se decidirá el futuro de la lucha contra el cambio climático.